Análisis de noticias
“Necesitamos hacer todo lo posible para proteger nuestro estilo de vida estadounidense en casa y permitir que estos matones, autócratas y dictadores se muevan libremente no es lo mejor para los intereses de Estados Unidos”, tuiteó el exsecretario de Estado Mike Pompeo el 23 de febrero.
Pompeo podría haber estado hablando de Vladimir Putin y su reciente invasión a Ucrania, de Xi Jinping y su amenaza de hacer lo mismo con Taiwán, o de ambos.
Si su tuit se relaciona con China, y creo que sí, refuerza que, de los posibles candidatos presidenciales republicanos en 2024, Pompeo es el más duro con China. Eso también concuerda con lo que dicen mis fuentes.
Pompeo está redoblando su estatus de halcón chino al planear un viaje a Taiwán del 2 al 5 de marzo. El 3 de marzo se reunirá con la presidenta Tsai Ing-wen.
Pompeo y su esposa se reunirán con el vicepresidente Lai Ching-te y el ministro de Asuntos Exteriores Joseph Wu para cenar, lo que hará que no se trate sólo de negocios, sino también de relaciones sociales. Esa es la mejor manera de mejorar las relaciones entre nuestros dos países».
La visita, según un comunicado oficial de Taiwán, demuestra la naturaleza bipartidista del apoyo de Estados Unidos a la democracia de la isla.
Pero no todo el mundo está brindando. Beijing ya envió misivas ardientes a Taipéi denunciando a Pompeo. Taipéi es una ciudad en un país independiente que está a punto de albergar la mayor esperanza de Estados Unidos para 2024.
Las políticas Pompeo hacía China
En enero de 2021, justo cuando el presidente Joe Biden asumió el cargo, Beijing sancionó a Pompeo y a otros 27 altos funcionarios de la administración Trump.
Al Partido Comunista Chino (PCCh) no le gusta mucho Pompeo.
El año anterior, Pompeo dijo que el PCCh es un “depredador” y “la amenaza central de nuestro tiempo”.
Poco después, Pompeo volvió a romper el molde y calificó la persecución a los uigures por parte del régimen de Beijing como un “genocidio”. La designación abrió las compuertas para que la administración entrante y otros gobiernos de todo el mundo hicieran lo mismo. Eso puso a Beijing de lleno en la caja de “paria” de las relaciones internacionales.
Pompeo también facilitó que EE.UU. aprobara múltiples ventas de armas a Taiwán, fortaleció los intercambios bilaterales, apoyó una mayor participación de Taiwán en organizaciones internacionales y puso fin a las restricciones del Departamento de Estado sobre el contacto oficial de EE.UU. con Taiwán.
Pompeo dijo que, durante décadas, el Departamento de Estado había “creado complejas restricciones internas para regular las interacciones de nuestros diplomáticos, miembros del servicio y otros funcionarios con sus homólogos taiwaneses”.
Continuó: “El gobierno de Estados Unidos tomó estas acciones unilateralmente, en un intento de apaciguar al régimen comunista en Beijing. No más”.
Pompeo ha sido un firme defensor público de la democracia y la libertad de Taiwán tanto durante como después de su servicio en el gobierno. Confirmó que “Taiwán no ha sido parte de China” en una entrevista de radio de noviembre de 2020.
Durante la próxima visita a Taiwán, Pompeo estará acompañado por su asesor cercano, el Dr. Miles Yu, profesor de historia en la Academia Naval de EE.UU.
Yu argumenta que hay más evidencia del genocidio del PCCh contra Falun Gong que contra los uigures. Hay muchas pruebas de ambos, por supuesto, lo que significa que hay un genocidio doble o incluso triple en curso en China, si se incluye a los tibetanos.
Cuando se anunció la noticia del próximo viaje de Pompeo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China tomó nota de su condición de sancionado y lanzó una amenaza velada a Taiwán.
«Pompeo ha sido sancionado por China desde hace mucho tiempo debido a sus acciones y hechos antichinos», dijo Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, el 21 de febrero. El gobernante Partido Democrático Progresista de Taiwán «intenta conseguir la independencia con la ayuda de Estados Unidos y sólo conseguirá quemarse».
Los beneficios de la visita de Pompeo a Taiwán
El exdiplomático taiwanés Vincent Chao dijo el 21 de febrero que Taiwán se beneficiará de la visita de Pompeo de tres maneras. Primero, normalizará las reuniones gubernamentales de alto nivel entre Estados Unidos y Taiwán. En segundo lugar, pondrá la participación internacional de Taiwán en el centro de los objetivos de EE.UU. y tercero, liberará aún más las relaciones entre Estados Unidos y Taiwán de las restricciones anteriores.
La visita también podría beneficiar a Taiwán de otras maneras, si los tres temas principales de discusión incluyen las lecciones que la situación de Ucrania puede otorgar para los cambios necesarios en el estado de Taiwán y para garantizar su seguridad y soberanía.
Primero, Taiwán necesita una mejor disuasión contra la agresión territorial por parte del régimen chino. Esto debería incluir las armas convencionales más poderosas de Estados Unidos, pero también una disuasión nuclear independiente y las tropas estadounidenses y aliadas sobre el terreno. Si Ucrania tuviera armas más poderosas y las botas de la OTAN sobre el terreno, Putin no habría invadido. Taiwán necesita todo eso, y más, para disuadir a Beijing, que es mucho más poderoso que Moscú.
En segundo lugar, Taiwán necesita leyes más estrictas contra la influencia antiliberal extranjera, especialmente de Beijing. Eso debería incluir una mejor protección contra la influencia que el régimen intenta ejercer sobre Taipei a través de empresarios taiwaneses.
En tercer lugar, y con protecciones efectivas contra la agresión militar y política, la independencia y soberanía de Taiwán deben ser reconocidas internacionalmente, comenzando por Estados Unidos. Debe explicársele pública y contundentemente a Beijing que un país soberano no utiliza la amenaza de la fuerza. En cambio, la soberanía es inherente al pueblo, que vota para que se establezca su gobierno.
Mi último consejo para el próximo vuelo de Pompeo a Taiwán: No transite por China continental.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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