Una joven de Idaho, embarazada, estaba sentada en su coche en el estacionamiento de un McDonald’s de Ontario, Oregón, hace dos semanas, hablando nerviosamente por teléfono. Su pareja la presionaba para que se deshiciera del bebé y ahora tenía una conferencia de telesalud con alguien de Planned Parenthood que le recetó un aborto químico con dos medicamentos, llamado colectivamente píldora abortiva.
Esta es la historia de una clienta de Stanton Healthcare, relatada a The Epoch Times por la fundadora y directora general de Stanton, Brandi Swindell.
A la chica se le dijo dónde recoger las píldoras y se le aconsejó que tomara el primer medicamento mientras estuviera en Oregón, y que si volvía a su casa en Idaho, regresara a Oregón para tomar el siguiente medicamento.
El aborto es ilegal en Idaho, excepto en casos de violación, incesto o cuando la vida de la madre está amenazada. No se permite la prescripción por telemedicina desde que el 24 de agosto entró en vigor una ley de activación tras la anulación del caso Roe contra Wade.
Poco después de tomar la primera píldora, la chica se arrepintió y cambió de opinión, dijo Swindell. Buscó en Internet una forma de revertir la píldora y encontró a Stanton Healthcare, un grupo de clínicas médicas con sede en Idaho especializado en la atención de embarazos inesperados. Stanton suele abrir clínicas junto a proveedores de abortos.
A la chica le recetaron un medicamento para revertir el aborto que, si se toma con suficiente antelación después de la primera píldora abortiva, puede revertir el proceso, dijo Swindell. Hoy, el corazón de su bebé sigue latiendo y ella se siente capacitada para manejar su situación de una manera que no le rompa el corazón.
«Hay un término que se utiliza por ahí: turismo del aborto», dijo Swindell. «¿Pero sabes qué? El turismo puede ser divertido. Turismo es una palabra muy suave. Esto es el tráfico del aborto. Esto es como un cártel de la droga. El turismo no es ilegal. Esto es potencialmente criminal por parte de Planned Parenthood».
Según Swindell, Planned Parenthood está eludiendo la ley estatal al atraer a las mujeres de Idaho para que aborten en Oregón, concretamente en la ciudad fronteriza de Ontario, donde la multimillonaria organización sin ánimo de lucro planea abrir una clínica de abortos.
Planned Parenthood no respondió a las solicitudes de comentarios.
La popular y dolorosa píldora abortiva
El aborto solía ser solo quirúrgico, pero en el año 2000, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aprobó la píldora abortiva. Su popularidad ha crecido. En 2011, solo el 24 por ciento de los abortos en Estados Unidos se llevaron a cabo a través de medicamentos recetados. En 2020, por primera vez, más de la mitad de los abortos, el 54 por ciento, fueron abortos con medicamentos, según el Instituto Guttmacher, un grupo de política proaborto que rastrea estos datos.
«Lo que puede ser tentador para las mujeres es la narrativa y el marketing que es solo tomar una píldora. No es gran cosa. Es mucho más fácil. Aunque eso no es cierto al cien por cien», dijo Swindell. «Es más barato para Planned Parenthood. Los márgenes de beneficio son mucho mejores para Planned Parenthood y la industria del aborto. No tienen que pagar a un médico para que vaya a realizar el aborto quirúrgico. No tienen que tener enfermeras que hagan el pre y el post operatorio. Es decir, esto es tratar a las mujeres como si fueran bienes muebles, hacer un procedimiento tan serio haciendo que se tomen una píldora y lo soporten todo por su cuenta durante dos o tres días como mínimo».
Los abortos con medicamentos, también conocidos como abortos químicos, duran más que los quirúrgicos —días en lugar de minutos— lo que da a las mujeres más tiempo para reconsiderar su decisión, dijo Swindell.
Los abortos químicos suelen realizarse a solas, en secreto, en casa o en un dormitorio universitario, según muchos informes escritos y reseñas en Internet sobre el procedimiento.
«¡Fue el peor dolor de mi vida!», decía una reseña de WebMD.
«Funcionó, pero un dolor de parto horrible, insoportable», decía otro.
Aunque algunas informaron de un dolor más leve, otras informaron de intensos vómitos y diarrea, además del dolor.
Una de las autoras de la reseña dijo que se había tumbado en el suelo del baño llorando de dolor y que después se había desmayado. «Hubiera preferido dispararme en el pie dos veces antes que pasar por esto», dijo. «Sin duda, el peor dolor que he sufrido en mi vida».
Reversión de la píldora abortiva
Cuando se toma la píldora abortiva, primero la mujer toma un medicamento llamado mifepristona. Éste bloquea la progesterona de la mujer, necesaria para mantener el embarazo. El segundo medicamento, que se toma uno o dos días más tarde, es el misoprostol, que provoca calambres y hemorragias intensas que obligan al útero a expulsar al bebé.
El protocolo de reversión del aborto es una gran dosis de progesterona, tomada lo antes posible en el proceso. No siempre funciona.
«Hay incluso una parte de la comunidad médica que ha salido a decir que esto no funciona, y es una completa mentira», dijo Swindell. «No tuvieron en cuenta que ahora, las mujeres tendrían dos o tres días para soportar un procedimiento de aborto y las mujeres estarían cambiando de opinión. Las mujeres están aterradas. Antes iban a abortar. … El procedimiento en sí es de 20 minutos, y no había oportunidad para que las mujeres cambiaran de opinión. Ahora son dos o tres días».
«Las mujeres pasan por esto solas y dicen: ‘Dios mío, me arrepiento de haber tomado esa píldora. No quiero hacer daño a mi bebé. Esto es horrible. Esto no me parece bien. ¿Puede alguien ayudarme?’ Y los únicos que la ayudan son centros como Stanton Healthcare».
La reversión es un proceso médico legítimo, dice Swindell, y está disponible en los centros de embarazos en crisis de todo el condado.
«Ahora déjame ser claro: hay un breve lapso de tiempo en el que se puede hacer. Es un breve lapso de tiempo muy específico. Una vez que una mujer ha iniciado el proceso de aborto, todavía hay una ventana en la que este proceso puede comenzar. A veces las mujeres han esperado demasiado tiempo y el aborto se ha completado por sí mismo o ya ha pasado el punto en el que cualquier reversión funcionaría, y es desgarrador porque estas mujeres a menudo han tomado una decisión de la que se arrepienten», dijo Swindell.
«Tenemos vidas que existen gracias al procedimiento de reversión», añadió. «Tenemos un bebé que va a nacer pronto y que va a tener su primer día de colegio, que va a ser miembro del equipo de béisbol de la liga infantil, que va a ser un agente inmobiliario o un médico o ama de casa, porque la píldora de reversión del aborto funcionó y una mujer encontró este salvavidas».
Planned Parenthood no ofrece el tratamiento de reversión del aborto.
«Sabemos que una de cada cuatro mujeres que se someten a un aborto tiene sentimientos de depresión, tristeza, comportamientos tóxicos o conductas de autoabuso, muy similares al [trastorno de estrés postraumático]. La mayoría de los estudios proceden de un aborto quirúrgico tradicional», dijo Swindell.
«Lo que estamos viendo ahora con la píldora abortiva, es que las mujeres se presentan con su experiencia de aborto químico. Es una experiencia muy aislada. Es una experiencia que implica un trauma prolongado. Imagínate que te haces un autoaborto, sola. Esto es lo que la industria del aborto dice que es una atención sanitaria de calidad y buena para las mujeres. No se me ocurre una forma más denigrante de tratar a las mujeres».
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