Un nuevo análisis del Instituto Heartland informa que los costos de calefacción y refrigeración del hogar de la familia estadounidense promedio aumentaron hasta en mil dólares en 2021 como resultado de las políticas energéticas y ambientales del presidente Joe Biden.
«El hogar estadounidense promedio en 2021 gastó 600 dólares más de gasolina y 70 dólares más de electricidad por costos más elevados. Además, los hogares que utilizan gas natural pagaron un promedio de 300 dólares más y los que utilizan gasóleo de calefacción unos 1000 dólares más. De forma acumulada, el hogar estadounidense promedio pagó unos 1000 dólares más en costos de energía en 2021, en comparación con 2020», escriben en el informe los autores de Heartland, Linneau Lueken y Jack Taylor.
«También es importante señalar que estos precios más altos de la energía se incorporaron a los costos de todos los bienes y servicios comprados y vendidos en la economía, contribuyendo a la inflación general». Teniendo en cuenta estos costos, está claro que las desastrosas políticas energéticas y climáticas de la administración Biden costaron al hogar promedio estadounidense —directa o indirectamente— mucho más de 1000 dólares durante el año pasado», dijeron Lueken y Taylor.
Taylor es presidente del Instituto Heartland, con sede en Chicago, una fundación educativa conservadora. Lueken es miembro investigador de Heartland.
Entre las políticas de Biden que, según el informe, están provocando un aumento drástico de los costos energéticos se encuentran las siguientes:
- Cancelar el oleoducto Keystone XL que une las zonas productoras de petróleo de Canadá con las refinerías del medio oeste y el sur de Estados Unidos.
- Restringir las perforaciones en partes del océano Ártico, el mar de Bering y las tierras federales continentales, especialmente en el oeste de Estados Unidos.
- Establecer una moratoria sobre los nuevos arrendamientos de petróleo y gas en tierras federales.
- Rescindir los contratos de producción de energía en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico.
- Planes para cerrar casi la mitad de la Reserva Nacional de Petróleo en Alaska.
- Nuevas y estrictas regulaciones sobre las emisiones de metano de la producción nacional de petróleo y gas de Estados Unidos.
- Clasificar como tóxicos los residuos de agua de las perforaciones de petróleo y gas.
- Considerar la posibilidad de aumentar los cánones que pagan al gobierno federal las empresas de combustibles fósiles que producen petróleo y gas natural en tierras federales.
- Las políticas más perjudiciales de Biden «son el bloqueo del oleoducto Keystone XL y la suspensión de los arrendamientos de petróleo y gas en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico», dijo Taylor a The Epoch Times el 15 de febrero.
A su vez añadió que las políticas de Biden también están creando un «mensaje y una atmósfera general escalofriante» que desalienta «la inversión y la producción, lo que a su vez está creando una escasez de suministro y precios más altos» para los combustibles fósiles asequibles.
Dan Kish, vicepresidente senior del Instituto de Investigación Energética, coincidió con el análisis del informe de Heartland y declaró a The Epoch Times que «en lugar de impulsar una energía cara y rogar a la OPEP y a Rusia por más petróleo, el presidente Biden debería trabajar para eliminar los impedimentos a la producción de energía aquí en casa, acelerar los oleoductos y reducir las regulaciones».
Kish también predijo un aumento adicional de los costos de la energía y de los costos del consumidor debido al énfasis de Biden en la conversión del sistema de transporte privado de los motores de combustión interna que utilizan gasolina a los vehículos eléctricos (EV).
«El aumento de 1000 dólares por familia en los costes energéticos es sólo el comienzo. Hay que añadir a la factura el costo desorbitado de los coches nuevos, ya que cada VE que se construye hace perder dinero a sus productores, lo que obliga a los fabricantes de automóviles a aumentar los precios de los vehículos normales de combustión interna», dijo Kish.
Kish también señaló que los precios de los vehículos eléctricos están aumetando. «A pesar de todo el bombo y los anuncios de la Super Bowl, los VE se enfrentan a oleadas de alzas de precios debido al control que ejerce China sobre los minerales y productos que entran en las baterías y sistemas de estos vehículos».
Los líderes del Congreso entrevistados por The Epoch Times también señalaron que las políticas energéticas y medioambientales de Biden impulsan el aumento de los costos de los consumidores para calentar y refrigerar los hogares y abastecer de combustible a coches y camiones.
«El aumento de los costos de la energía es el resultado de las malas políticas aplicadas por esta administración que no sabe qué hacer. El presidente Biden detuvo todo el arrendamiento de petróleo y gas en tierras federales y mató la construcción del oleoducto Keystone XL en su primera semana en el cargo. Estas acciones tienen consecuencias y son los estadounidenses trabajadores quienes están pagando el precio de la imprudente agenda del presidente», dijo el senador John Boozman (R-Ark.) a The Epoch Times.
Boozman es miembro de la Comisión de Medio Ambiente y Obras Públicas del Senado.
Del mismo modo, la representante Cathy McMorris Rogers (R-Wash.), principal miembro republicana de la Comisión de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, declaró a The Epoch Times: «Después de un año de su crisis energética, el presidente Biden tiene que abandonar el programa radical de cierre de la energía estadounidense», porque «1000 dólares más de costo energético para ir al trabajo y alimentar nuestros hogares golpea más a las familias de ingresos bajos y medios».
A principios de este año, McMorris Rogers, en una carta a la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, dijo que «en lugar de apoyar a los trabajadores estadounidenses y ayudar a reducir las facturas de energía de los consumidores, la administración Biden parece estar decidida a convertir a Estados Unidos en un país sumiso a los países extranjeros en lo que respecta a los minerales críticos necesarios para construir vehículos eléctricos y baterías».
«Las acciones y declaraciones de la administración, combinadas con sus objetivos declarados de imponer aún más regulaciones federales y ordenar emisiones netas de gases de efecto invernadero en toda la economía, están contribuyendo directamente al aumento de los precios de la energía y a la creciente dependencia de Estados Unidos de las impredecibles cadenas de suministro chinas», escribió Rogers.
Un portavoz de la Casa Blanca no respondió a la petición de The Epoch Times de comentar el análisis de Heartland.
The Epoch Times también se puso en contacto con el representante Raúl Grijalva (D-Ariz), el representante Donald McEachin (D-Va.) y la senadora Tammy Duckworth (D-Ill.). Grijalva preside el Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes. El sitio web del comité describe a los tres como «líderes del movimiento de justicia ambiental».
Al cierre de esta edición, ninguno de esos legisladores había respondido a la solicitud de comentarios sobre las implicaciones de justicia medioambiental en el aumento de los costes energéticos para las familias estadounidenses. The Epoch Times también se puso en contacto con el senador Joe Manchin (R-W.Va.). Un portavoz de Manchin declinó hacer comentarios sobre el informe de Heartland.
Además, The Epoch Times se puso en contacto con cuatro grupos ecologistas para recibir sus comentarios: el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC), el Centro de Investigación de la Propiedad y el Medio Ambiente (PERC), ConservAmerica y la Alianza por la Justicia Climática (CJA).
El NRDC, el PERC y la Alianza por la Justicia Climática no habían respondido al cierre de esta edición. Un portavoz de PERC declinó hacer comentarios, afirmando que el grupo no está centrado en este ámbito político por el momento
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