Un nuevo estudio realizado por científicos alemanes reveló que la población de un grupo de aves acuáticas conocidas como colimbos de garganta roja o «buceadoras» disminuyó en más de un 90 % en el Mar del Norte después de que se construyeran allí parques eólicos marinos.
Las conclusiones del estudio, titulado «Large-scale effects of offshore wind farms on seabirds of high conservation concern» (Efectos a gran escala de los parques eólicos marinos en las aves marinas de gran interés para la conservación), se publicaron en la revista Nature el 13 de abril.
Los autores del estudio señalaron que «la energía eólica, en concreto la instalación de parques eólicos marinos, ha contribuido sustancialmente a la producción de energía renovable en las últimas décadas, y el Mar del Norte es actualmente la zona clave para los parques eólicos marinos en todo el mundo».
Los investigadores se propusieron analizar múltiples fuentes de datos para cuantificar los efectos de esos parques eólicos en las aves marinas de la familia Gaviidae (colimbos) del Mar del Norte alemán.
Los científicos utilizaron datos recopilados desde barcos, aviones y estudios aéreos digitales recogidos entre 2000 y 2017 que se armonizaron y combinaron para un análisis conjunto con el fin de examinar los cambios en las poblaciones de colimbos tras la construcción de los parques eólicos.
Ellos encontraron que la «distribución y abundancia de aves acuáticas buceadoras cambió sustancialmente desde el período anterior al período posterior a la construcción de parques eólicos marinos», con poblaciones de colimbos de garganta roja que disminuyeron en un 94% dentro de una zona de 1 kilómetro de los parques eólicos y en un 52 % dentro de los 10 kilómetros de los parques eólicos.
Efectos negativos en las tendencias demográficas
Según los investigadores, la población total estimada en todos los grupos de parques eólicos (múltiples emplazamientos de parques eólicos marinos en las inmediaciones) se redujo en casi un tercio, pasando de 34,865 individuos antes de la construcción a 24,672 después de ella.
«La redistribución observada fue un efecto a gran escala, ya que las aves se agruparon dentro del área de estudio a grandes distancias de los parques eólicos marinos», señalaron los autores del estudio. «Aunque las energías renovables serán necesarias para abastecer una gran parte de nuestras demandas energéticas en el futuro, es necesario minimizar los costos en términos de especies menos adaptables, para evitar amplificar la crisis de biodiversidad».
Los autores del estudio señalaron que es difícil establecer cuáles serán las consecuencias poblacionales para los colimbos o cómo afectará el desplazamiento a los individuos y sus poblaciones.
«No obstante, la menor disponibilidad de hábitat de primera calidad y las consiguientes opciones inferiores de búsqueda de alimento pueden representar riesgos para las poblaciones de colimbos por la reducción de su condición corporal, el retraso de su marcha a las zonas de cría y el menor éxito reproductivo, con efectos negativos en las tendencias de la población», escribieron los autores.
«El descenso observado en el número de ejemplares desde antes hasta después del establecimiento de los parques eólicos marinos indica una fuerte presión negativa sobre los colimbos en el sureste del Mar del Norte», concluyeron los autores.
Ballenas muertas en la costa
Las últimas revelaciones surgen después que en los últimos meses ha aparecido un mayor número de ballenas muertas en la costa este de Estados Unidos, lo que llevó a un grupo de alcaldes del estado de Nueva Jersey a pedir una moratoria inmediata de los parques eólicos marinos en la zona hasta que las agencias federales y estatales puedan investigar las muertes y «determinar con seguridad» que las actividades eólicas marinas no están contribuyendo en ellas.
A medida que más y más países se decantan por formas de energía renovables y eliminan progresivamente los combustibles fósiles, aumenta el número de parques eólicos que se apuntalan.
Según un estudio sobre la electricidad en el mundo publicado el miércoles por Ember, un grupo de reflexión independiente sobre energía, la generación de electricidad a partir de la energía eólica creció un 17% en 2022, representando el 7,6% de la generación mundial de electricidad.
Según el informe, más de sesenta países generan ya más del 10% de su electricidad a partir de energía eólica y solar.
En mayo del año pasado, Alemania, Bélgica, Dinamarca y Holanda anunciaron planes para construir un total de 150 gigavatios de energía eólica marina en el Mar del Norte para 2050.
«Esto nos preocupa mucho», declaró al Straits Times, Stefan Garthe, coautor de los resultados del último estudio y catedrático de ecología marina de la Universidad de Kiel, Alemania. «Aunque reconocemos la necesidad urgente de energías renovables, nos enfrentamos al problema de que los parques eólicos apenas aportan beneficios a las aves marinas».
Los autores del estudio afirmaron que es necesario seguir investigando para saber qué aguas marinas son las más adecuadas para establecer parques eólicos marinos sin sacrificar los objetivos de conservación de las especies, y que la decisión de construirlos debe tener en cuenta la crisis de biodiversidad existente.
«Esto supondría una especie de compromiso entre la instalación de energías renovables y la prevención de la pérdida de biodiversidad», dijo Garthe.
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