Rusia ha sufrido más de 600,000 bajas desde que sus fuerzas militares invadieron Ucrania en febrero de 2022, según un alto funcionario del Departamento de Defensa.
La última cifra fue proporcionada por uno de los al menos dos funcionarios estadounidenses a los que se concedió el anonimato para informar a los periodistas el 9 de octubre en el Pentágono sobre el curso de la guerra.
Las estimaciones del total de bajas rusas durante la guerra de Ucrania varían.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido dijo en febrero que estimaba en 350,000 los heridos o muertos rusos.
El ejército ucraniano cifró el 4 de octubre en 658,000 el número de bajas.
Rusia no hace comentarios sobre sus bajas militares.
En general, Kiev tampoco ha revelado el número de bajas de soldados ucranianos como consecuencia de la invasión a gran escala de Rusia.
Sin embargo, en febrero, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró que habían muerto unos 31,000 soldados ucranianos.
En septiembre, las fuerzas rusas también sufrieron más bajas en términos de soldados muertos y heridos en combate que en cualquier otro mes de la guerra, dijo uno de los funcionarios del Pentágono.
«Las pérdidas rusas, de nuevo, tanto muertos como heridos en acción en sólo el primer año de la guerra superaron el total de todas las pérdidas rusas, o las pérdidas soviéticas en cualquier conflicto desde la Segunda Guerra Mundial combinadas», declaró el funcionario.
Las fuerzas rusas avanzan hacia el este de Donetsk
Las estimaciones se producen en un momento en que las fuerzas rusas han ido ganando terreno en la región oriental ucraniana de Donetsk, y las tropas de Moscú han entrado esta semana en las afueras de la ciudad de Toretsk, situada en la línea del frente, tras una ofensiva que ha durado meses.
Aproximadamente una semana antes, las fuerzas rusas tomaron Vuhledar, en la frontera entre Donetsk y Zaporiyia, lo que llevó a Ucrania a retirar sus fuerzas de la zona.
El mes pasado, el Ministerio de Defensa ruso dijo que sus tropas también habían retomado las aldeas de Uspenovka y Borki, en la región de Kursk, después de que las fuerzas ucranianas iniciaran una incursión por sorpresa en territorio ruso en agosto.
Sin embargo, otro alto cargo militar afirmó que Rusia había lanzado algunos contraataques limitados e «ineficaces» en Kursk, al mismo tiempo que había logrado algunos avances en Donetsk durante el verano. Sin embargo, estos avances se han ralentizado desde entonces.
En general, no ha habido «ningún cambio importante» en la estrategia de Rusia o Ucrania en la guerra, dijo el oficial militar.
Rusia está «lanzando tropas a la lucha con una estrategia de desgaste en las provincias orientales de Ucrania» mientras que los ucranianos están «montando una fuerte defensa, tanto sobre el terreno como desde la perspectiva de la defensa aérea», dijo.
Los comentarios se producen en un momento en el que el presidente ruso Vladimir Putin se esfuerza por aumentar el número de soldados. El mes pasado, el líder ruso ordenó que se aumentara en 180,000 el número de soldados para alcanzar una fuerza total de 1.5 millones de soldados.
La orden, publicada en un decreto en el sitio web del Kremlin, entrará en vigor el 1 de diciembre.
En junio, Putin declaró que unos 700,000 soldados rusos participaban en el conflicto de Ucrania.
Rusia tiene cuatro veces y media la población de Ucrania.
Flota rusa del Mar Negro
Por otra parte, uno de los funcionarios del Departamento de Defensa dijo que las fuerzas ucranianas han hundido, destruido o dañado al menos 32 buques medianos y grandes de la armada rusa en el Mar Negro, obligando a Rusia a reubicar su flota del Mar Negro lejos de Crimea.
El ejército ucraniano también ha destruido más de dos tercios del inventario ruso de tanques anterior a la guerra, añadió.
Como resultado, Putin ha equipado a las fuerzas de primera línea con arsenales de la era soviética y tanques de la Segunda Guerra Mundial, según el funcionario.
Esto se produce después de que el presidente Joe Biden anunciara una nueva ronda de ayuda militar estadounidense, por valor de unos 8000 millones de dólares, a Ucrania.
El paquete incluye transferencias de misiles Patriot y otros sistemas de defensa antiaérea, así como las primeras transferencias estadounidenses de una bomba planeadora de precisión, denominada Joint Standoff Weapon, que tiene un alcance de hasta 81 millas y supone una importante mejora de las armas que Ucrania está utilizando para atacar a las fuerzas rusas.
También en septiembre, Biden se aseguró de que la asignación de 5550 millones de dólares de la autoridad de retiro presidencial restante no expirara con el año fiscal, lo que garantiza que Estados Unidos pueda seguir apoyando a Ucrania con esta autoridad de retiro, dijo otro funcionario.
«Estados Unidos sigue apoyando a Ucrania en su lucha contra la agresión rusa», concluyó.
Con información de Chris Summers y Zachary Stieber
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