El secretario de Estado Mike Pompeo advirtió el martes a un alto funcionario ruso que Rusia no debería interferir en los asuntos de Estados Unidos.
Pompeo se reunió con el canciller ruso Sergei Lavrov en Washington. Después de la reunión, dijo a los periodistas: «Sobre la cuestión de la interferencia en nuestros asuntos internos, fui claro, es inaceptable y dejé claras nuestras expectativas con Rusia».
“La administración Trump siempre trabajará para proteger la integridad de nuestras elecciones. Punto. Si Rusia o algún actor extranjero toman medidas para socavar nuestros procesos democráticos, tomaremos medidas en respuesta”, agregó.
El equipo del exasesor especial Robert Mueller y el Comité de Inteligencia del Senado han dicho, en informes, que Rusia intentó interferir en las elecciones de 2016.
En mayo Pompeo se reunió con Lavrov y el presidente ruso Vladimir Putin en Rusia.
“Nuestros lazos bilaterales son, por supuesto, complicados. Cooperamos en algunas áreas; en otros lugares, competimos», dijo Pompeo. Él y Lavrov acordaron a principios de este año «mantener abiertas nuestras líneas de comunicación y mantener nuestras conversaciones sinceras».
«Nuestras conversaciones de hoy continuaron eso», dijo. Los temas incluyeron contraterrorismo, narcóticos, Siria y Afganistán.
Dijo que las partes acordaron una desnuclearización definitiva y totalmente verificada para Corea del Norte y que una parte importante de la conversación fue Ucrania. Lavrov acaba de reunirse con Putin y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
«Reiteré al Ministro de Relaciones Exteriores Lavrov que Crimea pertenece a Ucrania y que la resolución del conflicto en el este de Ucrania comienza con la adhesión a los compromisos contraídos en virtud de los acuerdos de Minsk», dijo Pompeo.
Otro tema fue el control de armas; el presidente Donald Trump quiere un nuevo acuerdo trilateral que involucre tanto a Rusia como a China después que Estados Unidos y Rusia se retiraron del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio a principios de este año.
Lavrov dijo que la reunión demostró que «hablar entre nosotros es siempre mejor que no hablar entre nosotros», aunque sea difícil.
«Hablamos con franqueza y profesionalmente», dijo. «No solo intentamos escucharnos unos a otros, sino que también nos escuchamos unos a otros».
Lavrov dijo que las relaciones entre los países fueron «obstaculizadas y siguen siendo obstaculizadas por la ola de sospechas que ha superado a Washington».
«Hemos destacado una vez más que todas las especulaciones sobre nuestra supuesta interferencia en los procesos internos de Estados Unidos no tienen fundamento», agregó. “No hay hechos que respalden eso. No vimos estos hechos. Nadie nos ha dado esta prueba porque simplemente no existe».
Lavrov dijo que Rusia le preguntó al entonces presidente Barack Obama, en 2016, acerca de la evidencia de una supuesta interferencia rusa y continuó preguntando hasta la toma de posesión de Trump, pero recibió «cero respuestas».
Lavrov dijo que Rusia quería publicar las comunicaciones de esa época, pero la administración Trump se negó a hacerlo.
«Esperamos que la turbulencia que apareció de la nada desaparezca», dijo.
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