Tras 18 meses de protestas por la justicia social, disturbios incontrolados, aumento de los índices de delincuencia y récord de personas indigentes, la ciudad de Portland, Oregón, está teniendo problemas para atraer a los turistas y retener a las empresas.
«Nuestra ocupación del centro de la ciudad en septiembre fue inferior a la de todas las ciudades de la competencia a las que hacemos un seguimiento, excepto Minneapolis y San Francisco», dijo Jeff Miller, presidente y director ejecutivo de Travel Portland, al Ayuntamiento de Portland en su reunión del 27 de octubre.
«La recuperación se está produciendo en otros lugares, pero no aquí».
En una encuesta encargada por Travel Portland, dos tercios de los encuestados afirmaron que las protestas por la justicia racial y social hacen menos probable que visiten Portland en los próximos dos años.
El concejal Mingus Mapps no se sorprende.
«Demasiada gente de todo el mundo asocia ahora Portland con la falta de vivienda y los homicidios», dijo Mapps en la reunión. «Este nuevo escepticismo está frenando la recuperación cultural y económica de nuestra ciudad, y tiene un profundo impacto en muchas industrias, incluyendo el turismo».
En 2019, la industria turística de Portland sostenía 36,000 puestos de trabajo. Hoy emplea a menos de 26,000, explicó. «Portland no se recuperará hasta que recuperemos esos puestos de trabajo».
Pero la mala reputación que se ha ganado la ciudad está obstaculizando esos esfuerzos.
La violencia que resulta en muertes en Portland está aumentando a un ritmo más rápido que el de todas las grandes ciudades, excepto Milwaukee, con un salto del 83% en los homicidios, según los datos de criminalidad de 2020 del FBI.
La violencia armada se dispara año tras año.
Portland tuvo 388 tiroteos en 2019 y 891 en 2020.
Este año ya ha superado esas cifras.
Hasta el 30 de noviembre de 2021, la ciudad había sido testigo de 1168 tiroteos y 354 personas habían resultado heridas por la violencia armada, dijo la Oficina de Policía de Portland en un correo electrónico a The Epoch Times.
De las 79 personas asesinadas en la ciudad este año, 59 fueron consecuencia de la violencia armada.
La policía de Portland ha tenido problemas para sofocar la violencia a raíz del recorte de fondos. La ciudad recortó 27 millones de dólares de los presupuestos policiales en 2020.
En el último año, casi 170 miembros bajo juramento han dejado la fuerza policial de Portland, según el departamento.
La ciudad también ha disuelto una unidad especial centrada en frenar la violencia armada, después de que fuera criticada por atacar desproporcionadamente a las personas de color.
«Con menos oficiales de patrullaje, nos centramos principalmente en responder a las llamadas al 911», dijo la policía de Portland a The Epoch Times.
«Hay poco tiempo para cualquier trabajo o misión proactiva, incluyendo las investigaciones. No tenemos los detectives para responder a los delitos contra la propiedad, ya que estamos poniendo la mayor parte de nuestros recursos hacia los delitos contra las personas, que han aumentado drásticamente».
Mientras tanto, la indigencia —y la delincuencia y el consumo de drogas asociados a ella— está ahuyentando a los clientes y amenazando el futuro de los pequeños negocios.
Los negocios de la zona central del este de la ciudad dicen estar asediados por los crecientes campamentos de indigentes.
«Nuestros problemas parecen insuperables», declaró Kim Malek, de Salt & Straw, durante la reunión del 27 de octubre.
Malek explicó que la heladería ha empleado a 200 personas en Portland durante los últimos 10 años.
«Mi trabajo consiste en proporcionar un entorno laboral seguro a mis empleados. Ahora mismo no se sienten seguros».
Malek dijo que sus empleados han sido asaltados y agredidos en su camino al trabajo.
«Pasan junto a personas que se inyectan en las aceras», y pisan agujas y otros residuos peligrosos en el suelo, añadió.
El negocio ha sido objeto de vandalismo, ha sido pintado con grafitis y se ha visto obligado a cerrar temporalmente porque los árboles que rodean el edificio fueron incendiados.
«Nuestros compresores y congeladores se han dañado y hemos perdido helados», continuó Malek. Al negocio le gustaría expandirse, pero los candidatos pierden el interés después de ver las condiciones que rodean la sede corporativa.
Estos problemas tienen un coste real para la empresa.
«Hemos contratado seguridad privada y hemos gastado dinero en reparaciones que podríamos haber destinado a la expansión del negocio», dijo Malek.
La empresa también ha gastado más de 100,000 dólares en iluminación, vallas y videovigilancia.
Lyndsey Crawford, directora de Recursos Humanos de Stumptown Coffee, compartió preocupaciones similares.
«No podemos mantener el ritmo», declaró Crawford. «Nuestra flota de furgonetas de reparto sufre regularmente actos de vandalismo, perforan los depósitos de gasolina y cortan los catalizadores. Roban los autos de los empleados a plena luz del día. Nuestros negocios han sido asaltados. Nuestros empleados están asustados».
Describió escenas «verdaderamente increíbles» de una «crisis de salud mental y de adicción», incluyendo personas en las calles con machetes y otras en un «estado alterado y con necesidad de ayuda profesional».
El alcalde Ted Wheeler, demócrata, coincidió en que Portland está en crisis.
«Tenemos que abordar el problema de los indigentes», respondió Wheeler en la reunión. «Nos dedicamos a mejorar la seguridad pública, abordando la violencia con armas de fuego, los pequeños robos y otras actividades delictivas que hacen mella en el tejido de esta comunidad».
Mientras la ciudad se esfuerza por hacer frente a estos complejos problemas, Travel Portland está trabajando para arreglar su dañada imagen.
El 23 de noviembre, la agencia lanzó su más reciente campaña de marketing.
«Entendemos que los visitantes tienen preguntas sobre lo que ocurre en Portland; nosotros tenemos las respuestas», decía el posteo de la campaña de Travel Portland.
«Portland —como muchas ciudades— se enfrenta actualmente a problemas relacionados con la justicia social, la habitabilidad y la pandemia del COVID-19. En medio de todo ello, Portland es un lugar seguro para visitar».
Mientras tanto, la agencia responde a las peticiones por la justicia social.
«Estamos aplicando una lente DEI [Diversidad, Equidad e Inclusión] a todo lo que hacemos», declaró Miller.
«En nuestra labor de divulgación a los medios de comunicación, nos estamos asegurando de que se destaquen las empresas propiedad de minorías».
Entre otras medidas, dijo que la agencia ha contratado a tres empresas cuyos propietarios son negros para que produzcan sus videos, ha puesto en marcha una estrategia de ventas y contratación multicultural y ha contratado a un vicepresidente de diversidad, equidad e inclusión.
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