DORTMUND, Alemania—Al final, era difícil saber por qué estaba tan frustrado Cristiano Ronaldo.
Por no haber marcado por segundo partido consecutivo en la Eurocopa o por tener que rechazar los repetidos intentos de hacerse selfies con sus adorados seguidores.
En lo que resultó ser un partido salvaje y potencialmente peligroso para el cinco veces mejor jugador del mundo, Ronaldo no tuvo ningún gol, una asistencia y al menos cuatro invasores de campo en busca de selfies como compañía durante la caótica victoria 3-0 de Portugal sobre Turquía, que aseguró a su equipo un puesto en los octavos de final de la Eurocopa 2024 el sábado.
Ronaldo, una de las estrellas del deporte más populares y conocidas del mundo, fue el centro de atención como siempre en el Westfalenstadion.
Pero no como él esperaba.
«Es el precio que hay que pagar por ser tan reconocido en el mundo del fútbol», dijo Bernardo Silva, compañero de Ronaldo en la selección portuguesa.
Avanzar en la Eurocopa 2024
En su 27ª participación en la Eurocopa, Ronaldo logró su primer gol en este torneo al asistir a Bruno Fernandes en el minuto 55 con un pase generoso desde la frontal del área pequeña.
Ronaldo, el máximo goleador de la historia del fútbol internacional masculino con 130 goles, rara vez desaprovecha este tipo de oportunidades para engrosar su extraordinario historial.
Quizás sólo quería otro récord. Era su octava asistencia en una Eurocopa, más que ningún otro.
«Fue un momento puro del fútbol portugués», dijo el seleccionador de Portugal, Roberto Martínez, elogiando a Ronaldo, su capitán. «Debería exhibirse en todas las academias de Portugal y del fútbol mundial, porque demostró que el equipo es lo más importante».
Luego las cosas se pusieron un poco disparatadas —y potencialmente inseguras— para el exdelantero del Real Madrid, Manchester United y Juventus.
Ronaldo posó para una foto con un niño que, en el minuto 69, eludió a los vigilantes para entrar en el campo y sacó su teléfono celular. El hincha salió corriendo antes de que los guardias lo detuvieran y se lo llevaran.
Sin embargo, a Ronaldo no le hizo ninguna gracia que otros dos hinchas, con el celular en la mano, intentaran el mismo truco en los últimos minutos de un partido que se le fue de las manos. Ronaldo levantó los brazos en señal de disgusto la primera vez y pareció intentar evitar la siguiente mientras defendía un tiro de esquina.
No quedó claro si esos aficionados cumplieron su deseo antes de ser retirados.
Tras el pitido final, se produjeron más violaciones de la seguridad cuando un aficionado con una camiseta roja de Portugal intentó acercarse a Ronaldo mientras sostenía un teléfono. No tardaron en echarlo al suelo. A continuación, se impidió a otros dos hinchas encararse con Ronaldo mientras los jugadores portugueses abandonaban el campo, tras haber saludado a sus respetuosos seguidores en las gradas.
«Es preocupante», dijo Martínez, «porque hoy hemos tenido suerte de que las intenciones de los aficionados fueran buenas».
«Si esas intenciones son malas, los jugadores quedan expuestos. No creo que eso deba ocurrir en un campo de fútbol».
Ronaldo desaprovechó la oportunidad de marcar su decimoquinto gol en la Eurocopa, todo un récord, ante una Turquía que por momentos fue su peor enemigo.
Sobre todo en el minuto 28, cuando, con un 1-0 en contra tras el gol de Silva siete minutos antes, el central turco Samet Akaydin envió un pase atrás que rodó hasta el lado de su guardameta y se coló directamente en la portería. Fue el sexto gol en propia meta en esta Eurocopa, y sin duda el más embarazoso, ya que Akaydin tuvo que ser retirado lesionado para completar una noche miserable para el defensa.
Portugal refrendó su victoria inicial por 2-1 sobre la República Checa y se ha clasificado a falta de un partido en el Grupo F, lo que le garantiza un partido de octavos de final en Fráncfort el 1 de julio. Es posible que Martínez decida dar descanso a Ronaldo y a otros jugadores importantes para el último partido de la liguilla, el miércoles contra Georgia en Gelsenkirchen.
Turquía se quedó con los tres puntos que tenía tras vencer a Georgia por 3-1 en su primer partido, pero la presión ha aumentado firmemente sobre el seleccionador Vincenzo Montella, que se enfrentó a un intenso cuestionamiento de sus tácticas por parte de los medios de comunicación de su país tras el encuentro.
«Esta noche nos han castigado duramente», declaró Montella.
Por Steve Douglas
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