El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador anunció que su país empezará a imponer un arancel del 50 por ciento a las importaciones de maíz blanco modificado genéticamente (MG), una medida que el presidente espera que impulse la producción nacional de este alimento básico agrícola y detenga las importaciones de maíz MG, pero que tiene preocupados a funcionarios y residentes mexicanos.
«El maíz blanco es de suma importancia en la dieta de los mexicanos, con un consumo anual per cápita de 346 kg, y es el grano de mayor producción en el país con un 88.2% de participación en la producción nacional de granos», dijo el presidente López Obrador en un decreto el 23 de junio. «Que la oferta y producción de maíz blanco en nuestro país son factores importantes en la determinación de su precio y, por tanto, también de los diversos productos de consumo elaborados a base del mismo, principalmente la tortilla, por lo que, para impulsar el fortalecimiento de la producción nacional, el mercado interno y el encadenamiento productivo de dicho grano, así como asegurar condiciones de mercado que permitan estabilizar su precio, resulta pertinente modificar temporalmente el arancel».
López Obrador afirma que el nuevo arancel reducirá la inflación, pero un grupo mexicano de consultoría agrícola, Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), no está de acuerdo.
«A través de un análisis, el GCMA [explica] que estas medidas van en contra de las políticas adoptadas para reducir el daño de la inflación y no tendrán ningún efecto sobre las inconformidades expresadas por los productores nacionales de granos, respecto a los precios de compra», dijo la organización. «La nueva medida de elevar en 50 por ciento el arancel a la importación de maíz blanco, lejos de atender un asunto de política pública, es otra medida de distracción del gobierno federal para evitar atender la crisis que viven los productores de maíz en el noroeste y noreste del país».
Disputa comercial entre México, Estados Unidos y Canadá
El decreto estará en vigor hasta finales de año y se produce en medio de una disputa comercial entre México y sus socios comerciales norteamericanos, Canadá y Estados Unidos, a causa del maíz (transgénico).
Pero los responsables de agricultura afirman que esta medida podría afectar negativamente a los consumidores mexicanos y posiblemente incluso a los agricultores estadounidenses a largo plazo.
«Hace más de un año que se empezó a negociar la imposición de aranceles a todo el maíz importado; el maíz amarillo es, con diferencia, el que más importan, ya que se utiliza para alimentar al ganado», declaró Sid Miller, comisionado de Agricultura de Texas, al periódico The Epoch Times. «En las negociaciones, hemos negociado que ahora dicen que sólo van a imponer el arancel al maíz blanco, del que no vendemos gran cosa».
Miller dijo que la mala noticia será para el pueblo mexicano, que podría ver cómo los precios se disparan sin control.
«La mala noticia de todo esto es que va a perjudicar más a sus consumidores que a los agricultores estadounidenses o al comercio entre Estados Unidos y México, porque elevará el coste de todo lo que se haga con maíz blanco, tortillas de maíz, enchiladas, todo eso».
El negociador agrícola jefe de la Oficina del Representante de Comercio de EE. UU., Doug McKalip, y el subsecretario de Comercio y Asuntos Agrícolas Exteriores del Departamento de Agricultura de EE. UU., Alexis Taylor, también emitieron recientemente un reproche sobre el nuevo arancel establecido tras reunirse con el gobierno mexicano.
«El planteamiento propuesto por México, que no se basa en la ciencia, sigue amenazando con perturbar miles de millones de dólares del comercio agrícola bilateral, causar un grave perjuicio económico a los agricultores estadounidenses y a los ganaderos mexicanos, y reprimir importantes innovaciones necesarias para ayudar a los productores a responder a los acuciantes retos climáticos y de seguridad alimentaria… Hoy hemos dejado claro que, si no se resuelve esta cuestión, consideraremos todas las opciones, incluida la adopción de medidas formales para hacer valer nuestros derechos en virtud del acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá».
Reacción de los mexicanos
Lo que complica aún más las cosas con la nueva política de México de aumentar el arancel sobre el maíz blanco en un 50 por ciento es que algunas partes del país sufren actualmente una sequía, lo que dificulta la producción nacional de maíz blanco.
«México ya está experimentando los efectos negativos de la falta de agua. En los últimos años, las regiones del centro y norte del país han experimentado escasez de agua debido al aumento de las sequías», afirma el think tank Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en un informe. Según datos del Banco Mundial, la disponibilidad promedio anual per cápita en el país pasó de 10,000 metros cúbicos (m 3 ) en 1960 a 4000 en 2012. Se estima que para 2030, esta disponibilidad en México caerá por debajo de los 3000 m 3 por habitante y año».
La combinación de un aumento de las sequías y un incremento del arancel para el maíz blanco hace que algunos residentes mexicanos teman que el precio de un alimento básico común como la tortilla aumente drásticamente.
«Los precios de las tortillas ya han subido a 20 pesos desde antes del COVID», dijo a The Epoch Times Pablo Gutierrez, que tiene un puesto de tacos en Guadalajara, México. «Si se duplica a 40 pesos [casi 2 dólares], me quedaré sin negocio».
El puesto de tacos de Gutiérrez, en la colonia Chapultepec, suele tener filas que se extienden por la avenida, sobre todo por la noche.
«Si subo mis precios, la gente no vendrá tanto», dijo.
El precio de otros productos básicos comunes, como los tomates, también ha subido.
«Esto es una burla», dijo a The Epoch Times Tavy Gujarro, también de Guadalajara. «La tortilla es una parte fundamental de la comida mexicana, y las personas de bajos ingresos son las que se verán más afectadas».
Gujarro y su familia dependen de este alimento básico, ya que el salario promedio mensual es de sólo 1600 dólares al mes, aunque muchos ganan mucho menos.
«Tengo dos trabajos, y gano 1000 pesos [58 dólares] a la semana», dijo Gujarro; trabaja como camarero y como obrero de la construcción.
La semana pasada, López Obrador dijo que Estados Unidos «puede ser que nos lleve a un panel [del USMCA]», pero afirmó que no estaba dispuesto a cambiar su postura sobre el uso de maíz transgénico para consumo humano porque creía que era una cuestión de «salud pública».
«Tenemos las pruebas», dijo a los periodistas en una conferencia de prensa.
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