Los legisladores republicanos preguntaron a la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, sobre el lugar que ocupa la energía nuclear en el presupuesto propuesto por el presidente Biden para 2024 y la continua dependencia de Estados Unidos del uranio enriquecido procedente de Rusia.
«¿Por qué recortar la financiación de la energía nuclear?», preguntó el representante Jeff Duncan (R-S.C.) a Granholm, citando la disminución del gasto propuesto para los programas nucleares del departamento.
«Esos fondos se habían utilizado para financiar el programa de demostración de reactores avanzados, que ahora se financia a través de la ley bipartidista de infraestructuras», respondió Granholm.
Granholm testificó el 11 de mayo ante la Subcomisión de Energía, Clima y Seguridad de la Red de la Comisión de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes. Duncan preside esa subcomisión.
Duncan dijo que la energía nuclear es un tema que suscita un «amplio acuerdo» entre demócratas y republicanos y entre el Senado y la Cámara de Representantes.
Expertos y defensores de la industria nuclear como el consultor Mark Nelson, de Radiant Energy Group, y Ed McGinnis, director ejecutivo de la empresa de reciclaje de residuos nucleares Curio, expresaron una perspectiva similar a The Epoch Times en la Conferencia de la Thorium Energy Alliance del año pasado.
Sin embargo, las preguntas sobre la modalidad energética procedieron mayoritariamente de un solo partido en la audiencia del jueves por la tarde.
Frente a las ligeras protestas de algunos demócratas, que argumentaron que el gobierno de Biden ha mostrado un compromiso firme y continuado con la energía nuclear, Duncan y sus colegas republicanos presionaron continuamente a Granholm sobre el tema.
Granholm, interrogada sobre el uranio
Duncan preguntó por la lentitud de los movimientos para producir uranio poco enriquecido de alto ensayo (HALEU) en Estados Unidos. El HALEU es fundamental para alimentar algunos reactores avanzados.
Un memorando de febrero de 2023 de la Fundación para la Defensa de las Democracias fue directo sobre la pésima situación desde el punto de vista de Occidente: «Rusia es actualmente el único otro país que produce HALEU».
A principios de este periodo de sesiones, los legisladores trataron de prohibir las importaciones de uranio de Rusia, mediante legislación presentada en la Cámara de Representantes y el Senado.
Argumentan que es coherente con la prohibición impuesta el año pasado a las importaciones de petróleo ruso después de que el país invadiera Ucrania.
Mientras que el proyecto de ley del Senado sobre la prohibición del uranio es bipartidista y cuenta con el apoyo del senador demócrata Joe Manchin y otros demócratas, además de varios republicanos, la versión de la Cámara de Representantes sólo cuenta con el patrocinio republicano, al menos por ahora.
Granholm eligió cuidadosamente sus palabras en respuesta al interrogatorio de Duncan sobre HALEU.
«Tenemos que hacer un proyecto completo con respecto a HALEU y al uranio en general», dijo. «No queremos depender de Rusia», añadió.
La representante Cathy McMorris Rodgers (R-Wash.), que preside el comité en pleno, parecía frustrada cuando el funcionario de Biden evitó responder «sí» o «no» a las preguntas sobre una posible prohibición del uranio ruso.
«Sin duda lo consideraría si desarrolláramos nuestro propio suministro. Queremos ser energéticamente independientes. No queremos perjudicar a la flota [nuclear] existente», dijo Granholm.
Añadió que esperaba que la Administración y el Congreso pudieran colaborar en una estrategia para el uranio.
El representante Michael Burgess (R-Texas) preguntó a Granholm por los avances del gobierno en las tecnologías de reprocesamiento del combustible nuclear gastado.
Granholm mencionó un programa del Laboratorio Nacional de Idaho.
«Es pequeño, no enorme. Creo que puede ser mucho mayor», dijo Granholm.
«¿Qué nos está frenando?» preguntó Burgess.
«Históricamente, no ha sido una gran prioridad», respondió.
El representante Scott Peters (D-Calif.) criticó a los republicanos por lo que calificó de tergiversaciones de la actitud de la Administración Biden sobre la energía nuclear, la hidroelectricidad y otras alternativas sin hidrocarburos a la eólica y la solar.
«Reconocieron que las cosas llevan demasiado tiempo», dijo, en referencia a los comentarios de Granholm sobre la necesidad de una reforma de los permisos.
El representante Frank Pallone (D-N.J.) se mostró igualmente receloso de la retórica republicana sobre la Administración Biden, comentarios que se han intensificado con la revelación por parte del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de los registros bancarios que vinculan a la familia Biden con China y el Partido Comunista Chino.
«Usted es muy consciente de la amenaza de China», dijo Pallone a Granholm.
Granholm suena más republicana
De hecho, en lo que respecta a China, la energía y otras cuestiones, la retórica de la secretaria de Energía sonó relativamente conservadora cuando habló en la Cámara de Representantes, controlada por el Partido Republicano.
En lugar de hacer hincapié en la «transición» energética, en línea con los argumentos de los demócratas, Granholm habló de la necesidad de «diversidad energética» y de ampliar «el pastel energético».
Esto recuerda en cierto modo a los discursos republicanos sobre energía. Muchos legisladores del Partido Republicano hablan de seguir una estrategia de «todo por encima» en lo que respecta al futuro energético de Estados Unidos.
Sin embargo, otros comentarios de Granholm sonaron muy parecidos a la retórica de los demócratas, sobre todo en lo que respecta a la relación entre la guerra de Ucrania y los precios de la energía.
«La invasión rusa de Ucrania ha provocado un ajuste de cuentas con nuestra excesiva dependencia de los combustibles fósiles», declaró ante el subcomité.
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