La empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) atribuyó hoy a la caída del peso mexicano frente al dólar las pérdidas de 2.763 millones de dólares en el primer semestre del año, un dato que contrasta con los 6.472 millones de dólares de ganancia en idéntico plazo de 2017.
«La industria petrolera, particularmente Pemex, se ve afectada positivamente y negativamente por factores externos como los precios del crudo y el tipo de cambio entre el peso mexicano y el dólar estadounidense», explicó hoy en conferencia para inversionistas el director corporativo de Finanzas, David Ruelas.
Indicó que la caída del tipo de cambio del segundo trimestre frente al primer trimestre, de cerca de 8 %, repercutió en los resultados finales de la compañía, pese a que el precio del barril de crudo «mantuvo su tendencia de recuperación».
El peso mexicano se depreció en el segundo trimestre del año hasta superar las 20 unidades por dólar, un mínimo frente al dólar al que no llegaba desde inicios de 2017, debido a la fortalezca del billete verde y a la incertidumbre generada por la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la guerra arancelaria con Estados Unidos.
Positivamente, los ingresos ascendieron a 41.965 millones de dólares, 24,6 % más que en el mismo lapso de 2017. Dentro de las ventas totales, los ingresos por exportación crecieron 43,7 %, hasta situarse en 16.978 millones de dólares.
En tanto, las ventas nacionales marcaron un alza de 14,8 %, hasta ubicarse en 24.771 millones de dólares.
Ruelas identificó que el incremento de las ventas se vio beneficiado tanto por el auge en el precio del crudo como, a nivel nacional, por la liberalización de los precios de las gasolinas y el diesel a lo largo de 2017 en México.
De esta manera, el responsable en Finanzas de Pemex aseguró que, a pesar de «todos los retos operativos enfrentados y el impacto negativo en el segundo trimestre en el tipo de cambio, continuamos con esfuerzos para fortalecer y mejorar los procesos en la cadena de valor».
Los pasivos de Pemex, que incluyen deudas de corto y largo plazo, impuestos y derechos, así como pasivos laborales, ascienden a 185.243 millones de dólares al 30 de junio, 1,2 % mayores respecto al cierre de 2017.
Pese al ligero aumento, Ruelas manifestó que la compañía -inmersa en un plan de austeridad desde 2016 bajo la administración del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018)- trabajará para lograr el equilibrio financiero a mediano plazo.
En esto, y para cumplir con las metas de 2018, ayudan los programas de coberturas petroleras, que garantizan el precio promedio por barril.
Según el reporte, la producción de crudo fue en los primeros seis meses del año de 1,88 millones de barriles diarios, 6,7 % menor a la del primer semestre del año pasado.
Sobre este punto, el subdirector de Administración del Portafolio de Exploración y Producción, Luis Ramos, comentó a los inversionistas que para el tercer trimestre se espera incrementar la producción hasta 1,9 millones de barriles diarios.
Para el cuarto trimestre del presente año, esta aumentaría hasta 1,95 millones de barriles y para 2019 «se plantea una producción similar», del orden de 1,953 millones de barriles diarios.
Esta ligera alza en la producción -continuó- se lograría con la reactivación de pozos.
Asimismo, la producción de gas natural se redujo en 9,3 % al situarse en 4.823 millones de pies cúbicos diarios (MMpcd).
El próximo presidente de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, ha prometido invertir en el sector petrolero nacional con la rehabilitación de seis refinerías y la construcción de una de nueva.
Precisamente, poco después de los resultados trimestrales de Pemex, el líder de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que asumirá la Presidencia el 1 de diciembre, anunció una inversión millonaria en el sector energético.
Buena parte se destinará a Pemex a partir del próximo año, aseguró, para incrementar la producción hasta 2,5 millones de barriles diarios en dos años.
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