El partido de fútbol universitario Sugar Bowl entre la Universidad de Georgia y la Universidad de Notre Dame fue pospuesto para el 2 de enero, después de que un mortal ataque terrorista golpeara Nueva Orleans el día de Año Nuevo.
El fiscal de distrito de la parroquia de Orleans, Jason Williams, anunció la decisión durante una conferencia de prensa por la tarde.
Esto fue confirmado más tarde por el director ejecutivo del Comité Sugar Bowl de Allstate, Jeff Hundley, menos de 12 horas después de que el ciudadano estadounidense Shamsud-Din Jabbar supuestamente estrellara un automóvil intencionalmente contra la gente en las calles Canal y Bourbon, matando al menos a 10 personas e hiriendo a 35.
El comité también dijo que están involucrados en conversaciones con autoridades locales, estatales y federales y que publicarán detalles a medida que estén disponibles.
Se espera que el partido se lleve a cabo a las 3 p.m. (hora del centro).
Ambas escuelas participantes en el juego emitieron comunicados en respuesta a los hechos.
“Estamos profundamente entristecidos por la violencia sin sentido que ocurrió en Nueva Orleans”, escribió la Asociación Atlética de la Universidad de Georgia en una publicación en X. “Todo el personal del equipo y los miembros del grupo de viaje oficial del equipo han sido localizados”.
Williams dijo que todas las partes involucradas en el partido de playoffs de fútbol universitario estaban a favor de posponer el juego por 24 horas.
«Nuestras oraciones están con los familiares y seres queridos de todos aquellos afectados por el terrible ataque en Nueva Orleans temprano esta mañana», dijo el presidente de Notre Dame, el reverendo Robert Dowd, en un comunicado.
«Ser solidarios con quienes sufren es ejemplificar el espíritu de Notre Dame. Hoy, nos solidarizamos con todos los afectados por esta tragedia».
El Sugar Bowl es el primero de varios eventos importantes que tendrán lugar en Nueva Orleans durante las próximas semanas, entre los que se destacan el Super Bowl y la celebración anual del Mardi Gras.
El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, dijo durante la conferencia de prensa que tenía la intención de emitir una declaración de emergencia el 2 de enero en preparación para el Super Bowl, permitiendo que las agencias federales, estatales y locales participen en los eventos.
Sin embargo, tras el ataque terrorista, modificó esa declaración y la emitió hoy para permitir que todos los niveles de aplicación de la ley aporten recursos para mantener la seguridad de la ciudad. También ordenó la movilización de la policía militar.
«Es importante que nuestros ciudadanos y visitantes de este estado sepan que estamos haciendo todo lo posible para garantizar su seguridad en esta ciudad», dijo. «Queremos dejar en claro que el Superdome y sus alrededores son seguros».
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