El gigante farmacéutico Pfizer recortó drásticamente sus estimaciones de beneficios e ingresos para un año completo al afirmar que la demanda de vacunas contra el COVID-19 y otros productos ha disminuido.
La empresa espera ahora unas ventas para 2023 de entre 58,000 y 61,000 millones de dólares, frente a las previsiones anteriores de entre 67,000 y 70,000 millones de dólares, según su informe de previsiones publicado el viernes 13 de octubre. El recorte de las previsiones de ingresos se debe «exclusivamente a sus productos COVID», como la vacuna y el antivírico.
Anticipa que las ventas de su vacuna COVID-19 serán unos 2000 millones de dólares inferiores a su previsión anterior debido a que el número de personas que se inyectan la vacuna de ARNm es inferior al previsto. La última dosis de refuerzo de COVID-19 fue autorizada por los organismos reguladores federales estadounidenses el mes pasado, pero su distribución ha sido relativamente lenta: según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), solo un 2 por ciento de los estadounidenses se ha vacunado.
La empresa también redujo sus previsiones para Paxlovid, un medicamento antivírico contra el COVID-19, en unos 7,000 millones de dólares.
Con la revisión de las previsiones, las acciones de Pfizer cerraron el viernes con una caída de alrededor del 2 por ciento, hasta los 32.11 dólares. Mientras tanto, las acciones de la empresa con sede en Nueva York bajaron alrededor de un 7 por ciento en la negociación extendida. A principios de 2023, las acciones de la compañía cotizaban en torno a los 50 dólares.
Pfizer obtuvo ingresos récord en 2021 y 2022, superando los 100,000 millones de dólares el año pasado, después de desarrollar su vacuna Comirnaty con su socio alemán BioNTech SE y el tratamiento antiviral Paxlovid por su cuenta. El año pasado, los ingresos de esos dos productos superaron los 56,000 millones de dólares.
«Seguimos estando orgullosos de que nuestros avances científicos hayan desempeñado un papel significativo en el control de la crisis sanitaria mundial», declaró el viernes en un comunicado el consejero delegado de Pfizer, Albert Boura. «A medida que obtengamos más claridad en torno a las tasas de vacunación y tratamiento de COVID, estaremos en mejores condiciones de estimar el nivel adecuado de suministro para satisfacer la demanda».
Pfizer dijo que tomaría un cargo no monetario de 5500 millones de dólares en el tercer trimestre para cancelar 4600 millones de dólares de Paxlovid y 900 millones de dólares de cancelaciones de inventario y otros cargos por la vacuna.
También se embarcará en un programa de reducción de costes, cuyo objetivo será ahorrar al menos 3500 millones de dólares anuales para finales de 2024 y que incluirá despidos, según informó la empresa, sin dar detalles sobre cuántos puestos de trabajo se suprimirán ni de qué áreas. Se espera que los costes únicos para lograr el ahorro ronden los 3000 millones de dólares.
Pfizer dijo que, en virtud de un acuerdo con el gobierno de EE. UU., un crédito para las dosis devueltas de Paxlovid financiará un programa para suministrar el medicamento de forma gratuita a los estadounidenses sin seguro o con seguro insuficiente hasta 2028 y a los pacientes asegurados bajo los programas gubernamentales Medicare y Medicaid hasta finales del próximo año.
Pfizer también suministrará al gobierno estadounidense un millón de dosis de Paxlovid para la Reserva Estratégica Nacional. La empresa espera que el medicamento esté disponible comercialmente para las personas con seguro privado a partir del 1 de enero.
Otros datos
Pero la orientación de la compañía la semana pasada proporciona nuevos datos sobre las tasas de vacunación de COVID-19, que los CDC dejaron de informar en mayo de 2023.
En una declaración reciente, el CDC dijo que unos 7 millones de estadounidenses han recibido vacunas de refuerzo hechas por Pfizer, Moderna y Novavax. La agencia no desglosó las cifras por cuántos recibieron cada vacuna en su reciente declaración, emitida el 12 de octubre. Sin embargo, la cifra de 7 millones representa aproximadamente el 2 por ciento de todos los estadounidenses.
«La distribución de la vacuna COVID-19, que ha pasado al mercado privado, es muy diferente a la del año pasado, cuando las distribuía el gobierno», dijo un portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) sobre los datos más recientes de vacunación. El portavoz añadió que la agencia está «directamente con los fabricantes y distribuidores para asegurarse de que las vacunas están llegando» a los distintos lugares.
Datos anteriores de los CDC y el HHS han demostrado que alrededor del 17 por ciento de la población estadounidense recibió las vacunas actualizadas anteriormente, lo que representa unos 56.5 millones de personas.
A pesar del reciente impulso de las últimas vacunas, los datos proporcionados por los CDC muestran que las hospitalizaciones por COVID-19 han disminuido durante unas tres semanas consecutivas.
Para el periodo que finaliza el 30 de septiembre, la tasa de hospitalización ha descendido un 6 por ciento, mientras que las visitas a urgencias se han reducido un 14.5 por ciento y los casos de COVID-19 han descendido un 1.2 por ciento, según muestran las cifras. Las defunciones han aumentado un 3,8 por ciento, aunque las autoridades sanitarias han declarado anteriormente que las defunciones suelen ir a la zaga de las hospitalizaciones y el número de casos.
En julio, las hospitalizaciones por COVID-19 habían aumentado durante varias semanas consecutivas. Los datos históricos de los CDC sugieren que las muertes han sido relativamente bajas en comparación con años anteriores.
Reuters ha contribuido a este informe.
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