SPRINGFIELD (Ohio) —Una conversación entre vecinas en el patio trasero de su casa, seguida de un posteo erróneo en las redes sociales que desencadenó una tormenta mediática nacional centrada en reportes sobre inmigrantes haitianos que mataban y se comían animales domésticos en Springfield (Ohio)— ha provocado una reacción violenta que ha hecho temer a ambas mujeres por su seguridad.
Erika Lee y Kimberly Newton viven una al lado de la otra en lo que Newton describe como un barrio «normalmente tranquilo y pacífico» de esta ciudad obrera situada a medio camino entre Dayton y Columbus, en el suroeste de Ohio.
Springfield fue en su día una floreciente comunidad industrial antes de que cerraran múltiples fábricas en las últimas décadas y su población empezara a disminuir hasta situarse justo por debajo de los 60,000 habitantes en 2020. En los últimos cuatro años, sin embargo, la población ha aumentado con la afluencia de inmigrantes haitianos.
Según las estimaciones, entre 15,000 y 30,000 haitianos han llegado a Springfield durante este periodo, y se dice que los autobuses dejan a más inmigrantes cada día.
A principios de este mes, después de hablar con Newton, Lee escribió un posteo en Facebook, que ya fue borrado, el cual apareció por primera vez en un grupo privado de Facebook de Springfield llamado «Springfield Ohio Crime and Information».
«Mi vecina [Newton] me informó que una amiga de su hija había perdido a su gato. Un día llegó a casa del trabajo, [y] nada más salir del coche, miró hacia la casa de un vecino, donde viven haitianos, y vio a su gato colgado de una rama, como se haría con un ciervo para descuartizarlo, y lo estaban trinchando para comérselo».
La historia se intensificó cuando alguien tomó una captura del posteo de Lee lo posteó en X el 5 de septiembre, donde múltiples cuentas de tendencia conservadora lo compartieron.
«No pensé que pasaría de Springfield», dijo Lee a NBC News.
Antes del debate presidencial del 10 de septiembre, la crisis de los inmigrantes haitianos en Springfield se limitaba principalmente a la ciudad y al condado de Clark.
En una reunión del ayuntamiento celebrada el 27 de agosto, algunos residentes alegaron que los haitianos estaban matando gatos, perros, patos y gansos para alimentarse.
Antes del debate, el senador JD Vance (R-Ohio), compañero de fórmula presidencial del presidente Donald Trump, dijo que su oficina ha sido inundada con esas afirmaciones.
Vance escribió en X que «los reportes muestran ahora que las mascotas de la gente han sido secuestradas y comidas por personas que no deberían estar en este país».
Al principio del debate presidencial, Trump llamó la atención sobre el tema, diciendo: «En Springfield, se están comiendo a los perros. La gente que entró, se está comiendo a los gatos. Se están comiendo las mascotas de la gente que vive allí».
Los comentarios de Trump catapultaron a Springfield, incluido el posteo de Lee en Facebook, a la escena nacional.
El alcalde de la ciudad, Rob Rue, el Departamento de Policía de Springfield y el gobernador de Ohio, Mike DeWine, entre otros funcionarios municipales y estatales, tacharon de falsas las afirmaciones.
El 10 de septiembre, Karen Graves, directora de Compromiso Estratégico de Springfield, declaró a The Epoch Times que «no ha habido informes creíbles ni reclamaciones específicas de mascotas que hayan sido dañadas, heridas o maltratadas por individuos de la comunidad inmigrante».
Un informe policial obtenido por el grupo de vigilancia gubernamental Judicial Watch muestra que al menos una residente llamó para denunciar a sus vecinos por presuntamente robar y descuartizar a su gato.
El 11 de septiembre, el fiscal general de Ohio, Dave Yost, escribió en un posteo en X: «Hay una llamada policial grabada de un testigo que vio a inmigrantes capturando gansos para comer en Springfield».
También señaló que los ciudadanos testificaron ante el ayuntamiento sobre incidentes de inmigrantes haitianos matando gansos.
«Estas personas serían testigos competentes ante una corte. ¿Por qué los medios encuentran mejor prueba un comunicado de prensa del Ayuntamiento cuidadosamente redactado», escribió Yost.
En medio de la atención generalizada a las acusaciones de que los inmigrantes haitianos están matando y comiendo animales domésticos y salvajes, Lee se disculpó por el posteo de Facebook en una entrevista con NBC News.
Admitió que no había visto a los gatos de primera mano y que se había basado en lo que Newton le había contado.
«No soy racista», dijo Lee, señalando que su hija tiene ascendencia negra y que ella es mestiza.
«Todo el mundo parece estar convirtiéndolo en eso, y esa no era mi intención».
«Simplemente explotó en algo que no quería que ocurriera».
Lee no quiso acceder una entrevista de The Epoch Times, pero Newton se sentó para una discusión que esperaba «proporcionara claridad» porque ella «no dijo lo que [Lee] escribió» en el posteo de Facebook.
