Los funcionarios de Portland, Seattle y la ciudad de Nueva York permitieron la violencia y la destrucción de la propiedad y no tomaron medidas para contrarrestar las actividades delictivas, dijo el lunes el Departamento de Justicia (DOJ).
Los continuos disturbios en las ciudades desde finales de mayo han provocado muertes, saqueos e incendios de edificios.
“Cuando los líderes estatales y locales impiden que sus propios agentes y agencias del orden público hagan su trabajo, se pone en peligro a ciudadanos inocentes que merecen ser protegidos, incluidos aquellos que intentan reunirse pacíficamente y protestar”, dijo el fiscal general William Barr en un comunicado.
“No podemos permitir que el dinero de los impuestos federales se desperdicie cuando la seguridad de la ciudadanía está en juego. Tengo la esperanza de que las ciudades identificadas hoy por el Departamento de Justicia cambien de rumbo y se tomen en serio el desempeño de la función básica del gobierno y empiecen a proteger a sus propios ciudadanos”.
Las oficinas de la alcaldesa de Seattle, Jenny Durkan, el alcalde de Portland, Ted Wheeler, y el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, todos demócratas, no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Las ciudades fueron identificadas tras un proceso desencadenado por un memorando del 2 de septiembre, emitido por el presidente Donald Trump. El documento ordenaba a su administración que revisara los fondos federales enviados a ciudades que no lograron sofocar los disturbios tras la muerte de George Floyd en Minnesota.
Los criterios para evaluar si las ciudades han permitido la anarquía y la destrucción incluyen ver si las jurisdicciones prohíben a los agentes de policía intervenir para restablecer el orden, si las jurisdicciones recortan los fondos a los departamentos de policía y si las jurisdicciones rechazan las ofertas de asistencia del gobierno federal.
En las tres ciudades ha ocurrido un aumento vertiginoso de los delitos violentos en los últimos meses y han recortado los fondos para sus departamentos de policía.
En Portland, se han producido disturbios cuando comienzan las horas de la tarde-noche desde el 28 de mayo, además de un receso de, aproximadamente, dos semanas cuando los incendios forestales ardían cerca. Varias noches, la policía no realizó arrestos a pesar de que se cometieron delitos.
Wheeler, quien también se desempeña como comisionado de policía, ha rechazado repetidamente las ofertas de ayuda federal para sofocar los disturbios, al igual que la gobernadora de Oregon, Kate Brown, una demócrata.
En Seattle, los funcionarios de la ciudad permitieron la creación y el mantenimiento de una denominada zona autónoma que se extendió a lo largo de seis manzanas, hasta que ocurrieron varios tiroteos mortales.
Durkan y el gobernador de Washington, Jay Inslee, un demócrata, rechazaron las ofertas de ayuda federal para hacer frente a los crímenes que tienen lugar en Seattle.
En la ciudad de Nueva York, los tiroteos aumentaron en julio y agosto a más de 200 cada mes, ya que el Concejo municipal recortó USD 1000 millones del presupuesto del año fiscal 2021 del departamento de policía.
«Mientras tanto, los fiscales de distrito de Manhattan y Brooklyn se han negado a procesar los cargos de conducta desordenada y reunión ilegal que surgen de las protestas, y los fiscales de distrito de Queens y el Bronx se han negado a procesar otros cargos relacionados con las protestas», declaró el Departamento de Justicia.
Tanto de Blasio como el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, un demócrata, han rechazado las ofertas de asistencia federal.
Después de que la Casa Blanca publicara el memorando de Trump, a principios de este mes, los alcaldes prometieron llevar a Trump a los tribunales.
“El presidente de Estados Unidos, neoyorquino de nacimiento, amenaza con quitarle fondos federales a esta ciudad, mientras todavía estamos en las garras de esta crisis. Simplemente no tiene sentido”, dijo de Blasio a los periodistas en una conferencia de prensa.
Los alcaldes de Portland, Seattle, Washington y la ciudad de Nueva York emitieron una declaración conjunta diciendo que sus residentes “no son peones políticos del presidente Trump”.
“Nos enfrentamos a desafíos sin precedentes: la lucha contra una pandemia y la devastación económica sin otro estímulo. Ahora, en lugar del liderazgo de la Casa Blanca, nos enfrentamos a nuevos ataques que son ilegales, inconstitucionales y sin duda serán derrotados en los tribunales”, escribieron Wheeler, Durkan, Muriel Bowser y de Blasio.
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