Las personas que podrían formar parte del jurado que delibere el juicio del expresidente Donald Trump por crimen organizado —los residentes del condado de Fulton, en Georgia— han expresado profundas divisiones en sus perspectivas.
Algunos de los entrevistados creen que el trato que ha recibido el expresidente ha sido una farsa. Otros expresaron, en palabras personales, «esto se veía venir desde hace tiempo».
La fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, presentó el 14 de agosto una imputación de 98 páginas ante el gran jurado, en la que acusa al presidente Trump de 13 cargos de crimen organizado en sus esfuerzos por impugnar el recuento de votos de Georgia en 2020, que había recaído a favor de Joe Biden. Dieciocho coacusados también fueron imputados en un caso que suma 41 cargos.
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The Epoch Times entrevistó a personas en zonas comerciales cercanas a la I-285, la autopista de circunvalación con Atlanta por dentro y sus suburbios por fuera. La mayoría de los entrevistados residen en el condado de Fulton y están inscritos en el censo electoral, por lo que pueden formar parte del jurado.
Skyler Christian, un barbero de famosos entre cuyos clientes hay deportistas, artistas y políticos y que hace visitas a domicilio, opinó sobre la imputación contra Trump. «Me parece chistoso. Yo soy republicano y estoy en total desacuerdo con la forma en que lo están tratando».
La imputación contra el Sr. Trump por un gran jurado fue dirigida por la fiscal de distrito Willis utilizando las leyes RICO (Ley de Organizaciones Corruptas y del Crimen Organizado), redactadas con el objetivo de perseguir a gánsteres y capos de la droga.
Hace años, los legisladores nombraron deliberadamente la ley para recordar al icónico personaje de gángster Rico Bandello de Edward G. Robinson en la película de 1931, «Little Caesar», de la época de la Ley Seca.
«Esto no es una banda organizada», indicó Christian, que se trasladó a esta zona desde Memphis, estado de Tennessee, donde aún posee propiedades en alquiler y un camión de comida. «Ellos intentan que parezca que esto es organizado».
Helena Hunt, consejera de salud mental, pensó que «hacía mucho tiempo que se veía venir», y declaró: «Me alegro de oírlo, aun así».
Ella dijo que esperaba que «esto devolviera el honor a nuestro sistema de votación». Quiero decir, todo lo que ocurrió en las últimas elecciones fue tan absurdo. Con todas las denuncias de manipulación de votos y todo eso. Así que, sí, solo espero que todo se resuelva y que la gente pueda tener o al menos recuperar cierto sentido de la fe en nuestro gobierno y en el proceso de votación».
Jeff Rosengarten estaba examinando unos pastelitos de manzana kosher en una panadería de Kroger cuando fue abordado por The Epoch Times.
«Yo creo que todo es político», indicó Rosengarten, semiretirado y propietario de Ali’s Cookies, una cadena de tiendas de galletas con sede en los suburbios del norte de Atlanta. Él llevaba una camiseta con el logotipo de la empresa.
«Yo no estoy al tanto de todas las evidencias, obviamente. No lo veo muy diferente de cuando los candidatos piden un recuento. Así que, dada la situación, buscaba más votos».
«Como exneoyorquino, entiendo de dónde viene él. A veces, lo que él dice hay que tomarlo con un poco de filtro para sacar al neoyorquino que lleva dentro —al luchador callejero que lleva dentro».
«Pero creo que esto es estúpido. Yo pienso que todos estamos hartos de esto, y pienso que, llegadas las elecciones, todo lo que uno tiene que hacer es decir: ‘Oye, ya saben, yo necesito su voto para indultarme a mí mismo'».
El Sr. Rosengarten señaló que el presidente Trump probablemente no podría indultarse a sí mismo de los cargos estatales presentados por Georgia si es condenado, aunque podría hacerlo por las condenas federales.
Sobre el uso de la ley RICO en los cargos contra el presidente Trump, Rosengarten dijo que «todo es una exageración y todo depende del lado del pasillo en el que uno se sitúe. ¿Me gusta su bocaza? No. ¿Me gustan mis otras opciones (de candidatos presidenciales)? No realmente».
«Yo pienso que lo que Hunter Biden hizo, fue peor, y tendría curiosidad por saber cómo un senador y vicepresidente de Estados Unidos fue capaz de amasar una fortuna de 10 millones de dólares».
«La verdad es que solo hay una cosa (política) que me preocupe», declaró Rosengarten. «Esto es que mi cheque de la Seguridad Social llegue el segundo miércoles de cada mes».
La reputación de Georgia en juego
«Me alegro de que el Estado adopte una postura», dijo Diane Barton, pero lo que esto significará dependerá de cómo se lleve a cabo el juicio.
«Yo preferiría que no volviéramos a tener un ojo morado en todo el país. Parece que el Sur siempre sale mal parado; que acabamos avergonzándonos de alguna manera. Esto puede acabar de una manera que le haga sentir orgulloso de ser estadounidense y orgulloso de ser ciudadano del estado de Georgia».
