La Policía del Territorio de la Capital Australiana (ACT) ha confirmado el uso de un Dispositivo Acústico de Largo Alcance (LRAD) —a menudo considerado como un arma sónica— en la protesta masiva contra los mandatos de vacunas en Canberra el 12 de febrero, a pesar de que el comisario de la Policía Federal Australiana (AFP) describió a la multitud como que «se comportó bien».
«La Policía del Territorio de la Capital Australiana ha desplegado varios tipos de altavoces y dispositivos de amplificación para transmitir rápida y eficazmente mensajes de voz a grandes, y a menudo ruidosas, multitudes de personas durante la reciente actividad de protesta en Canberra», dijo un portavoz de la Policía del Territorio de la Capital Australiana en una declaración a The Epoch Times el 16 de febrero.
«Los [LRAD] solo se utilizaron para transmitir mensajes hablados. No se utilizó la función de ‘alerta'».
Los LRAD, también conocidos como armas acústicas o cañones de sonido, se utilizan para proyectar sonidos muy fuertes a largas distancias. Si bien la función de voz puede ser útil para comunicarse en entornos ruidosos, el ajuste más peligroso del dispositivo, la función de alerta, puede causar daños cerebrales, pérdida de audición permanente, pitido en los oídos, mareos y desorientación.
Una hoja informativa de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) afirma que la tecnología se utiliza para el control de multitudes emitiendo niveles de ruido fuertes y dolorosos que pueden provocar daños importantes en los oídos.
Los LRAD funcionan utilizando cientos de transductores para crear un sonido altamente concentrado y amplificado que puede reducirse para centrarse en zonas específicas. Los militares estadounidenses utilizaron dispositivos similares en Irak en 2004.
Las fotos y los videos que circulan por las redes sociales muestran a los LRADs colocados en la parte delantera de la Casa del Parlamento orientados hacia la ubicación de decenas de miles de manifestantes, formados por individuos y familias con niños, en el césped de enfrente.
Los asistentes a las protestas han acudido a las redes sociales para quejarse de los síntomas que, según ellos, son consecuencia de los LRAD. Sin embargo, The Epoch Times no ha podido verificar de forma independiente estas afirmaciones.
A principios de la semana, durante una audiencia de estimaciones del Senado el 14 de febrero, los senadores Alex Antic y Malcolm Roberts buscaron la confirmación del comisionado de la AFP Reece Kershaw sobre si las armas sónicas estaban presentes y fueron desplegadas en las protestas.
Respondiendo a Roberts, Kershaw dijo: «Eso sería algo que corresponde a nuestra metodología policial y que tendríamos que estudiar en algún tipo de reclamación de inmunidad de interés público, senador».
Roberts respondió: «Seguramente es de interés público saber si estaban o no allí sin ahondar demasiado en ello».
«Tendría que… Si pudiera tomar eso en cuenta, tendría que asesorarme», dijo Kershaw.
Más tarde, Antic, que apareció virtualmente, mostró una foto de los LRAD tomada fuera del parlamento en un intento de asegurar la confirmación.
La presidenta del comité, la senadora Sarah Henderson, intervino cortésmente para informar a Antic de que Kershaw ya había aceptado la pregunta de Roberts.
«Con el beneficio de tener esa fotografía que tiende a confirmarlo, ¿todavía no podemos confirmar que ese dispositivo estaba allí el día?» dijo Antic.
«Sí, creo que para ser correcto… me gustaría tomar eso en cuenta», dijo Kershaw.
Antic señaló que la policía solo detuvo a tres personas de las decenas de miles (el tamaño real de la multitud es discutido) en comparación con las protestas mucho más pequeñas de otros grupos celebradas en el mismo lugar donde el número de detenciones fue mayor.
El comisario de policía Kershaw coincidió con la caracterización de Antic de las protestas del 12 de febrero como «mayoritariamente pacíficas».
«En general, la multitud se comportó bien y probablemente vieron que había… niños y familias que participaron», dijo Kershaw.
«Se comportaron bastante bien. Sin embargo, hubo muchas actitudes inadecuadas, pero eso no es una ofensa. Así que la policía se enfrentó a un buen número de abusos, pero, de nuevo, no cruzó el umbral penal».
A la protesta contra los mandatos de la vacuna asistieron australianos de todas las profesiones y condiciones sociales, y en ella participaron tanto personas vacunadas como no vacunadas, pero que están en contra de los mandatos del gobierno estatal.
Un miembro federal del Parlamento dijo que era la mayor protesta que había visto en Canberra en sus 11 años como parlamentario. Por su parte, el comisario de policía Kershaw dijo en la audiencia de estimaciones del Senado que era la mayor protesta que la policía había visto desde la década de 1980.
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