WASHINGTON—La solicitud de presupuesto del presidente Joe Biden para el año fiscal 2022 dejó en claro que la defensa no es su máxima prioridad, en un momento en que el régimen comunista chino está construyendo su poder militar y representa una amenaza para los intereses de seguridad de Estados Unidos.
El presupuesto del presidente para el año fiscal 2022, publicado el 28 de mayo, busca 752,900 millones de dólares para la defensa nacional, 715 mil millones de dólares de los cuales son para el Pentágono. En comparación con el presupuesto del año fiscal 2021, la cantidad solicitada para el Departamento de Defensa en 2022 refleja solo un aumento del 1.6 %.
«La defensa no es una prioridad de la administración Biden», dijo Elaine McCusker, experta en presupuestos de defensa del American Enterprise Institute (AEI), el 1 de junio en un evento virtual organizado por el AEI.
“La defensa fue la única función federal que ni siquiera siguió el paso de la inflación, mientras que las agencias nacionales aumentaron un 16 %, incluyendo un aumento del 41 % para el Departamento de Educación. También es de destacar que la única agencia federal que tomó un recorte del 10 % fue el Cuerpo de Ingenieros».
Por ejemplo, el Departamento de Salud y Servicios Humanos recibiría un aumento del 23.4 % y la Agencia de Protección Ambiental obtendría un aumento del 21.6 % en los fondos, según el plan presupuestario.
«Y hay un intento de redefinir lo que constituye una inversión en seguridad nacional para desviar fondos de defensa a actividades no esenciales», dijo McCusker.
Ella señaló que no había ninguna mención de las capacidades militares entre las inversiones críticas bajo el título «Enfrentando los desafíos de seguridad del siglo XXI» en el presupuesto, mientras que la asistencia extranjera por COVID-19, la Organización Mundial de la Salud, el Fondo de Población de las Naciones Unidas y el establecimiento de una agenda de seguridad sanitaria mundial se encontraba entre los compromisos de la administración enumerados.
Del mismo modo, no se mencionó la «seguridad fronteriza» en la propuesta de presupuesto. La financiación del Departamento de Seguridad Nacional se mantuvo estable en comparación con el año anterior. La propuesta de presupuesto busca reservar más recursos para procesar un mayor volumen de casos de asilo y apoyar hasta 125,000 admisiones de refugiados en 2022. El presupuesto proporciona también 10 mil millones de dólares en asistencia humanitaria a víctimas de guerra y refugiados en el extranjero.
La primera solicitud de presupuesto del presidente Biden refleja también un cambio en las prioridades en comparación con las propuestas presupuestarias del expresidente Donald Trump.
El presupuesto de la administración Biden adopta un enfoque más amplio de la seguridad nacional, abordando amenazas como el cambio climático, la pandemia por COVID-19 y el «extremismo en las filas», dijo el secretario de Defensa, Lloyd Austin, en una declaración.
El presupuesto asignaría más de 30 millones de dólares para ayudar al Departamento de Defensa a mejorar las capacidades para identificar y abordar el extremismo entre las tropas y mejorar el entrenamiento.
Hablando en el evento, Todd Harrison, el director de análisis del presupuesto de defensa en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, dijo que es difícil conocer la perspectiva del presupuesto de defensa, ya que no ha incluido los detalles de las proyecciones quinquenales.
Las proyecciones de la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés) mostraron que el presupuesto del Departamento de Defensa crecería a una tasa del 2.2 % en términos nominales durante los próximos cinco años, señaló. Sin embargo, más allá del período de cinco años, el crecimiento presupuestario se reduciría al 1 %.
Lo bueno del presupuesto del presidente para el año fiscal 2022, según Harrison, es que continúa promoviendo la financiación de la investigación, el desarrollo, las pruebas y la evaluación (RDT & E).
El plan de Biden busca fondos de 112 mil millones de dólares para RDT & E, lo cual es la solicitud «más grande», según el Pentágono.
Esta inversión puede poner al ejército de EE. UU. «en un lugar para modernizarse en los años venideros y desarrollar los tipos de capacidades que necesitamos para competir eficazmente en el futuro», dijo Harrison.
Sin embargo, invertir dinero en investigación y desarrollo puede no conducir necesariamente a la modernización y un aumento en las adquisiciones en los próximos años, dijo.
«Así que no vemos si esa es su estrategia en este momento», dijo Harrison.
Los presupuestos de la Fuerza Aérea y la Fuerza Espacial fueron los ganadores generales en el plan de Biden, en comparación con la Armada y el Ejército, dijo.
Si bien el presupuesto superior de la Marina aumentaría, los fondos para la construcción naval y la adquisición de aeronaves del servicio disminuirían, según la propuesta de presupuesto del presidente.
Según un informe del Pentágono del año pasado, China tiene la armada más grande del mundo, con una fuerza de batalla total de casi 350 barcos.
Bajo la administración Trump el año pasado, el Pentágono inició un programa llamado Battle Force 2045 para abordar la amenaza de China. El programa requería una Armada de más de 500 barcos tripulados y no tripulados. El presupuesto de Biden mostró que el plan se ha revertido.
Hablando en el evento virtual de AEI, John Ferrari, un mayor general retirado del Ejército de EE. UU. y experto en defensa en el AEI, dijo que estaba «más sorprendido por cómo la Marina y la administración se alejaron» del plan Battle Force 2045.
«No estoy seguro de cómo sigue adelante la Marina», dijo Ferrari. «Pero creo que la Marina debe adoptar la innovación a corto plazo, dado el tiempo que lleva construir barcos».
La inflación es también un gran problema para el presupuesto del Pentágono, dado el pequeño aumento proyectado por la OMB a largo plazo, dijo Ferrari.
«La inflación es el peligro oculto que se comerá al presupuesto de defensa», dijo, señalando que el bono de ahorro de EE. UU. protegido contra la inflación está rindiendo un 3.5 %.
«Entonces, si eso es una anticipación de la inflación del 3.5 %, el departamento tiene muchos problemas».
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