El precio del carbonato de litio, material clave para fabricar baterías de coches eléctricos, ha seguido disparándose, triplicándose en el último año.
Este valioso mineral se procesa principalmente en la China comunista, que tiene el monopolio del mercado de las baterías.
Los precios del carbonato de litio en China alcanzaron los 71,315 dólares la tonelada el 16 de septiembre, según datos de Asian Metal Inc.
Esto ha provocado una subida del coste de las baterías de litio, que ha ido aumentando debido a la fuerte demanda y a las interrupciones de los cierres en los principales centros de producción de China.
Sin embargo, es probable que las actuales subidas de precios del mineral estratégico aumenten la preocupación por la inflación y añadan más gastos a la cadena de suministro.
Un corte de energía de dos semanas en agosto en la provincia china de Sichuan, de donde procede una quinta parte de la producción nacional de litio, ha dificultado el suministro en un mercado ya de por sí ajustado.
Los gobiernos occidentales han liderado un impulso acelerado de los llamados vehículos eléctricos ecológicos, ya que esas naciones pretenden una transición para alejarse de las fuentes de energía tradicionales.
En el primer semestre de 2022 se vendieron en todo el mundo unos 4.2 millones de vehículos eléctricos de batería e híbridos enchufables, un 63% más que en el mismo periodo del año anterior, según un informe de Canalys de principios de agosto.
Afrontar los estancamientos
El Partido Comunista Chino (PCCh), según Bloomberg, celebró una reunión de revisión de políticas el 15 de septiembre para abordar los atascos en las instalaciones de litio.
Funcionarios del Ministerio de Industria y Tecnología de la Información pidieron a los principales productores de litio de China que estabilizaran los precios.
Se ordenó a los productores que no se coludieran en la fijación de precios y que evitaran cotizar precios que se desviaran ampliamente de los costes, dijo el ministerio.
El régimen comunista dijo que tomará más medidas para fomentar la exploración, estabilizar las importaciones y promover el reciclaje para ahorrar costes.
Los analistas afirman que una reducción de la producción de baterías en China podría ralentizar el crecimiento del despliegue de los vehículos eléctricos en todo el mundo, ya que el aumento de los precios repercutiría en los costes de los vehículos.
Sociedad Química y Minera de Chile (SQM), el segundo mayor productor de litio del mundo, dijo que preveía un «mercado muy ajustado» en los próximos años.
SQM predice que los precios serán ligeramente superiores en el tercer trimestre a los del trimestre anterior y espera que sean similares en el cuarto trimestre, según una presentación a los inversores realizada el 15 de septiembre.
El principal productor de baterías de China, Ganfeng Lithium, comunicó a sus clientes la semana pasada que los precios de los nuevos pedidos probablemente sufrirían una importante subida debido a los problemas de suministro de litio.
La empresa fabrica baterías para pequeños dispositivos portátiles y baterías para auriculares Bluetooth.
Buscando alternativas en China
Debido a la escasez de litio en China, los fabricantes de baterías y de automóviles se han apresurado a conseguir suministros alternativos fiables y estables de litio.
Los mayores proveedores de carbonato de litio son Australia, con 323,000 toneladas, seguida de Chile, con 145,000 toneladas, Argentina, con 30,000 toneladas, y China, con 8000 toneladas.
Hay varios proyectos en Norteamérica, Australia y la Unión Europea para seguir produciendo más suministros de este mineral en bruto.
Australia, abrió la producción en un nuevo centro de procesamiento a principios de este año, mientras que Albemarle Corp., el principal productor de litio del mundo, está construyendo una nueva refinería en el sureste de Estados Unidos.
Una de las disposiciones clave de la Ley de Reducción de la Inflación del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reserva casi 400,000 millones de dólares para el gasto en energías renovables, incluida la producción de litio.
La Casa Blanca planea tener 2300 plantas de baterías a escala de red instaladas para 2030 y dar a los fabricantes de vehículos eléctricos exenciones fiscales si utilizan ciertos componentes, como baterías, que se fabrican en Estados Unidos.
Estados Unidos llegó a suministrar el 27% del litio mundial en 1996, pero se redujo al 1% en 2020, según el informe estadístico de BP.
Solo una mina de litio en Estados Unidos seguía abierta hace dos años.
La semana pasada, Tesla, el gigante de la fabricación de vehículos eléctricos, anunció sus planes de construir una refinería de litio en Texas con la ayuda de exenciones fiscales locales.
«Tesla está evaluando el posible desarrollo de una instalación de refinado de hidróxido de litio de grado de batería, la primera de su tipo en América del Norte, así como las instalaciones para apoyar otros tipos de procesamiento de materiales de la batería, el refinado y la fabricación y las operaciones de fabricación auxiliares en apoyo de la línea de productos sostenibles de Tesla», dijo Tesla en su solicitud con la Oficina del Contralor de Texas.
El fabricante de vehículos eléctricos dijo que la planta procesaría el litio en bruto en un «estado utilizable para la producción de baterías», y que su proceso de producción de litio ecológico está diseñado para consumir menos reactivos peligrosos y crear subproductos utilizables».
En abril, el CEO de Tesla, Elon Musk, declaró en una llamada sobre sus ganancias, que la producción de litio es esencial para el futuro de la industria y que los empresarios deberían entrar en el negocio de la minería.
«Ahora mismo, creemos que la extracción y el refinado del litio… parece ser un factor limitante, y ciertamente es responsable de una buena parte del crecimiento de los costes en las ventas», dijo Musk, que explicó. «Creo que es el elemento que más aumenta los costes ahora mismo».
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