Los precios del carbón en EE. UU. superaron los USD 200 por tonelada la semana pasada, según los nuevos datos de la Administración de Información Energética (EIA).
Los precios al contado del carbón de los Apalaches centrales subieron a USD 204.95 por tonelada durante la semana que finalizó el 30 de septiembre, más del 3 por ciento con respecto a la semana anterior. Ese es el precio más alto desde 2005.
Los futuros del carbón de Newcastle, la referencia para Asia, alcanzaron un máximo histórico de casi USD 450 por tonelada, antes de caer a unos USD 400.
La producción nacional de carbón se ha mantenido estable. Las cifras de la EIA muestran que la producción de carbón de EE. UU. ascendió a 12.1 millones de toneladas cortas, un 1.9 por ciento más de un año a otro. Además, la producción de carbón en lo que va de año asciende a casi 438 millones de toneladas cortas, un 4% más que en el mismo periodo del año anterior (una tonelada corta, o simplemente una tonelada en Estados Unidos, equivale a 2000 libras. Una tonelada grande, utilizada en el Reino Unido, es de 2240 libras).
En 2021, el carbón representó más de una quinta parte (22 por ciento) de la generación de electricidad de EE. UU., por detrás del gas natural (38.3 por ciento). En comparación, la energía eólica y solar representaron solo el 9.2 por ciento y el 2.8 por ciento, respectivamente, el año pasado.
Sin embargo, la fuente de combustible ha estado aumentando gracias al fortalecimiento de la demanda mundial, especialmente mientras el hemisferio norte se prepara para el frío y la nieve.
Crisis de la demanda mundial de energía
Los datos del S&P Global señalan que los volúmenes totales de transacciones al contado aumentó un 22 por ciento en el tercer trimestre, en comparación con el periodo abril-junio.
En julio, la Agencia Internacional de Energía (AIE) pronosticó en una actualización del mercado que el consumo mundial de carbón volvería a alcanzar máximos históricos en 2022.
“La demanda mundial de carbón se está viendo impulsada este año por el aumento de los precios del gas natural, que ha intensificado el cambio de gas a carbón en muchos países, así como por el crecimiento económico en India. Esos factores están siendo compensados en parte por la desaceleración del crecimiento económico en China y por la incapacidad de algunos de los principales productores de carbón para aumentar la producción”, afirmó la AIE en su informe.
De hecho, las importaciones chinas de carbón se desplomaron un 15 por ciento interanual en agosto. La estrategia de reducción a cero COVID de Beijing ha resultado en cierres en varias zonas del país, lo que ha debilitado el crecimiento económico y ejercido presión sobre la demanda de una amplia gama de productos básicos, desde la soja hasta petróleo crudo y carbón.
Sin embargo, eso se ha visto contrarrestado por la sólida demanda europea. En la primera mitad del año, el carbón fue la mayor fuente de producción de energía de Alemania, representando casi el 30 por ciento, según datos confirmados del Instituto de Investigación Energética (IER). Eso es el resultado de la prohibición de la Unión Europea (UE) a las importaciones de carbón ruso, lo que obliga a los miembros de la eurozona a buscar fuentes alternativas. Moscú había proporcionado aproximadamente el 70 por ciento del carbón térmico de la UE antes de las restricciones. En los primeros siete meses de 2022, Australia exportó 2.9 millones de toneladas métricas de carbón a Europa, un 73 por ciento más que en todo 2021.
También se prevé que la demanda europea de carbón térmico transportado por mar aumente un 14 por ciento, o 12 millones de toneladas métricas, en 2022.
«Debido a que muchas naciones europeas están aumentando el uso de carbón térmico, se han puesto a disposición nueve gigavatios (GW) adicionales de capacidad de combustión de carbón para satisfacer la demanda de energía y compensar la disminución de las importaciones de energía rusa. Los precios del carbón están subiendo, pero siguen siendo más asequibles que los precios históricos del gas», escribió Adam Woods, analista principal de investigación de Wood Mackenzie, en una reciente nota de investigación.
No son solo los hogares europeos los que tienen dificultades. La Asociación Nacional de Directores de Asistencia Energética advirtió que más de 20 millones de hogares estadounidenses están atrasados en sus facturas de servicios. La organización estima que el coste medio de la calefacción doméstica durante la temporada de invierno aumentará más del 17 %, hasta USD 1202, el más alto en una década (pdf).
Los costos de electricidad aumentaron cerca del 16 por ciento sobre una base anualizada en agosto, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).
La situación podría intensificarse, ya que las empresas productoras de carbón han estado operando casi al máximo de su capacidad sin la infraestructura necesaria para aumentar la producción. Además, los expertos señalan que los problemas en la cadena de suministro podrían impedir a las empresas incluso ampliar su capacidad de producción.
«La cada vez mayor crisis energética creada originalmente por el bajo rendimiento de las energías renovables se vio exacerbada por la invasión rusa a Ucrania, que provocó el cierre por parte de Rusia del gasoducto Nord Stream 1 debido a las sanciones impuestas por Occidente», señaló el IER la semana pasada. «Pero los altos precios se deben a la escasez de energía, y Europa está buscando suficientes suministros de energía para afrontar el invierno».
Según Fitch Solutions, se espera que los precios del carbón bajen el próximo año y en 2024.
Mientras las empresas y los hogares sienten el dolor financiero, las acciones del carbón suben por el crecimiento de los precios. Las acciones de Peabody Energy, por ejemplo, subieron más de un 3 % el 5 de octubre, hasta superar los USD 27, elevando su ganancia en lo que va de año a casi un 139 %. Arch Resources aumentó aproximadamente un 2 %, hasta los USD 138, a mitad de la semana, con lo que su aumento en lo que va de año supera el 50 %.
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