Bobby Powell, el experiodista de radio y podcaster de Michigan que hizo públicas las evidencias de vídeo que, según él, muestran a agentes federales atacando el Capitolio el 6 de enero, se recupera en un hospital de Florida tras sufrir su cuarto ataque al corazón en dos años.
Powell, de 58 años, se estaba sometiendo a una prueba de esfuerzo cardíaco cuando sufrió un infarto «masivo», informó su prometida, Cherie, en Truth Social. Fue operado de urgencia para tratar los bloqueos de su corazón y se espera que le implanten un desfibrilador permanente en un futuro próximo.
«Este es el número cuatro desde el 6 de enero, cinco en total en los últimos tres años», dijo Powell a The Epoch Times en un correo electrónico desde su habitación del hospital. «Y este es el último al que sobreviviré».
El periodista dijo que las dos aurículas de su corazón resultaron gravemente dañadas por el ataque cardíaco. Tiene que llevar un aparato desfibrilador hasta que se le implante el desfibrilador permanente.
Powell estaba filmando a la multitud en la terraza este del Capitolio cerca de las 14:15 del 6 de enero, cuando Hunter Allen Ehmke saltó al alféizar de una ventana y empezó a romper los cristales. Ehmke fue detenido más tarde, declarado culpable y condenado a cuatro meses de cárcel.
Mientras Powell recogía el cristal minutos después, un hombre vestido con ropa táctica oscura se le acercó y le preguntó por qué no había abierto el resto de la ventana. «Porque creo que probablemente sería ilegal», respondió Powell.
Cuando Powell se giró con su cámara, captó al hombre cuando sacaba una gran parte del cristal templado y lo dejaba caer al suelo.
Minutos después, cuando Powell se acercaba a la entrada de las gigantescas Puertas de Colón del Capitolio, otro hombre vestido con ropa táctica le puso una mano en la espalda y le empujó hacia el vestíbulo. Ese hombre mantenía abierta una de las puertas con una pesada barra de madera.
Powell ha pasado casi dos años intentando que se preste atención a su vídeo y que los medios de comunicación se interesen seriamente por la posible implicación federal en la violencia del Capitolio.
El periodista afirma que el FBI no ha respondido a sus reiteradas llamadas. Powell grabó su vídeo de alta resolución en memorias USB y viajó por todo el país intentando que los funcionarios públicos —incluidos fiscales, jueces y abogados de oficio— lo tuvieran en cuenta.
Ha sido difícil conseguirlo. De hecho, las reacciones han sido duras.
Su podcast fue desmonetizado en las redes sociales, dijo Powell. El procesador de pagos que utilizaba para aceptar donaciones canceló su cuenta. Su médico de cabecera lo dio de baja como paciente después del 6 de enero.
Powell tiene un podcast y publica noticias en Substack, pero la pérdida de ingresos de YouTube supuso un duro golpe. Días después de aparecer en un programa de Newsmax, PayPal cerró su cuenta de donaciones. Desde entonces, ha recurrido a GiveSendGo para apoyar sus iniciativas.
También dijo que un funcionario republicano de Michigan le ofreció USD 200,000 por destruir el vídeo y dejar de llamar la atención sobre él. Cuando se negó, el hombre le amenazó implícitamente con asesinarle. Powell vendió su casa de Michigan, compró un vehículo de recreo y se trasladó a Florida.
Powell asistió a una protesta en apoyo del miembro de Oath Keepers, Jeremy Brown, frente a la cárcel del condado de Pinellas. Un hombre fue detenido mientras huía de la protesta con material para fabricar bombas de tubo en la mochila.
Aunque el sospechoso fue puesto en libertad más tarde y la policía afirmó que los materiales no eran explosivos, Powell cree que las bombas de tubo iban dirigidas a él para cuando hablara en la manifestación.
Los esfuerzos por denunciar la posible implicación del gobierno en los eventos del 6 de enero han tenido un efecto deletéreo «enorme» en su corazón, dijo el periodista.
«Sin dormir, trabajando 16-18 horas al día, siete días a la semana», dijo Powell. «Sin llegar a ninguna parte durante 23 meses, aparte de The Epoch Times. Frustración total».
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