El Departamento de Defensa (DOD) dijo que todos los empleados civiles estadounidenses necesitan estar completamente vacunados contra la COVID-19 antes del 22 de noviembre, lo que les da solo unas pocas semanas para ponerse la vacuna. Se considera que los trabajadores están completamente vacunados dos semanas después de recibir la segunda dosis de la vacuna Moderna o Pfizer, o la dosis única de la vacuna Johnson & Johnson.
Un memorando del Departamento de Defensa dice que para los empleados que opten por recibir la vacuna Moderna de dos dosis, tendrán que recibir su primera dosis antes del 11 de octubre. Las personas que están programadas para vacunarse con las dos dosis de Pfizer tendrán que recibir su primera dosis antes del 18 de octubre.
La fecha límite de la segunda dosis para las vacunas Moderna y Pfizer es el 8 de noviembre. Los empleados que reciban la vacuna Johnson & Johnson, que es solo una dosis, deberán vacunarse también antes del 8 de noviembre, según el memorando.
«Para defender la Nación y proteger al pueblo estadounidense, necesitamos una Fuerza Total sana y lista», dijo el DOD. “Para lograr esto, el Secretario de Defensa ordenó la vacunación obligatoria de los miembros del Servicio contra la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) mediante la firma del memorando” en agosto, continuó diciendo el memorando, señalando que el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva el 9 de septiembre que requiere que los empleados y contratistas federales estén vacunados.
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
La Oficina de Gestión de Personal de la Casa Blanca emitió una directiva similar durante el fin de semana, diciendo que los trabajadores federales tienen hasta el 8 de noviembre para recibir ambas dosis de la vacuna Moderna o Pfizer, o la vacuna Johnson & Johnson.
“Los empleados que se nieguen a vacunarse o proporcionar prueba de la vacunación están sujetos a medidas disciplinarias, hasta e incluyendo la eliminación o la terminación del servicio federal”, dijo la agencia. «La única excepción es para las personas que reciben una excepción legalmente requerida de conformidad con los procesos establecidos de la agencia».
El mes pasado, varios empleados federales presentaron una demanda contra Biden, argumentando que su mandato de vacunas afecta injustamente a los trabajadores que pertenecen a la fe cristiana. Los abogados de los demandantes también declararon que la orden de Biden no toma en cuenta la «inmunidad natural» otorgada por una infección previa de COVID-19, y señalaron que algunos estudios han descubierto que brinda protección contra la variante Delta.
Uno de los demandantes, identificado como un funcionario del servicio exterior estadounidense, pertenece a una religión que «también le instruye que la vacunación no es moralmente obligatoria en principio y por lo tanto debe ser voluntaria», dice la demanda. Según argumentaron sus abogados, existe «un deber moral general de rechazar el uso de productos médicos, incluidas ciertas vacunas, que se producen utilizando líneas celulares humanas derivadas de abortos directos».
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