Un portavoz del Departamento de Defensa (DOD) advirtió el lunes que hay una «amenaza activa» en el aeropuerto de Kabul que sigue siendo alta, al tiempo que confirmó que los soldados estadounidenses que fueron desplegados en Afganistán para ayudar en la evacuación se irán antes de la fecha límite del 31 de agosto fijada por la Administración Biden.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, dijo en una conferencia de prensa que hay una «amenaza activa de varias maneras para la que tenemos que estar preparados».
La semana pasada, un atentado reivindicado por el grupo terrorista ISIS mató a 13 soldados y a decenas de civiles afganos más, lo que llevó a varios ataques aéreos de EE. UU. contra objetivos dentro de Afganistán durante el pasado fin de semana. El lunes, hasta cinco cohetes fueron disparados contra el aeropuerto, dijo el general Hank Taylor en la conferencia de prensa del lunes.
«Estamos operando bajo el supuesto de que tenemos que estar preparados para futuras amenazas potenciales», dijo Kirby, añadiendo que la «corriente de amenaza sigue siendo real, sigue activa y, en muchos casos, sigue siendo específica».
«La amenaza sigue siendo alta y sigue siendo real», continuó Kirby, añadiendo que los militares han «elaborado un método muy cuidadosamente coordinado para completar con seguridad este retroceso».
Cuando le preguntaron por los detalles de sus planes, Kirby respondió: «Estamos en un momento particularmente peligroso ahora, no es que no haya sido siempre peligroso, pero es particularmente peligroso ahora, y no vamos a detallar cada aspecto de la protección de nuestras tropas (…) mientras tenemos tropas en peligro y mientras tratamos de sacar a la gente de Afganistán».
Hace unas dos semanas, los talibanes tomaron Kabul después de una ofensiva fulminante a través del país que capturó la mayoría de las provincias en el lapso de unos 11 días. Altos funcionarios de la Casa Blanca dijeron más tarde que no tenían la información de inteligencia necesaria para sugerir que el grupo capturaría Afganistán en un periodo de tiempo tan corto, lo que provocó críticas de ambos partidos por la forma en que se estaba llevando a cabo la retirada de EE. UU.
Funcionarios del Pentágono dijeron el lunes que alrededor de 600 estadounidenses permanecen en Afganistán y desean ser evacuados. Unas 1200 personas fueron evacuadas del aeropuerto el domingo, dijo Taylor en la conferencia de prensa.
También el domingo, el Mando Central de EE. UU. (CENTCOM) confirmó que los militares llevaron a cabo un ataque aéreo contra un vehículo que, al parecer, transportaba un terrorista suicida y explosivos para llevar a cabo un ataque terrorista en el aeropuerto. Sin embargo, varias noticias que citan a un pariente indicaron que nueve miembros de una familia, incluidos niños, murieron en el ataque aéreo.
«Sabemos que se produjeron importantes y potentes explosiones posteriores como consecuencia de la destrucción del vehículo, lo que indica que había una gran cantidad de material explosivo en su interior que puede haber causado más víctimas. No está claro qué pudo haber ocurrido y estamos investigando más a fondo», dijo en una declaración el capitán Bill Urban, portavoz del CENTCOM.
Pero los que murieron eran «una familia común y corriente», dijo un familiar a la CNN. «No somos ISIS o Daesh y esta era una casa familiar (…) donde mis hermanos vivían con sus familias».
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el CENTCOM para una solicitud de comentarios.
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