Las políticas de la vacuna contra el COVID-19 perjudican la preparación del ejército estadounidense debido al drástico aumento de los trastornos y efectos secundarios atribuidos a las reacciones adversas de la vacuna y a la insuficiencia del reclutamiento, dijo un exmédico del grupo de trabajo de la COVID-19.
En una entrevista para el programa «Crossroads» de EpochTV, el Dr. Peter Chambers, un médico aeroespacial de los Boinas Verdes que sirvió en la Operación Lone Star en Texas, dijo que dijo a sus superiores que el 78 por ciento de las personas que daban positivo en las pruebas de COVID-19 o que mostraban síntomas de la enfermedad estaban totalmente vacunadas, y que la prevención del COVID-19 podía lograrse con medidas menos intrusivas.
Pero Chambers fue rechazado, y dijo que su superior le dijo que vacunar a los soldados era «política, no ciencia».
La Operación Lone Star fue lanzada por el gobernador de Texas, Greg Abbott, y utilizó a la Guardia Nacional para hacer frente al contrabando de personas y drogas a través de la frontera sur con México.
Chambers dijo que su unidad hizo su trabajo en la frontera en condiciones horrendas, con algunos soldados de pie en el calor durante 12 horas usando chalecos antibalas, y todos estaban bien.
«Nadie fue al hospital por síntomas de COVID. Ni uno solo. No perdimos ni un solo soldado», dijo. «Fueron al hospital después de ser [vacunados]».
Prevención
Cuando Chambers se convirtió en miembro del Grupo de Trabajo COVID-19 de Texas en 2020, dijo que su primera preocupación era dar a las tropas ivermectina e hidroxicloroquina como medida preventiva.
Había visto zonas en África y la India con un número de casos muy bajo, y también había estado en algunas misiones en África, donde la hidroxicloroquina y la ivermectina se utilizan de forma rutinaria para tratar la malaria. Chambers dijo que en sus propios despliegues, las tropas recibían a menudo hidroxicloroquina como medida de protección contra la enfermedad.
«Cuando dije la palabra ‘hidroxicloroquina’, me dijeron que no volviera a decirla. No saques el tema», dijo.
Chambers dijo que preguntó por qué, y que los otros miembros del grupo de trabajo dijeron que era porque el presidente Donald Trump había sugerido el uso de hidroxicloroquina para COVID-19.
«Yo dije: ‘No importa lo que haya dicho Trump. Yo soy médico. Yo la he utilizado. Es muy seguro'», dijo Chambers.
Prevención del COVID-19
Cuando se puso en marcha la Operación Lone Star en Texas, el trabajo de Chambers consistió en cuidar de la salud de miles de tropas desplegadas en la frontera sur de Texas, de las que solo el 28% estaban vacunadas contra el COVID-19.
Chambers hizo hincapié en la necesidad de practicar una buena prevención para mantener la seguridad de las tropas, algo que, según dijo, hizo cuando estuvo en una misión como médico aeroespacial «en países extranjeros y en los peores lugares del mundo».
Una de estas medidas es el uso de un hisopo nasal con Betadine y solución salina, dijo Chambers, añadiendo que discutió este tratamiento con el Dr. Peter McCullough, internista, cardiólogo, epidemiólogo y principal experto en el tratamiento de COVID-19, y también con otros médicos.
Chambers comenzó a utilizar este método después de ver un estudio en abril de 2021, y lo encontró eficaz en la prevención de la propagación de COVID-19 entre las tropas bajo su cuidado que permanecieron en cuartos apretados de hasta 15 personas en un pequeño remolque.
Los soldados que prestan servicio en la frontera se enfrentan a unos 900 ilegales que cruzan la frontera a diario, hasta 20,000 a la semana, y ninguno de ellos se somete a pruebas, dijo Chambers.
«Me preocupa más que [la tuberculosis] llegue a la frontera», dijo.
Chambers trató de alertar al mando sobre el significativo aumento de ciertas enfermedades entre los miembros del servicio durante 2021 en comparación con los años anteriores.
Por ejemplo, el número de lesiones por desmielinización y trastornos neurológicos entre los soldados aumentó en 2021 en aproximadamente un 1100 por ciento, dijo.
La preparación militar durante la pandemia de COVID-19 podría haberse logrado incluso con un bajo nivel de vacunación a través de medidas menos intrusivas, como la medicina preventiva, dijo Chambers, y las políticas de vacunación impactaron en el reclutamiento militar, que actualmente está en un 40 por ciento de donde debería estar.
Esto, a su vez, ha debilitado la seguridad nacional, dijo.
«No seremos capaces de librar una guerra en dos frentes, lo que solíamos hacer, y mucho menos en un solo frente».
