La policía francesa disparó gases lacrimógenos contra varios manifestantes del «Convoy de la Libertad», de inspiración canadiense, que protestaban en la avenida de los Campos Elíseos de París contra las restricciones impuestas por la COVID-19 en la capital.
La policía ya había detenido a 500 vehículos en tres puntos de control a primera hora del sábado en París. A media mañana, se habían repartido casi 300 multas. La situación se tornó tensa y se produjeron «refriegas» hacia la hora del almuerzo, según varios medios de comunicación locales.
Los vehículos del Convoy de la Libertad habían bloqueado la plaza de l’Étoile, alrededor del Arco del Triunfo, a las 16.00 horas, con grandes multitudes reunidas en las calles. La policía antidisturbios intentaba dispersar a la gente con «repetidos disparos de gas lacrimógeno», dijo un periodista en un tuit el 12 de febrero.
Las protestas del Convoy de la Libertad en Canadá contra los mandatos han paralizado ciertas regiones de Ottawa desde finales de enero y también han bloqueado puntos de paso cruciales en la frontera entre EE. UU. y Canadá. Las protestas que se están produciendo en Francia son contra las normas que obligan a obtener pases de vacunación para entrar en lugares públicos.
El pase de vacunación, que sustituyó a la tarjeta sanitaria y entró en vigor el 24 de enero, se ha convertido en un requisito para entrar en bares, restaurantes, ferias, centros comerciales, parques temáticos y museos, así como para acceder a determinados servicios sociales y médicos.
«Llevamos tres años dando vueltas… Vimos a los canadienses y nos dijimos: ‘Es increíble lo que están haciendo’. En ocho días, boom, algo se desencadenó», dijo a Reuters el jubilado Jean-Marie Azais al referirse a la estrategia francesa contra la COVID.
Una mujer que animaba a los automovilistas dijo al medio de comunicación que los manifestantes debían desafiar la orden policial que pedía a los manifestantes que permanecieran fuera de los límites de París.
La tarjeta sanitaria de los adultos que no se hayan vacunado cuatro meses después de la segunda dosis se desactivará a partir del 15 de febrero.
La policía francesa había enviado más de 7000 agentes, así como camiones con cañones de agua y vehículos blindados para gestionar las protestas. La policía detuvo a cinco manifestantes de la región del sur de París por llevar martillos, mascarillas de gas, hondas y cuchillos.
La policía presente en el lugar de los hechos se mostró tensa y disparó gases lacrimógenos después de que varios fotógrafos tomaran fotos de agentes sometiendo y pateando a un manifestante, según un reportaje de AP. Un fotógrafo de AP fue golpeado en la cabeza con un bote de gas lacrimógeno.
El primer ministro francés, Jean Castex, lanzó una severa advertencia a los manifestantes.
«Si bloquean el tráfico o si intentan bloquear la capital, debemos ser muy firmes al respecto. El derecho a manifestarse y a tener una opinión son un derecho constitucionalmente garantizado en nuestra república y en nuestra democracia. El derecho a bloquear a los demás o a impedirles entrar y salir no lo es», declaró a la cadena de televisión France 2.
El presidente francés, Emmanuel Macron, reconoció que los ciudadanos se sentían fatigados por la prolongación de la pandemia durante años. En una entrevista con un periódico local, Macron dijo que ese cansancio «lleva a la ira. Lo entiendo y lo respeto. Pero pido la máxima calma».
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