Una planta de procesamiento de carne de cerdo de Tyson Foods, en Iowa, ha dejado de operar debido a las preocupaciones de COVID-19 y debido a que demasiados trabajadores han estado ausentes en medio del brote, dijo la compañía en un comunicado.
La instalación de Waterloo detendrá la producción a mediados de semana hasta nuevo aviso, dijo la compañía. La planta, que es la instalación de procesamiento de carne de cerdo más grande de la compañía, ha estado funcionando con su capacidad reducida debido al absentismo de los trabajadores.
Tyson Foods dijo que a los 2800 empleados de la planta se les pedirá que se sometan, el fin de semana, a pruebas de COVID-19 y que se les seguirá pagando mientras estén de permiso.
Los trabajadores de procesamiento de carne son particularmente susceptibles al virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus, porque generalmente se encuentran hombro con hombro y se congregan en vestuarios y cafeterías llenas de gente.
La compañía dijo que la planta cerraría, a pesar de las nuevas medidas de seguridad introducidas para responder al brote.
«Proteger a los miembros de nuestro equipo es nuestra principal prioridad y la razón por la que hemos implementado numerosas medidas de seguridad durante este tiempo desafiante y sin precedentes», dijo Steve Stouffer, presidente del grupo de Tyson Fresh Meats. «A pesar de nuestros continuos esfuerzos para mantener a nuestra gente segura, mientras cumplimos con nuestro papel crítico de alimentar a las familias estadounidenses, la combinación de absentismo laboral, casos de COVID-19 y las preocupaciones de la comunidad han motivado nuestra decisión de detener la producción».
Stouffer dijo que el cierre de la planta tendría un efecto perjudicial en la cadena de suministro de carne de cerdo.
«El cierre tiene ramificaciones significativas más allá de nuestra empresa, ya que la planta es parte de una cadena de suministro más grande que incluye cientos de agricultores, camioneros, distribuidores y clientes independientes, incluidos los supermercados», dijo Stouffer. «Significa la pérdida de un mercado vital para los agricultores y contribuye aún más a la interrupción del suministro de carne de cerdo de la nación».
Antes del brote del virus del PCCh, los criadores de cerdos estadounidenses estaban preparados para un buen año con expectativas de subir los precios, en medio de la creciente demanda interna y extranjera.
En cambio, los cierres de restaurantes debido al virus han contribuido a pérdidas estimadas para la industria que rondan los USD 5000 millones. Algunos granjeros han recurrido a matar lechones, porque la caída de las ventas significa que no hay espacio para retener animales adicionales en condiciones cada vez más estrechas.
«Estamos en crisis y necesitamos la intervención inmediata del gobierno para mantener el sector agrícola, que es esencial para el suministro de alimentos de la nación», dijo Howard Roth, un productor de cerdos de Wauzeka, Wisconsin, y presidente del Consejo Nacional de Productores de Cerdo, un grupo comercial de la industria.
«Lamentablemente, es cierto que la eutanasia es una pregunta que surgirá en las granjas», dijo Roth.
En un intento por ayudar a los agricultores, el Departamento de Agricultura de EE.UU. anunció el viernes que gastará USD 3000 millones para comprar productos frescos, lácteos y carne que se enviarán a los bancos de alimentos.
El cierre de la planta de Waterloo ocurrió después que se conociera sobre cuatro empleados de Tyson Foods, vinculados a una instalación avícola en Georgia, que murieron por COVID-19.
El portavoz de Tyson Foods, Gary Mickelson, dijo a The Associated Press que tres de los empleados trabajaban en la planta de procesamiento de pollo de la compañía, mientras que la cuarta persona trabajaba en un trabajo de apoyo fuera de la planta.
Otros dos trabajadores de Tyson Foods murieron por el virus en su planta de Columbus Junction, Iowa.
Associated Press contribuyó a este informe.
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