Políticos bolivianos repudiaron este miércoles los tres años de encarcelamiento de la expresidenta transitoria de Bolivia Jeanine Áñez (2019-2020) por la crisis política y social de 2019 y criticaron el actuar de la Justicia, que a su juicio, está controlada por el gobierno de Luis Arce.
El expresidente Carlos Mesa (2003-2005), líder del partido opositor Comunidad Ciudadana, manifestó que Áñez es una «presa política» y que su detención es una muestra «descarnada del control» del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).
«El encarcelamiento ilegal de la ex Presidenta Constitucional Jeanine Áñez que lleva 3 años como presa política del gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), es una muestra descarnada del control masista de la justicia y una violación flagrante de los derechos humanos», escribió Mesa en sus redes sociales.
Asimismo, se solidarizó con Áñez y dijo que se mantiene firme en su compromiso de «seguir luchando por la recuperación del Estado de Derecho en Bolivia».
Para el gobierno de Luis Arce y el MAS, en 2019 hubo un «golpe de Estado» contra Evo Morales, mientras que la oposición sostiene que las protestas que derivaron en su renuncia a la Presidencia fueron consecuencia de un fraude a su favor en los fallidos comicios generales de ese año, que luego fueron anulados.
Por su parte, el exministro de Defensa del gobierno de Áñez, Fernando López, escribió en sus redes sociales que tras tres años «del secuestro» de la exmandataria, hay una «ausencia absoluta del Estado de Derecho».
«A seguir con fe, fuerza y unidad #LaUnidadNosHaráLibres», finalizó López, quien tiene una orden de captura de Bolivia en su contra y se encuentra refugiado en Paraguay.
Carolina Ribera, hija de la exmandataria, publicó un video en el que señala que ya son 1095 días de encierro de su madre y que es el «mayor trofeo político del MAS para sostener su patraña del supuesto golpe de Estado».
«Mi madre es el ejemplo más cruel del abuso y de la violencia política que aplica el régimen masista, todo a través de la injerencia política en la justicia», sostuvo Ribera.
Indicó que el «viacrucis» que sufre Áñez y los otros «presos políticos» debe llamar a la reflexión para tomar decisiones apelando a la «unidad» para que el MAS no gane las elecciones en 2025.
Áñez fue arrestada el 13 de marzo de 2021 en la ciudad de Trinidad, en el departamento de Beni, y luego trasladada a La Paz, en donde un juez dictó su detención preventiva acusada por terrorismo, sedición y conspiración en el caso llamado «golpe de Estado I».
En 2022, un tribunal la condenó a 10 años de prisión en el caso «golpe de Estado II» por resoluciones contrarias a la Constitución e incumplimiento de deberes por situarse ilegalmente en la línea de sucesión presidencial luego de la renuncia de Morales y de los líderes de la Asamblea Legislativa.
Áñez siempre ha reclamado un juicio especial de responsabilidades por ser exmandataria y ha cuestionado que al menos siete procesos en su contra se están desarrollando por la vía ordinaria.
Durante este tiempo en la cárcel, Áñez, abogada y comunicadora de profesión, se graduó como técnica en textil y confecciones, además escribió ‘Jeanine, de puño y letra’, un libro que cuenta los hechos de 2019 y su llegada al Gobierno.
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