El precio de la gasolina en Estados Unidos subió en el Día de Colón a 3.27 dólares el galón, un nuevo máximo de 7 años.
El coste del galón sigue subiendo, y algunos expertos afirman que no se prevé que baje.
El principal motivo es la subida del precio del crudo, según los analistas.
Según el portavoz de la Asociación Americana del Automóvil (AAA), Andrew Gross, esto representa entre el 50% y el 60% del precio de la gasolina para los conductores.
«Y la decisión de la semana pasada de la OPEP y sus aliados productores de petróleo de no aumentar más la producción no hizo más que exacerbar el impulso alcista de los precios del crudo», dijo Gross en un comunicado.
La AAA fijó el promedio nacional del galón en 3.18 dólares el 30 de septiembre, 3.20 dólares el 4 de octubre y 3.21 dólares el 7 de octubre.
Washington experimentó el mayor incremento de la semana pasada, con 17 centavos. Los precios por galón de Kentucky, Indiana, Florida, Michigan, Alabama, Tennessee, Carolina del Sur, Illinois y Delaware también aumentaron 10 centavos o más.
Los datos recopilados por GasBuddy, que recibe informes de precios de más de 150,000 estaciones de servicio de todo el país, situaban el precio promedio por galón en 3.25 dólares el lunes. El promedio del diesel subió unos 10 centavos por galón en la última semana y se situó en 3.45 dólares.
Patrick De Haan, jefe de análisis de petróleo de la empresa de seguimiento de precios, también señaló que la decisión de la OPEP ha impulsado la última subida.
La OPEP optó la semana pasada por mantener su pacto de aumento gradual de la producción de petróleo.
«La decisión de la OPEP provocó una reacción inmediata en los precios del petróleo, y en medio de lo que se está convirtiendo en una crisis energética mundial, los automovilistas están gastando ahora más de 400 millones de dólares más en gasolina cada día que hace un año», dijo De Haan en un comunicado.
Los precios se dispararon previamente este año, cuando Colonial Pipeline desconectó el mayor oleoducto del país en respuesta a un hackeo, y desde entonces se han mantenido por encima de los 3 dólares.
Otros factores que han contribuido son los recortes en la producción a principios de la pandemia y la escasez de conductores de camiones de combustible, ya que otros trabajos resultan más atractivos, según los expertos. La situación se agravó porque los países productores de petróleo, en su mayoría de Oriente Medio, decidieron no aumentar la producción.
Los europeos y asiáticos han sufrido escasez de energía y apagones durante el verano y los estadounidenses podrían ver lo mismo este invierno, advirtió recientemente un alto ejecutivo del sector energético.
El West Texas International, uno de los principales tipos de petróleo, subió 1.05 dólares la tarde del viernes y terminó la sesión de operaciones en 79.35 dólares.
El gobierno de Biden esperaba presionar a la OPEP para que aumentara la producción, pero hasta ahora ha fracasado en su campaña.
Daniel Yergin, un historiador que estudia el petróleo, dijo el lunes a Bloomberg que es probable que Estados Unidos siga intentando persuadir a los países.
«Joe Biden sabe que los altos precios de la gasolina no son buenos para los propietarios», dijo Yergin, vicepresidente de IHS Markit. «Seguramente escucharemos más de la administración».
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