El premio Nobel de la Paz polaco, Lech Walesa, alentó al exilio cubano en Miami a «buscar nuevas tácticas», frente a la dictadura comunista, diciendo que «no se pueden usar métodos que han fracasado».
Walesa fue presentado como «el hombre que nos enseñó a derrotar al comunismo» en un acto por la libertad de Cuba en el museo de la Brigada 2506 en Miami, Florida. Habló de su experiencia para derrotar el comunismo en Polonia.
La Brigada 2506 fue un grupo de cubanos que, en un intento fallido de desembarque en 1961 a la bahía Cochinos, buscaron derrocar el régimen comunista instaurado por Fidel Castro en 1959.
Walesa dijo que su deseo es poder participar y apoyar una «gran marcha por la victoria frente al comunismo» en La Habana, pero advirtió a los exiliados y activistas cubanos que el tiempo corre, ya que está por cumplir 79 años.
El expresidente de Polonia entre 1990 y 1995, reconoció la importancia de la participación del papa Juan Pablo II para que el comunismo instaurado en 1945 saliera de Polonia en particular y del bloque del Este en Europa, ya que sin su ayuda dijo, hubiera demorado más tiempo y probablemente hubiera implicado más violencia.
«El papa fue quien despertó al pueblo y lo llevó hacia mi», afirmó, refiriéndose al papa polaco, Karol Józef Wojtyła.
El Premio Nobel de 1983 fundó Solidaridad, un sindicato independiente en la Polonia comunista que llevó a la caída del régimen comunista polaco a fines de la década de 1980.
Solidaridad supo aprovechar para la causa de la libertad la gran cantidad de personas que congregó la primera visita de Juan Pablo II a su país natal en junio de 1979 y el fervor religioso que desató, dijo Walesa. Esto se sumó a las peticiones de ayuda que realizaron los líderes de Europa occidental, Estados Unidos y al mundo en general, agregó.
En este sentido, Walesa reiteró que la recomendación más sencilla para poder vencer al comunismo es organizarse bien, algo que, recalcó, el comunismo no quiere ni permite. Aunque reconoció la dificultad que implica hacerlo por el temor que estos regímenes autoritarios infunden a los ciudadanos, un temor que Polonia vivió con el encarcelamiento, torturas y muerte de opositores, aunado a una amenaza de catástrofe nuclear.
«Los misiles nucleares soviéticos apuntaban a las principales ciudades polacas», enfatizó.
En su experiencias contó que en los 20 años que trató de organizar la lucha por la libertad en Polonia logró, por mucho, que se le unieran 20 personas, de las cuales, «dos eran agentes del Estado infiltrados».
Walesa dejó entrever que EE. UU. ha permitido que el régimen cubano continúe. Y subrayó que aunque «Cuba es un mosquito que le pica en la nariz», EE.UU. «no hace nada».
Sin embargo, prometió trabajar con los «patriotas» cubanos para encontrar vías que conduzcan a un triunfo a favor de la libertad y democracia en Cuba. Y dijo que los opositores deberían aprovechar algún acto masivo del régimen o algún evento deportivo masivo para convertirlo en un acto por la libertad, cuando se le consultó sobre alguna sugerencia para prender la chispa de una rebelión en Cuba.
«Tengo que estudiarlo bien, hay que seguir buscando vías», agregó.
En Ucrania, durante un evento del Movimiento Tuidang en 2015—donde millones de chinos declaran su renuncia al Partido Comunista Chino y sus organizaciones afiliadas—Walesa dijo que el comunismo desde su inicio estaba condenado al fracaso.
“El comunismo, como sistema desprovisto de valores humanos, es incompatible con el progreso de la civilización, y desde el principio estuvo destinado, tarde o temprano, al colapso”, dijo.
Con información de EFE y de Joshua Philipp.
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