«Yo solo siento que esto es un desperdicio del dinero de los contribuyentes en el condado de Fulton, con todos estos crímenes y estas otras cosas que están sucediendo. Creo que es lo más absurdo que he visto nunca», declaró a su vez Erricken Carr, un contratista que hace cocinas y baños, en declaraciones a The Epoch Times.
Las leyes RICO, indicó el Sr. Carr mientras compraba lechugas, «son para acusar a gángsters».
Él duda de que se persiga así a los funcionarios del gobierno.
«Creo que nosotros, como estadounidenses, como ciudadanos de aquí, deberíamos tener un cierto nivel de respeto», añadió, lo que significa no perseguir a los presidentes después de que hayan dejado el cargo. «Todo este asunto criminal nos hace quedar mal ante otros países».
«Que unos le puedan imputar 40 cargos. Creo que todo es falso, una forma de mantenerlo fuera del cargo».
«Yo soy partidario de Trump», compartió el señor Carr, padre de tres hijos en edad escolar. «Yo no estoy realmente de acuerdo con cómo hizo muchas cosas, pero lo entiendo. Él era un hombre de negocios, no un político. En el momento en que llegó al cargo, estábamos muy necesitados de hombres de negocios», en lugar de los abogados que predominan en los cargos públicos.
«Yo soy un empresario», añadió. Él que Trump haga buenas políticas pro empresariales «como que me conquistó».
Sadie Gennert, de compras en una tienda Target justo dentro de la I-285 en Sandy Springs, dijo que no estaba en el grupo de posibles jurados porque vivía en el condado de Cobb, que comienza a solo una milla o dos de distancia. «Yo quedé impactada en realidad porque sentí que no eran (…) que él iba a salirse con la suya con lo que sea. No me meto mucho en política porque no entiendo muchas cosas.
«Realmente no sé exactamente todo lo que hizo o lo que hizo, pero me parece que él está en problemas».
Sin embargo, si formara parte de ese jurado, «escucharía las dos partes para formarme una opinión, una opinión honesta».
Emilio Moreno es ayudante de dirección en la floreciente industria televisiva y cinematográfica de Atlanta. Está trabajando en una película de toda la vida llamada «Mis dos maridos».
Como ciudadano estadounidense que emigró de Argentina, aplaudió el proceso de responsabilizar incluso a los ricos y poderosos.
«Yo vengo de un país donde la política y el sistema judicial son una broma», dijo el Sr. Moreno. «Entiendo los dos extremos del espectro. El hecho de que esto esté ocurriendo realmente, y que la gente tenga que rendir cuentas, como inmigrante, digo, vale, esto no es la república bananera de la que venimos».
En su opinión, la corrupción allí era alta, «como en toda Sudamérica». La corrupción es tan grave en Argentina que los políticos roban todo el dinero destinado a un proyecto público y luego celebran una gran inauguración o cortan la cinta de algo que nunca se construyó, declaró el Sr. Moreno. «Ha habido un hospital que se ha inaugurado como 14 veces, pero nunca se abrió».
«Aquí hay corrupción, pero al menos, a largo plazo, la justicia le alcanza».
«Mi conclusión», declaró Virginia Gorman, de Sandy Springs, entrevistada en Kroger, «es que, salvo por un asesinato, Donald Trump está en la Casa Blanca. Creo que él va a ser nuestro próximo presidente».
Alex, que está terminando un posgrado en tecnología financiera en la Universidad Estatal de Kennesaw, declaró que prefería no dar su apellido. Él es un inmigrante de Gambia, África Occidental, ciudadano naturalizado e inscrito en el censo electoral.
Mientras estaba comprando mangos en Kroger, Alex se mostró cauto a la hora de expresar su opinión sobre Trump. «Él tiene sus derechos» y es inocente hasta que se demuestre lo contrario. «Es un proceso que todos tenemos que seguir. Así que, seguir el proceso y luego veremos cuál es el resultado».
Si se sentara en el jurado, señaló que escucharía los hechos y luego tomaría su determinación.
«¿Qué le ha parecido esto?» le preguntaron a Jada Norris, de compras en la tienda Target.
» ¡Yay!», respondió la recién graduada universitaria. La Sra. Norris busca trabajo en la publicación de libros «en Simon and Schuster, algo como una gran editorial».
«Él definitivamente se lo merecía», declaró Norris sobre el presidente Trump. «Tal vez no todo, pero sí parte. Solo estoy esperando a ver qué pasa. Confío en que el sistema judicial haga su trabajo».
«Ha tardado mucho en llegar», agregó su madre, Kim Harris, ama de casa. «Con una lista de muchos, muchos cargos. Seguro que es culpable de algo».
«La fiscal del distrito, ella es una pip», dijo la Sra. Harris sobre Fani Willis. «No creo que ella hubiera sacado algo si no puede hacer que algo se sostenga. De lo contrario, es una pérdida de tiempo y recursos. No quiero que le acusen de nada si no pueden hacer que se sostenga».
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