¿Por qué un pequeño y remoto país africano es golpeado duramente por el virus del PCCh?

Seis legisladores de Burkina Faso dieron positivo en la prueba de COVID-19

Por Li Mingxiang
08 de mayo de 2020 3:48 PM Actualizado: 08 de mayo de 2020 3:50 PM

Comentario

Burkina Faso es un pequeño país, sin salida al mar, situado en el África Occidental. Aunque el país no es un centro de tránsito y está lejos de China, está muy afectado por el virus del Partido Comunista Chino (PCCh), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus. Entre los 23 miembros de su gabinete, seis ministros han contraído el virus.

Burkina Faso abarca 273,600 km², según datos del Banco Mundial en 2018. Las Naciones Unidas estiman que la población actual del país es de unos 20.8 millones de habitantes. El país, que algún día fue una colonia francesa, fue rebautizado en 1984 con el nombre de Burkina Faso, que significa «Tierra de gente incorruptible» en las principales lenguas nativas de la región.

Seis ministros del gabinete infectados con el virus del PCCh

En Burkina Faso había 645 casos confirmados y 43 muertes causadas por el virus del PCCh, al 30 de abril.

Según African News, Burkina Faso está experimentando uno de los índices de infección por el virus más altas del África subsahariana.

Hasta ahora se ha confirmado la infección de seis ministros del gobierno de los 23 miembros del gabinete del país, entre ellos el Ministro de Asuntos Exteriores, Comercio, Minas y Canteras, Educación, Interior y Comercio, informó Reuters el 10 de abril.

El país anunció su primera muerte por COVID-19 el 17 de marzo. La paciente era Rose Marie Compaore, de 62 años de edad, que era exvicepresidenta del parlamento.

El Ministro de Asuntos Exteriores Alpha Barry confirmó que estaba infectado con el virus del PCCh el 20 de marzo.

El número de casos confirmados probablemente representa solo «la punta del iceberg», comentó Jerry Jonas Mbasha, un funcionario que representa a Burkina Faso en la Organización Mundial de la Salud (OMS).

The New Humanitarian, un medio de comunicación independiente, reveló que el único laboratorio de pruebas del país se encuentra en Bobo Dioulasso, la segunda ciudad más grande y a cinco horas en coche de la capital. Esto significa que las muestras de los pacientes de todo el país tardarán al menos 12 horas en obtener los resultados del diagnóstico.

Actualmente solo hay un hospital con 500 camas y una pequeña clínica, cada una con unos pocos respiradores, designada para tratar a los pacientes infectados con el virus del PCCh, según el informe.

El informe dice que el gobierno quiere establecer un segundo laboratorio en la capital Uagadugú, pero nadie en el país está calificado para instalar el equipo.

El año pasado, 135 centros de salud en todo el país fueron cerrados debido a la escalada de violencia de grupos extremistas y militantes locales que han obligado a casi 800,000 personas a huir de sus hogares, según el informe. El creciente número de pacientes con virus podría abrumar al debilitado sistema de salud, resultando en una crisis de salud pública.

Las deficientes condiciones de vida en Burkina Faso también son un importante inconveniente en la lucha contra el virus del PCCh. Hay una grave escasez de agua en el país, lo que significa un saneamiento deficiente. Lavarse las manos con frecuencia es uno de los métodos clave para evitar que el virus se propague.

Además, muchos refugiados viven en barrios cerrados, con cinco a diez personas que comparten una tienda de campaña. Por lo tanto, es imposible mantener el distanciamiento social.

Mbasha, funcionario de la OMS, señaló al medio de comunicación árabe Al Jazeera que la comunidad internacional debe intervenir para ayudar a prevenir una crisis importante.

«Necesitamos que los asociados técnicos y financieros vengan y protejan a Burkina Faso», comentó.

Lecciones aprendidas por las malas

Los países con relaciones estrechas o lucrativas con el régimen chino son los más afectados por el virus del PCCh. Burkina Faso no es una excepción.

