Peter Navarro expresó su frustración en una rueda de prensa el 19 de marzo, justo antes de entregarse a las autoridades en Miami, Florida, para comenzar su condena de cuatro meses en la prisión de mínima seguridad de la ciudad.
El exasesor comercial de Trump en la Casa Blanca es el primer funcionario de la administración del expresidente Donald Trump en cumplir una condena en prisión. Fue declarado en desacato al Congreso en 2023 por negarse a cumplir con la citación del comité selecto de la Cámara dirigida por los demócratas el 6 de enero.
Navarro se negó a entregar registros al comité, citando el privilegio ejecutivo del expresidente que permite bloquear la divulgación de algunos registros presidenciales.
«No estoy nervioso», dijo Navarro a un periodista el 19 de marzo. «Estoy enojado».
«Cuando entre hoy en esa prisión, el sistema de justicia, tal como está, habrá asestado un golpe devastador a la separación constitucional de poderes [que supone] el privilegio ejecutivo», agregó.
Navarro reafirmó su creencia de que el Congreso no puede obligar a un asistente de la Casa Blanca a testificar, y repitió sus afirmaciones de privilegio ejecutivo en relación con los documentos y testimonios que el comité selecto de la Cámara de Representantes buscaba el 6 de enero a través de su citación.
En su declaración del 18 de marzo, el Sr. Navarro dijo que su caso debería tener un efecto «paralizador» en todos los estadounidenses.
«La naturaleza partidista del encarcelamiento de un importante asesor de la Casa Blanca debería congelar los huesos de todos los estadounidenses”, dijo Navarro.
El 15 de marzo presentó sin éxito una petición de emergencia ante el Corte Suprema para evitar presentarse en prisión el 19 de marzo, pero esa solicitud fue rechazada por el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, el 18 de marzo.
Navarro dijo que continuaría apelando su caso tras la sentencia, incluso si se llega a una resolución después del final de su sentencia. Su consultor penitenciario, Sam Mangel, dijo a The Epoch Times que para alguien en la situación del Sr. Navarro sin antecedentes penales, la sentencia de cuatro meses podría reducirse a 90 días.
Su abogado, Stanley Brand, dijo a The Epoch Times que Navarro sería el primer asesor de la Casa Blanca en 240 años en ser encarcelado por desacato al Congreso «a pesar de los dictámenes ininterrumpidos del Departamento de Justicia» que dicen que no se les puede aplicar el desacato penal.
Sin embargo, Navarro no es el único exfuncionario de la Casa Blanca de Trump que se encuentra en problemas en este momento.
Steve Bannon, exdirector ejecutivo de la campaña del presidente Trump en 2016 y luego estratega jefe de la Casa Blanca, fue condenado en 2022 por dos cargos de desacato al Congreso por rechazar también una citación del comité selecto de la Cámara del 6 de enero.
Sin embargo, la sentencia de cuatro meses de prisión del Sr. Bannon se retrasó tras apelar sus condenas. El Sr. Navarro, que intentó la misma táctica, fracasó y debe presentarse en prisión independientemente de sus apelaciones pendientes.
Algunos analistas jurídicos han especulado con la posibilidad de que la disparidad de destinos de los dos hombres —a pesar de haber cometido delitos similares— se deba a los jueces que presiden sus casos.
El juez de distrito estadounidense Carl J. Nichols, que preside el caso del Sr. Bannon, fue designado por el presidente Trump.
El caso del Sr. Navarro fue manejado por el juez de distrito estadounidense Amit P. Mehta, designado por el expresidente Barack Obama.
Navarro cumplirá su condena en el Campamento de la Institución Correccional Federal de Miami, una prisión de mínima seguridad adyacente al Zoológico de Miami. Los reclusos se despiertan con el sonido de los leones rugiendo como gallos al amanecer, dijo el Sr. Mangel a The Epoch Times.
Pero la prisión no es un «Four Seasons», un «Motel Six» o un «club feed», dijo Mangel, ya que se espera que los reclusos trabajen mientras esperan el cumplimiento de sus sentencias.
Sin embargo, Navarro tendrá la ventaja de ser recibido por dos de los clientes actuales de Mangel que también cumplen sus condenas en la prisión de Miami.
«Cualquiera que se enfrente a esto estaría naturalmente muy preocupado, asustado y angustiado. Es un entorno diferente», dijo Mangel.
El Sr. Navarro dijo que se las arreglaría mientras cumpliera su condena, pero que eso afectaría sobre todo a su familia.
«Pero por muy duro que sea para mí, y por muy duro que sea para cualquiera que esté ahí dentro, es más duro para sus familias».
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