El brote de COVID-19 en la ciudad de Kashgar (Xinjiang) ha empeorado. Los datos oficiales del gobierno comunista chino han registrado un aumento de casi 200 casos de virus del Partido Comunista Chino (PCCh) en los últimos días.
El área local ha activado una respuesta de emergencia de primer nivel. Las personas de otras zonas que han viajado a Kashgar recientemente han sido rastreadas por las autoridades y puestas en cuarentena, incluso las autoridades han sellado las puertas de sus habitaciones de hotel y les han dado medicinas desconocidas.
El Sr. Li, un residente de Urumqi que había hecho un viaje de negocios a Kashgar recientemente, le dijo a The Epoch Times que llegó a Kashgar el 22 de octubre y que se fue el 25 de octubre. Después de llegar al aeropuerto de Urumqi a las 6 p.m. el 25 de octubre, él y más de 40 personas en el mismo avión fueron inmediatamente trasladados a un sitio de cuarentena. Urumqi, la capital de Xinjiang, está a 900 millas al noreste de Kashgar.
«Me llevaron directamente al sitio de cuarentena, un hotel en el distrito de Tianshan. El personal no habló mucho y no nos dijo nada», dijo Li.
A pesar de que a su llegada se hizo el test del virus del PCCh, comúnmente conocido como coronavirus, las autoridades no le han dado el resultado. «Preguntamos cuánto tiempo duraría la cuarentena y cuándo nos darían los resultados de la prueba de ácido nucleico, pero nadie respondió», dijo.
Li añadió que cuando la cuarentena comenzó, les entregaron medicamentos desconocidos dos veces al día, por la mañana y por la tarde.
«Ahora bien, no es medicina china. No sé qué medicina es», dijo. «No la tomo. La tiro. No sé qué medicina es (…) qué ingredientes contiene».
Li explicó que su principal preocupación ahora es perder su trabajo y no poder ganarse la vida debido a la cuarentena forzada del gobierno. Dijo que antes de regresar de Kashgar, ya había planeado ponerse en cuarentena en un hotel.
«Si no nos hubieran puesto en un sitio de cuarentena, yo mismo hubiera ido a un hotel para ponerme en cuarentena», dijo. «Porque si voy a casa y me encuentra la oficina de la comunidad, entonces se llevarán a toda mi familia para ponerla en aislamiento centralizado». El PCCh tiene las llamadas «oficinas comunitarias» en cada vecindario de China, que le permiten supervisar los asuntos locales.
Otro residente de Urumqi, Zhang Lu (alias), también ha permanecido en cuarentena forzosa desde que regresó de un viaje de negocios en Kashgar.
Zhang le dijo a The Epoch Times que él y sus colegas hicieron un viaje de negocios al Condado de Bachu en Kashgar el 20 de octubre y regresaron a Urumqi al día siguiente. Luego, el 24 de octubre, se fue a otra ciudad, Changji, a 25 millas al oeste de Urumqi. En su viaje de regreso a Urumqi esa noche, fue interceptado en el puesto de control del río Toutun y transferido a una instalación de cuarentena.
Según Zhang, esa noche llegaron unos 100 vehículos a la zona de cuarentena, lo que significa que al menos 100 personas fueron puestas en cuarentena en el mismo recinto. Eran de todo el país, incluyendo Sichuan, Henan, Guangdong y gente que había hecho viajes por carretera, dijo Zhang.
Zhang dijo que apoyaría las cuarentenas impuestas por el gobierno con el propósito de prevenir epidemias siempre y cuando resulten efectivas para evitar futuros cierres de la ciudad.
Turistas obligados a entrar en cuarentena y documentos de identidad confiscados
Una turista que visitaba Xinjiang, que ya había recibido un resultado negativo en el test del virus del PCCh, dijo que las autoridades locales la engañaron para que viajara a un centro de cuarentena, donde la obligaron a entrar en cuarentena y no le permitieron salir. También le confiscaron el documento de identidad. Las autoridades le habían dicho originalmente que la dirigían a la oficina comunitaria local desde donde podría salir después de registrarse.
La mujer publicó un largo mensaje en la red social china Weibo el 26 de octubre describiendo su situación: «Engañaron a los turistas, paso a paso, diciendo que podíamos salir de Xinjiang si teníamos el informe de una prueba de ácido nucleico después de registrarnos en la oficina comunitaria de la ciudad.
«Resultó que ellos nos confiscaron directamente nuestros documentos de identidad y nos llevaron al sitio de cuarentena. No entiendo por qué confiscaron los documentos de identidad de los turistas», dijo.
Añadió que la Comisión de Salud de Xinjiang estaba «mintiendo a todos los turistas» después de que le dijeran que los turistas podían salir de Xinjiang en un plazo de siete días tras una prueba de ácido nucleico negativa. En cambio, cuando los turistas llegaban a la instalación de cuarentena, les decían que tendrían que estar en cuarentena durante al menos 14 días.
«También dijeron, sin ningún pudor, que todos los turistas que entraron hoy conmigo al lugar de cuarentena fueron engañados por las autoridades para que [accedieran] a venir aquí», añadió.
Se quejó en su mensaje de que sus llamadas al Cuartel General de Prevención de Epidemias de Urumqi habían quedado sin respuesta, y que el personal del lugar de cuarentena estaba ignorando todas las preguntas y peticiones.
En su mensaje suplicó a las autoridades locales: «Muchas personas han sido puestas en cuarentena de manera irrazonable por la absurda política de prevención de epidemias de Urumqi. Por favor, ¡déjenlos ir a casa!»
También publicó una foto en Weibo mostrando la puerta de la instalación de cuarentena sellada con cinta plástica.
Cuando The Epoch Times intentó entrevistar a la mujer, dijo que todo lo que quería decir estaba en su Weibo y que no era conveniente para ella aceptar una entrevista. The Epoch Times descubrió el 29 de octubre que todo el contenido que había enviado a Weibo sobre la cuarentena había sido borrado.
Según datos oficiales, a fecha del 27 de octubre, ha habido 22 casos confirmados y 161 infecciones asintomáticas en la ciudad de Kashgar (Condado de Shufu).
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