El 24 de mayo de 2018, Burkina Faso anunció que rompería las relaciones diplomáticas con Taiwán, que el régimen chino considera parte de su territorio. Dos días después, el Ministro de Relaciones Exteriores del país africano, Alpha Barry, firmó un acuerdo con el Ministro de Relaciones Exteriores chino Wang Yi para reanudar las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Desde 2016, Beijing se ha centrado en atraer a los aliados de Taiwán ofreciéndoles inversiones y préstamos chinos. A pesar de que Taiwán es una isla autónoma con su propio gobierno elegido democráticamente, Beijing considera a Taiwán como una provincia rebelde que debe unirse con el continente, con fuerza militar si es necesario.

Burkina Faso y China establecieron un comité económico y comercial conjunto poco después de reanudar las relaciones diplomáticas. Desde entonces, el comercio bilateral se ha desarrollado rápidamente y se han producido varias visitas de funcionarios de alto nivel entre ambos países.

En septiembre de 2018, el presidente de Burkina Faso, Roch Marc Christian Kaboré, realizó una visita de Estado a China y asistió a la Cumbre del Foro de Cooperación entre China y África, en Beijing.

En enero de 2019, el Ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, visitó cuatro países africanos, incluido Burkina Faso.

En abril de 2019, el presidente y el Ministro de Relaciones Exteriores de Burkina Faso hicieron otra visita de Estado a China.

En julio de 2019, cuando el Viceministro de Agricultura de China, Qu Dongyu, fue elegido Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Qu recibió «firme apoyo» de Burkina Faso. Los medios de comunicación estatales China Daily informaron que Wang Yi expresó más tarde: «A partir de ahora, China tiene otro buen amigo, que son nuestros aliados africanos, dentro de las organizaciones internacionales de las Naciones Unidas».

En el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2019, 22 países condenaron la detención a gran escala de uigures en China. Mientras tanto, más de 50 países emitieron colectivamente una declaración conjunta en la que expresaban su apoyo al régimen chino. Burkina Faso fue uno de los países que optó por apoyar al PCCh. Entre los partidarios del PCCh se encontraban violadores de los derechos humanos, como Rusia, Venezuela, Corea del Norte, Birmania (Myanmar) y Camboya.

La gran mayoría de los países africanos son países en desarrollo y fueron el centro de los esfuerzos diplomáticos del PCCh. Beijing influye y manipula a estos países ofreciendo tratos lucrativos, como asistencia económica sustancial, inversión, comercio, así como ayuda con proyectos de infraestructura local.

En la actualidad, los países africanos más infectados por el virus tienen estrechos vínculos políticos o económicos con el régimen chino, como Egipto, Sudáfrica, Marruecos y Argelia.

En cambio, Swazilandia, que ahora se conoce oficialmente como Esuatini, que es el único país de África que no ha establecido relaciones diplomáticas oficiales con China, tiene muchos menos casos del virus. Hasta ahora, solo ha habido 100 casos confirmados y una muerte hasta el 30 de abril.

En el entorno globalizado actual, es bastante común establecer relaciones diplomáticas y comerciales con China. La cuestión clave es si una nación o un individuo es capaz de comprender la verdadera naturaleza de la ideología comunista del PCCh y qué postura adoptan con respecto a los abusos de los derechos humanos del PCCh.

Dos ejemplos típicos son Hong Kong y Taiwán. A pesar de su proximidad a la China continental, así como del comercio íntimo y el turismo hacia y desde China, estas dos regiones tienen pocos casos confirmados y un bajo número de muertes. Especialmente en el caso de Hong Kong, un gran número de chinos continentales entraron a Hong Kong todos los días, antes de que la ciudad cerrara parcialmente sus fronteras con el continente el 23 de marzo. El éxito de la contención del virus en Taiwán y Hong Kong difícilmente puede ser explicado por la ciencia moderna.

¿Por qué sucede esto? La población de Hong Kong ha dicho explícitamente «no» al PCCh participando en protestas antigubernamentales, y la población de Taiwán apoyó públicamente al movimiento democrático de Hong Kong. Taiwán ha adoptado elecciones democráticas y ha seguido la voluntad de su pueblo de mantenerse alejado del PCCh.

Burkina Faso, un país africano sin salida al mar y alejado de China, está sufriendo los amargos frutos de mantener relaciones diplomáticas con el PCCh. Es realmente una lección aprendida por las malas.


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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