Reacciones adversas
La preocupación de Chambers comenzó a crecer cuando se pusieron en marcha las vacunas contra el COVID-19 y Pfizer Inc. admitió cientos de reacciones adversas en sus estudios iniciales (pdf), dijo.
También empezó a ver estas enfermedades en su unidad y, en algunos casos, los pacientes tuvieron que ser tratados en la unidad de cuidados intensivos del hospital, dijo.
Por ejemplo, Chambers vio a un soldado de 27 años ingresado en el hospital y diagnosticado de pericarditis y algún otro trastorno cardíaco.
«La cantidad de sangre que bombeaba su corazón [era] equivalente a la de una persona de 78 años con insuficiencia cardíaca congestiva», dijo Chambers. «Se le trató y luego tuvimos que dejarlo ir, fuera de la misión».
Chambers dijo que también tuvo pacientes con síntomas similares a los de un derrame cerebral y desmielinización.
La desmielinización es una enfermedad que provoca daños en la vaina protectora de mielina que recubre los nervios, y también es una reacción adversa de la vacuna COVID-19 (pdf).
El médico también se muestra preocupado por los efectos secundarios, que pueden ser el resultado del debilitamiento del sistema inmunitario debido a la vacunación contra el COVID-19. Por ejemplo, el síndrome de deficiencia autoinmune inducido por la vacuna (VAIDS) se parece al VIH, que ataca al sistema inmunitario y puede conducir al SIDA, añadió.
En junio se modificó la política que impedía el despliegue de los miembros del servicio seropositivos, señaló Chambers. «Ahora está bien desplegar si eres seropositivo, pero no está bien desplegar si no te has aplicado las vacunas [COVID-19]».
La alteración de la inmunidad causada por las vacunas contra el COVID-19 también puede provocar la aparición repentina de lesiones que «se parecen mucho a la viruela del mono», dijo Chambers.
Consentimiento informado
Según las normas del Ejército, se requiere el consentimiento informado antes de que los miembros militares se apliquen las vacunas autorizadas para uso de emergencia, dijo Chambers, por lo que proporcionó a las tropas bajo su cuidado la información necesaria para tomar una decisión informada sobre la vacuna contra el COVID-19.
En ese momento, Chambers atendía a 3000 soldados de la Guardia Nacional desplegados en la frontera sur. Dijo que daba el consentimiento informado a grupos de 500 soldados a la vez y les decía que, como la mayoría de ellos eran jóvenes, no necesitaban la vacuna, y que si necesitaban tratamiento para una infección por COVID-19, podían ser trasladados a un hospital para recibir hidroxicloroquina o ivermectina.
Pero entonces los superiores de Chambers le pidieron que explicara por qué había una tasa tan baja de vacunación contra el COVID-19 entre sus soldados. Cuando descubrieron que Chambers daba su consentimiento informado, le dijeron que el requisito de vacunación era una política, no una ciencia.
Chambers dijo que tenía que seguir dando el consentimiento informado en virtud de las normas del Ejército de Estados Unidos.
«Posteriormente, hubo una pelea. Intentaron despedirme. Tenía la protección del denunciante, así que me sacaron de la frontera antes de tiempo», dijo.
«Pasé de ser el médico ‘niño de oro’ de las Fuerzas Especiales a: ‘Ya no te queremos aquí'», dijo Chambers.
The Epoch Times se puso en contacto con el Departamento Militar de Texas para pedirle comentarios.
El propio Chambers se vacunó contra el COVID-19 y semanas más tarde desarrolló vértigo. Fue ingresado en un centro de tratamiento militar, donde se le diagnosticó vértigo causado por desmielinización.
Chambers testificó en un juicio contra el Departamento de Defensa sobre el mandato de la vacuna militar. En su testimonio, dijo que había planeado jubilarse en 2023 cuando alcanzara los 40 años de servicio, pero que el vértigo le obligó a retirarse anticipadamente en 2022 y a renunciar a las prestaciones adicionales que habría recibido si hubiera alcanzado los 40 años.
Cuando le preguntaron en el juzgado por qué se vacunó, respondió: «Porque confiaba en mi gobierno».
Chambers se convirtió en un denunciante y compartió sus preocupaciones con el senador Ron Johnson (R-Wis.), que está facilitando el intercambio de información de las primeras investigaciones sobre los productos para el COVID-19 con el Congreso.
Chambers anima a la gente a investigar por sí misma los productos médicos que toma.
«No se pongan en fila para recibir una inyección hasta que estén convencidos de que no se trata de un uso de emergencia y de que es seguro y eficaz», dijo. «Convénzase».
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
