El Departamento de Defensa de EE. UU. otorgó USD 30 millones en fondos a Lynas Corp de Australia para construir una planta de procesamiento de tierras raras en Texas, mientras la nación continúa tratando de romper su dependencia de las importaciones chinas de minerales críticos.
La instalación podrá procesar elementos ligeros de tierras raras (LREE), que no solo se utilizan ampliamente en bienes de consumo como celulares y motores de automóviles eléctricos, sino que también son fundamentales para la producción de aviones de combate de próxima generación y misiles guiados de precisión.
No es la primera vez que Lynas, uno de los pocos grandes mineros no chinos de tierras raras, recibe fondos federales para un proyecto con sede en Estados Unidos. El año pasado, la compañía se asoció con Blue Line Corp de Texas para llegar a un acuerdo con el Pentágono para construir una planta de separación de elementos pesados de tierras raras (HREE), que se utilizan en la fabricación de sistemas de armas militares especializadas.
Ambas plantas se construirán en Hondo, Texas, a unas 45 millas al oeste de San Antonio. Lynas dijo que podrá producir una cuarta parte de la demanda mundial de tierras raras una vez que las instalaciones estén operativas.
Estados Unidos, que alguna vez fue el líder mundial en la producción de tierras raras de 1960 a 1980, ahora depende casi por completo de las importaciones chinas de materiales de tierras raras. El gobierno comunista chino, al ver los elementos de tierras raras como un recurso estratégico que se puede aprovechar para su ventaja en las negociaciones, pasó décadas transfiriendo la industria estadounidense de tierras raras a China mediante una combinación de bajos costos laborales y la ausencia de estándares ambientales.
Esa dependencia de China para los minerales de tierras raras ha suscitado serias preocupaciones, especialmente ahora que Beijing busca aprovechar la preocupación de Estados Unidos y del mundo por la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino). En octubre de 2020, China dijo que cortaría el suministro de tierras raras a los fabricantes de defensa estadounidenses que han estado armando la fuerza de defensa de Taiwán, incluido Lockheed Martin, que lidera un equipo de la industria para desarrollar y producir aviones de combate F-35.
«Si bien la demanda de materiales de tierras raras continúa creciendo, el COVID-19 ha expuesto los riesgos dentro de las cadenas de suministro globales del suministro único de materiales críticos», dijo Amanda Lacaze, CEO de Lynas, en un comunicado, agregando que su empresa es el único productor comercial no chino de productos de tierras raras separados para el mercado global.
“La planta de Texas garantizará que EE.UU. tenga una fuente nacional segura de materiales de tierras raras separados de alta calidad. Este suministro seguro proporcionará la base esencial para la renovación de la fabricación de metales especiales posteriores y la fabricación de imanes permanentes en América del Norte».
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