«Fue una conversación de cinco a diez minutos. Todo lo que dije fue: ‘Oye, he oído algunas cosas, tal vez quieras vigilar a tus gatos porque entran y salen, hay una casa en el vecindario con haitianos, y ha habido informes de residentes en las reuniones del consejo de la ciudad que dijeron que perdieron mascotas», dijo Newton a The Epoch Times.
«No le dije nada del gato colgado en el árbol, descuartizado como un ciervo. No le dije eso. Esas no fueron mis palabras».
El dueño del gato desaparecido era «un conocido de un amigo» y no el amigo de su hija, dijo Newton.
Mark Sanders, ingeniero de automoción jubilado de Honda, es un abierto defensor de los residentes de Springfield.
Dijo a The Epoch Times que a principios de este año se pusieron en contacto con él varios trabajadores de servicios públicos empleados por la ciudad de Springfield.
«Estaban sustituyendo contadores de agua en viviendas y me dijeron que, en varias casas ocupadas por emigrantes haitianos, había gansos, patos y gatos muertos colgando de las tuberías. Les prometí que podría mantener sus nombres en el anonimato porque temían perder su trabajo», relató Sanders.
El 27 de agosto, Anthony Harris, residente en Springfield, dijo a los miembros del ayuntamiento: «Estos haitianos están invadiendo contenedores de basura. Se meten en los edificios. Están volcando coches en medio de la calle, y no sé cómo, ustedes pueden estar cómodos con esto».
«Están en el parque, agarrando patos por el cuello y cortándoles la cabeza y comiéndoselos».
«Hay todos estos informes, y Bryan Heck [el administrador municipal de Springfield] incluso dijo en una de las reuniones que él también había oído informes».
«No entiendo por qué el posteo sobre nuestra conversación creó tantas respuestas amenazantes. Lo que dije es algo de lo que se llevaba hablando meses».
La ciudad de Springfield no respondió a las solicitudes de comentarios de The Epoch Times, pero los funcionarios en las ruedas de prensa siguen negando que los inmigrantes haitianos estén matando y comiendo animales domésticos y salvajes.
Un caso de identidad equivocada ha empeorado aún más las secuelas del posteon en las redes sociales, dijo Newton.
Algunos medios de comunicación utilizaron su foto con el nombre de Lee, dijo Newton.
«Me han llamado racista. Tengo miedo de salir a la calle. He cambiado el color de mi pelo porque no quiero que me reconozcan cuando salgo», dijo Newton.
«Alguien llamó a mi jefe para que me despidiera. Afortunadamente, mi empleadora es mi mejor amiga y sabe la persona que soy».
Aunque figuras públicas como Trump y Vance, y residentes de Springfield, han sido llamados racistas por afirmar que los inmigrantes haitianos están matando y comiendo mascotas y animales salvajes, un pastor haitiano y personalidad de las redes sociales que vive en la vecina Pensilvania dijo en un video de YouTube que hay una explicación de por qué las afirmaciones podrían ser ciertas.
Autodefinido como haitiano de nacimiento y estadounidense por naturalización, James Desvallons dijo que el vudú forma parte de la cultura haitiana.
«En el culto vudú, se exigen sacrificios a sus dioses, y esos sacrificios tienen que comerse porque es comiendo esos sacrificios como reciben el poder, supuestamente, de sus dioses», dijo Desvallons.
Desvallons dijo que «no es común que los haitianos coman animales» y que «la mayoría de los haitianos no quieren tener nada que ver con el vudú», pero los que practican la religión suelen utilizar pollos y pavos como sacrificios animales, dijo.
«Eso es algo verdaderamente muy normal. Pero si no puedes conseguir un pavo o un pollo vivo en Estados Unidos, ¿qué es lo más parecido que crees que va a buscar un haitiano?», dijo.
«Lo más cercano a buscar son los patos o los gansos, o si no pueden conseguirlos, los gatos y los perros podrían ser los siguientes».
«Les puedo decir que en Haití hay sacerdotes y practicantes de vudú. Necesitan hacer sacrificios. Esta es probablemente la razón por la que desaparecen perros y gatos».
«La gente está testificando, y no creo que debamos negar sus palabras. No creo que la gente que está diciendo esto esté mintiendo. Creo que estas personas saben de lo que hablan porque están viviendo esa experiencia y tienen razones para sentirse como se sienten».
Newton dijo a The Epoch Times que tiene la esperanza de que la atención se dirija lejos del posteo en Facebook sobre su conversación con Lee y se centre en determinar soluciones para abordar los problemas de conducción, vivienda, atención médica y seguridad en Springfield a medida que la población haitiana continúa aumentando.
«Nuestros líderes municipales y estatales han permitido que esto ocurra. A nosotros [los residentes] no se nos dio voz ni voto. No hubo una planificación adecuada para nada de esto», dijo Newton.
«Nunca dije lo que dije por odio. Lo que dije fue por conciencia y precaución, y no hay nada malo en ser consciente y precavido».
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