La ONG Prisioners Defenders (PD), afincada en España, denunció ante la ONU el patrón de esclavitud masivo en las misiones internacionalistas de Cuba y solicitó a los países de la UE que le pidan al régimen de la isla que cambie su modelo y permita a los médicos que se apartaron de esas misiones poder visitar su país.
«Yo creo que en la ONU hemos llegado a lo último a lo que podemos llegar.(….), ahora les toca a los gobiernos locales -sobre todo de la Unión Europea- decir a Cuba: cambia tu modelo, no esclavices a tu gente, admite que esos médicos puedan visitar a sus familias porque les estas violando lo más íntimo del ser humano», declaró este jueves a Efe Javier Larrondo, presidente de la ONG.
Prisioners Defenders presentó esta semana toda la documentación de la nueva denuncia ante Naciones Unidas, en la que ofrece 622 testimonios para mostrar el patrón de esclavitud que se da en esas misiones internacionales cubanas, en la que participan sobre todo médicos, pero también otros profesionales, como maestros, ingenieros y deportistas.
Ya en 2019 la ONU, tras una primera denuncia de la ONG, reconoció que las condiciones en las que se desarrollaban esas misiones eran «una forma contemporánea de esclavitud».
PD denuncia la situación en la que van esos profesionales, a los que el régimen cubano, por ejemplo, les impide portar pasaportes y titulación académica; además, Cuba firma convenios con los países que acogen las misiones que impiden trabajar a cualquier médico cubano que se haya desligado de ellas, durante o después de la vigencia del mismo.
Según esa entidad, tras la misión, a los trabajadores que no desean seguir vinculados a ellas se les prohíbe volver a la isla durante al menos 8 años, separando a hijos menores de sus padres, matrimonios y familias enteras.
«El patrón represivo es definitorio de un crimen de lesa humanidad tipificado de esclavitud, persecución y otros actos inhumanos», afirma PD en su denuncia ante la ONU.
Según Larrondo, entre 5000 y 10,000 padres cubanos en la actualidad están separados forzosamente de sus hijos, impedidos de siquiera verse durante ocho años, según la ley cubana, que los considera traidores a la patria.
Solo en Brasil hay 2000, después de que en 2018 el régimen cubano cancelara su acuerdo con ese país iberoamericano luego de que el presidente Jair Bolsonaro anunciara que sería modificado el acuerdo de cooperación hecho previamente por Dilma Rousseff y los médicos decidieran quedarse.
Desde que comenzaron estos programas, en vida de Fidel Castro, más de 40,000 familias en Cuba han sufrido esta situación.
Por eso, Larrondo pide que la UE, a España, por su influencia, y a países latinoamericanos moderados como Uruguay que «tomen cartas en el asunto y exijan a Cuba cambiar el modelo de esclavitud para que se vea forzada a volver a readmitir los médicos y que vean a sus familias y que entren como turistas, no como han dicho, si el médico entra tiene que reincorporarse a la salud pública durante cinco años».
Según el presidente de PD, el objetivo que tienen es que Cuba «cambie el modelo, no para que acaben las misiones, sino para que se haga de una manera humana».
Muchos de estos médicos que se separaron de las misiones internacionales han recalado en España, donde según el presidente de Prisioners Defenderes, hay entre 200 y 300 facultativos que tienen prohibido entrar en la isla y que están censados como solicitantes de asilo y tratan de convalidar sus títulos.
Larrondo considera que es en estas personas, profesionales experimentados, donde «hay que poner la prioridad» si España quiere contratar a médicos cubanos o de otros países latinoamericanos para combatir la pandemia, como han pedido algunos organismos, como el Gobierno regional de Madrid.
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