“Si yo no puedo que venga otro”: Henrique Capriles renunció a las internas de la oposición para “ceder” espacio a un candidato que pueda inscribirse en las elecciones presidenciales de 2024 y enfrentar al líder Nicolás Maduro en las urnas.
“Tengo que cederle paso a otro (…) es claro que estoy inhabilitado”, dijo Capriles, durante un conversatorio con la Asociación de la Prensa Extranjera en Venezuela (APEX), el martes.
Desde 2017, Capriles, de 51 años, enfrenta una inhabilitación por supuestas «irregularidades administrativas» cometidas durante su gestión como gobernador del estado Miranda (2013-2017), que desde entonces le ha impedido ejercer cargos públicos.
Otros aspirantes de la primaria también están inhabilitados, incluída María Corina Machado, favorita en las encuestas, y Freddy Superlano, que entró en la carrera luego que Juan Guaidó se exilió en Estados Unidos.
Los organizadores del proceso interno, previsto para el próximo 22 de octubre, permitieron que políticos con esta sanción administrativa participaran por considerarlas inconstitucionales.
Y Capriles concuerda.
“Son inconstitucionales, ilegales y arbitrarias, pero en Venezuela no tenemos un gobierno democrático (…) y por lo tanto las reglas del juego las pone quien está en el poder”.
«La primaria es el 22 y yo tomé mi decisión”.
Pero, ¿por qué ahora?
Capriles repitió una y otra vez que se trató de una “decisión personal”, que toma en un momento en que todas las encuestas perfilan una victoria de Machado con una ventaja de hasta 30 puntos.
Dijo que tenía “expectativas” sobre el levantamiento de las inhabilitaciones políticas a través de un proceso de negociación en México con el chavismo, sin embargo no se han concretado.
“Tenemos mucho tiempo esperando que ese proceso de negociación se dé, y que genere un acuerdo que nos permita a los venezolanos ver luz (…)».
Las negociaciones entre el régimen de Maduro y la oposición en México no se han reanudado, por lo menos, formalmente desde noviembre de 2022. Y precisamente uno de los puntos en la agenda del grupo que adversa a Maduro tiene que ver con condiciones electorales y el levantamiento de las inhabilitaciones.
Delegados de ambas partes retomaron «contactos» en un intento por volver formalmente a las conversaciones, según agencias de noticias, en momentos en que Maduro mantiene un canal abierto con Washington.
“Hay un actor fundamental que es el dueño de la llave, que no somos nosotros, es los Estados Unidos de América, Washington (…) que son al final los que determinan sobre el tema de las sanciones, que es el fin, digamos, lo que le interesa a Maduro”, señala Capriles.
“La negociación, fundamentalmente está alrededor del tema de la sanción, entonces no depende de nosotros (…) Siempre he creído que los venezolanos necesitamos un acuerdo».
Y agrega: «si en Estados Unidos quiere ayudar a facilitar el acuerdo ojalá se concrete».
Sin estrategia consensuada
“Yo creo que yo esperé el tiempo suficiente y creo que mi retiro de la primaria es para facilitar el camino, no es para torpedear, no es para entorpecer”, sigue Capriles.
Pero sin una estrategia consensuada en la oposición en caso de que un candidato inhabilitado gane en las primarias y no pueda inscribirse en las presidenciales, o frente a las “arbitrariedades” del régimen, el camino para el grupo se complica.
“Hay dos opciones; o lidiamos con esas reglas y vencemos el desafío que nos ponen por delante o sencillamente nos quedamos de brazos cruzados”, insistió Capriles que marchaba de segundo en las encuestas.
Entonces, ¿a quién apoya Capriles?
“Quien gane la primaria debería ser el candidato, quien la gane será mi candidato y trabajaré por esa candidatura”, responde sin nunca asomar un nombre.
Pero de entrada, Capriles rechaza un posible escenario de sucesión “del trono” de precandidatos presidenciales. “No es una monarquía que yo le paso a mis herederos”.
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