El hijo de un practicante de Falun Gong actualmente encarcelado en China por su fe ha pedido al primer ministro del Reino Unido que ayude a conseguir su liberación inmediata.
Al padre de Ding Lebin, Ding Yuande, se lo llevó la policía china de paisano de su granja de té en mayo de 2023 sin una orden judicial. En diciembre de 2023 fue condenado a tres años de prisión por practicar Falun Gong.
En enero, el Parlamento Europeo adoptó una resolución en la que pedía el fin de la campaña de persecución contra la disciplina espiritual. La resolución planteaba específicamente la difícil situación del Sr. Ding Yuande, instando a Pekín a liberarlo, junto con otros practicantes de Falun Gong perseguidos.
El joven Ding ha seguido haciendo campaña en Europa por la liberación de su padre. El 20 de julio se unió a una concentración en Londres para conmemorar exactamente el 25 aniversario del comienzo de la persecución contra Falun Gong en China.
El Sr. Ding dijo en la manifestación que su propia familia había estado destrozada durante casi 12 años debido a la implacable persecución.
«Espero que [el Primer Ministro Sir Keir Starmer] inste al PCCh [Partido Comunista Chino] a liberar a mi padre y a detener inmediatamente la persecución contra mis padres», dijo Ding. También dijo que esperaba que el recién elegido Primer Ministro pidiera a Pekín que expidiera pasaportes a sus padres para que pudieran venir a Europa a estar con él, su único hijo, y reunir a su familia.
«Espero compartir la historia de persecución de mis padres con más personas, comunidades y políticos de Occidente. Esto les ofrecerá una visión de la brutal represión que los practicantes de Falun Gong han soportado durante las últimas dos décadas y media», dijo a The Epoch Times el más joven de los Ding, residente en Berlín, tras asistir a la concentración en Londres.
«Esta campaña de persecución no sólo va dirigida contra los practicantes de Falun Gong. Es una persecución contra nuestra propia humanidad», añadió.
Falun Gong, con raíces en las antiguas creencias chinas sobre la elevación espiritual, se presentó por primera vez al público chino en 1992. Con ejercicios suaves de meditación y enseñanzas morales basadas en los principios de verdad, compasión y tolerancia, Falun Gong atrajo a personas de todas las profesiones y condiciones sociales -desde altos funcionarios hasta aldeanos-, y a finales de la década había entre 70 y 100 millones de practicantes en China.
Su creciente popularidad, sin embargo, fue percibida por el régimen como una amenaza a su control de la sociedad. En 1999, el entonces líder del Partido Comunista Chino (PCCh), Jiang Zemin, desencadenó una amplia campaña para acabar con Falun Gong, lo que provocó que millones de practicantes se enfrentaran constantemente a la amenaza de detenciones, encarcelamientos prolongados, torturas e incluso sustracción forzada de órganos.
Actualmente, el Sr. Ding se encuentra en la prisión provincial de Shandong, mientras que su esposa, que fue detenida al mismo tiempo, fue liberada más tarde con la ayuda de los esfuerzos mundiales de rescate. Sin embargo, ella sigue bajo vigilancia en la ciudad costera oriental china de Rizhao.
El joven Ding también pidió al gobierno británico que siguiera el ejemplo de sus aliados, Estados Unidos y la Unión Europea, y que condenase y pidiera el fin de la larga campaña contra el grupo de creyentes.
Funcionarios de la UE, durante una visita a China en junio, reiteraron su preocupación por la «gravísima situación de los derechos humanos» en el país y pidieron la liberación inmediata de varios activistas de los derechos y practicantes religiosos y espirituales, entre ellos el anciano Sr. Ding.
En Estados Unidos, la Cámara de Representantes aprobó en junio un proyecto de ley que pide «el fin inmediato» de la represión de Falun Gong. También incluye medidas para sancionar a los implicados en la práctica sistemática del PCCh de extracción forzosa de órganos.
El 20 de julio, el Departamento de Estado emitió un comunicado instando a Pekín a poner fin a la campaña de 25 años contra Falun Gong y a liberar a quienes han sido encarcelados por sus creencias.
«Sólo imponiendo sanciones y llevando a los responsables ante la justicia podrá reflejarse verdaderamente el sentido de justicia y conciencia del mundo», dijo el Sr. Ding.
La campaña de Ding ha recibido el apoyo de la eurodiputada eslovaca Miriam Lexmann.
«Nadie debe ser perseguido por su fe y sus creencias. El PCCh debe poner fin a la persecución de Falun Gong y rendir cuentas por los crímenes inhumanos de la extracción forzada de órganos», afirmó en una declaración en las redes sociales.
«¡¡¡El Sr. Ding Yuande y todos los practicantes deben ser liberados!!!».
El eurodiputado español, Hermann Tertsch, también quiso mostrar su apoyo al joven chino.
Ha venido a verme al despacho en Estrasburgo Lebin Ding, un joven chino que mantiene una incansable lucha por sacar a su padre de una cárcel china por el mero hecho de ser miembro de la comunidad Falung Gong, y vivir según sus principios de «Verdad, Compasión y Tolerancia».
Los… pic.twitter.com/AxocouD8k0— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) January 17, 2024
«Los Falung Gong [sic] son brutalmente perseguidos en toda China y muchas veces víctimas de los trasplantes forzosos de órganos para enfermos adinerados. Una resolución demanda de China libertad a los presos y libertad para esa comunidad espiritual pacífica», denunció el Sr. Tertsch en X.
El Sr. Ding también recibió el apoyo de ciudadanos británicos, entre ellos el influencer de las redes sociales Brendan Kavanagh, que publicó su encuentro en X.
En un breve vídeo grabado el 19 de julio en la estación londinense de St. Pancras International, el Sr. Kavanagh invitó al Sr. Ding a compartir la historia de sus padres ante la cámara y luego dijo: «Acabemos con el PCCh».
Señalando el cartel de Ding en el que pedía la liberación de sus padres, Kavanagh instó a los espectadores a apoyar la campaña de Ding.
«Por favor, vean esto; apoyen a estas personas que han sido injustamente encarceladas en China. Que la comunidad internacional ayude [en] todo lo que pueda».
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