RÍO DE JANEIRO—La policía brasileña arrestó a tres personas el domingo, incluido un legislador federal y un exjefe de policía, acusados de planificar y ordenar el asesinato en 2018 de la concejal de la ciudad de Río de Janeiro, Marielle Franco, y su conductor.
El ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, dijo en una conferencia de prensa que los arrestos cierran un caso de seis años que ofreció una mirada a cómo el crimen organizado se ha infiltrado en las instituciones públicas de Río.
La policía federal arrestó al congresista Chiquinho Brazao, a su hermano Domingos Brazao, concejal del tribunal de cuentas del estado de Río de Janeiro, y al exjefe de policía de Río Rivaldo Barbosa, dijo Lewandowski.
Los dos hermanos ordenaron el asesinato en 2018, mientras que Barbosa, quien se convirtió en jefe de policía un día antes de que ocurriera el asesinato, ayudó con la planificación y luego trabajó para sabotear la investigación, según encontró la investigación de la policía federal.
«Esta investigación es una especie de radiografía de cómo operan las milicias y el crimen organizado en Río de Janeiro y de cómo hay, digamos, un entrelazamiento con algunos organismos políticos y algunos organismos públicos», dijo.
El ministro de Justicia dio por cerrado el caso, pero dijo que las conclusiones podrían llevarlo a resolver otros casos o abrir nuevas investigaciones.
Más allá de las órdenes de arresto, la policía cumplió 12 órdenes de registro e incautación. Las cuentas bancarias vinculadas a los implicados fueron congeladas, afirmó el ministro.
Otras cuatro personas, incluida la esposa de Barbosa y un exjefe de investigaciones de homicidios de Río, tendrán que usar pulseras electrónicas en los tobillos y se les prohibirá hablar entre sí, dijo Lewandowski.
En declaraciones a los periodistas frente a la sede de la policía federal en Río, el abogado de Brazao afirmó que su cliente es inocente. La oficina de Chiquinho Brazao y la policía de Río no respondieron a solicitudes de comentarios.
Franco y su conductor Anderson Gomes fueron asesinados a tiros en su auto después de salir de un evento la noche del 14 de marzo de 2018.
En 2019, dos expolicías, Ronnie Lessa y Elcio de Queiroz, fueron acusados de disparar contra Franco y su conductor, y el año pasado la policía arrestó a otro sospechoso vinculado al caso.
Queiroz, acusado de conducir el coche utilizado en el crimen, y Lessa, sospechoso de disparar el arma, llegaron a acuerdos con las autoridades, y Lessa proporcionó información sobre quién dio la orden de matar a Franco.
Franco se opuso a los intereses de los hermanos Brazao, afirmó Lewandowski. Mientras Franco quería convertir determinadas propiedades en viviendas para pobres, los hermanos Brazao querían darles uso comercial, afirmó el ministro.
Franco, de 38 años, nació en un barrio pobre de Río. Los investigadores han dicho que creían que su asesinato fue un asesinato político llevado a cabo por sicarios a sueldo.
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