La ACRP, hablando en nombre de «un grupo de accionistas preocupados de la Compañía Coca-Cola», exigió que la compañía de refrescos «se retracte públicamente de las políticas discriminatorias de asesoría externa» o «proporcione acceso a los registros corporativos relacionados con la decisión de los funcionarios y directores de Coca-Cola para que adopten y retengan esas políticas ilegales».
La política de contratación específica de la raza de Coca-Cola, de acuerdo con la ACRP, ha expuesto a la corporación y sus accionistas a un «riesgo material de responsabilidad» por violar potencialmente las leyes contra la discriminación, incluido el Título VII de la Ley de Derechos Civiles, la cual prohíbe la discriminación en el empleo por motivos de raza, color, religión, sexo y origen nacional.
La carta argumentó además que todos los tomadores de decisiones de Coca-Cola sabían, o deberían haber sabido, que la política era potencialmente ilegal. Dijo que aquellos que no eran tan conscientes de los riesgos legales o no cumplieron con su responsabilidad o «confiaron en el consejo inexcusablemente incorrecto de un abogado».
El plan de diversidad fue archivado tras la renuncia de Bradley Gayton como consejero general de Coca-Cola, luego de menos de un año en el puesto de liderazgo. Gayton escribió en enero que es una «crisis» que la profesión jurídica no «trate el tema de la diversidad y la inclusión como un imperativo empresarial».
“Los Accionistas, por lo tanto, exigen que se retracte inmediatamente y públicamente de las políticas en su totalidad”, concluyó la carta, agregando que ellos se verán “obligados a buscar reparación judicial” para proteger sus intereses en la empresa si no reciben respuesta a sus demandas dentro de los 30 días hábiles.
Coca-Cola, una de las empresas de alimentos y bebidas más grandes del mundo, fue criticada en febrero, cuando sus empleados habrían recibido instrucciones de ser «menos blancos» como parte de un curso de capacitación «Enfrentando al racismo» con entrevistas con el sociólogo Robin DiAngelo, autor de un libro de 2018 llamado «Fragilidad blanca».
«En EE. UU. y otras naciones occidentales, los blancos son socializados para sentir que son inherentemente superiores porque son blancos», se lee en una de las diapositivas, que habría sido enviada por un «denunciante interno» y posteada en Twitter por la comentarista de YouTube Karlyn Borysenko. El posteo se volvió viral.
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