En medio del escrutinio en curso sobre las grúas portuarias de fabricación china sospechosas de servir como conductos de espionaje, la Agencia Meteorológica de Corea del Sur hizo un descubrimiento sorprendente al identificar código malicioso en equipos meteorológicos importados de China.
Informes recientes de varias fuentes de noticias surcoreanas confirman que el código malicioso se encontró en junio de este año.
Esta revelación fue dada a conocer inicialmente por el Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) durante un foro de ciberseguridad invitado por los medios de comunicación celebrado en julio. En colaboración con otras organizaciones pertinentes, el NIS también anunció una amplia investigación conjunta sobre los dispositivos de fabricación china, incluidos los sistemas de circuito cerrado de televisión (CCTV).
Según un artículo de investigación de IT Chosun, filial de Chosun Ilbo, «los ciberatacantes chinos atacaron en abril a una empresa privada que presta servicios laborales a organismos gubernamentales surcoreanos, intentando infiltrarse en su red interna. A la luz de los posibles ciberataques de puerta trasera ya ejecutados contra entidades surcoreanas, el NIS está examinando si los proveedores chinos equiparon intencionadamente tales dispositivos para el ciberespionaje».
El informe planteaba la posibilidad de que, en caso de que hubiera puertas traseras en los dispositivos meteorológicos, las organizaciones cibernéticas chinas pudieran no sólo acceder a los datos meteorológicos en tiempo real de Corea del Sur, sino también manipularlos. Una «puerta trasera» es un código malicioso que elude las medidas de seguridad para acceder ilícitamente a sistemas o programas informáticos.
Los puertos dejarán de importar grúas de fabricación china
En respuesta a la preocupación de Estados Unidos, el gobierno surcoreano inició en marzo una investigación sobre las grúas portuarias de fabricación china.
Un informe de abril del Seoul Economic Daily reveló que se están formulando medidas posteriores basadas en la investigación en curso.
Además, este mismo año se tomarán medidas correctoras contra las grúas chinas existentes.
Varias empresas portuarias surcoreanas ya decidieron suspender las importaciones de China en favor de alternativas de producción nacional.
Más de la mitad de las grandes grúas que operan en los puertos surcoreanos proceden de China. Esta cifra se eleva al 75 por ciento en el puerto de Pyeongtaek, cerca del cuartel general de las fuerzas estadounidenses en Corea. El ejército estadounidense utiliza con frecuencia este puerto para importar armamento y suministros.
En un hecho notable, la Cámara de Representantes de Estados Unidos presentó en mayo una ley para prohibir el uso de grúas chinas en los puertos estadounidenses y obligar a revisar la seguridad de todas las instalaciones existentes.
La atención se centra cada vez más en Shanghai Zhenhua Heavy Industries Co. (ZPMC), que domina más del 70 por ciento del mercado mundial.
Preocupación por el espionaje en Estados Unidos
En una entrevista en video del 2017 publicada en el sitio web oficial de Microsoft, Huang Qingfeng, el entonces presidente de Shanghai Zhenhua Heavy Industries, reveló: «A través de nuestra oficina principal en Shanghái, podemos monitorear todas las grúas para ayudar a solucionar problemas».
Avanzando rápidamente hasta marzo de este año, The Wall Street Journal informó de la inquietud entre los funcionarios estadounidenses, preocupados por la posibilidad de que grandes grúas fabricadas en China y desplegadas en puertos estadounidenses, algunas incluso utilizadas por el ejército estadounidense, pudieran servir como herramientas de espionaje para el régimen chino.
Casi el 80 por ciento de las grúas utilizadas en los puertos estadounidenses son fabricadas por Shanghai Zhenhua Heavy Industries. Estas grúas vienen equipadas con sensores avanzados capaces de rastrear el origen y el destino de los contenedores de transporte, lo que hace saltar las alarmas sobre posibles actividades de espionaje que podrían comprometer las operaciones militares de Estados Unidos en todo el mundo.
William Evanina, ex director del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad (NCSC), advirtió: «Las grúas chinas pueden ser las nuevas Huawei», en referencia a la empresa tecnológica china actualmente sometida a restricciones en numerosos países por motivos de seguridad.
Corea del Sur refuerza la ciberseguridad
En abril, el Presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, firmó con Estados Unidos el «Marco Estratégico de Cooperación en Ciberseguridad», que amplía la cooperación de los aliados al ámbito cibernético. Este acontecimiento se produjo poco después de que Corea del Sur iniciara esfuerzos para reforzar su infraestructura de ciberseguridad.
Mientras tanto, una investigación dirigida por el NIS de Corea del Sur evaluó el uso de productos de tecnología de la información (TI) que están directa o indirectamente sujetos a sanciones internacionales. Los productos chinos y rusos, incluidos los de Huawei, se incluyeron en la exhaustiva evaluación.
Los datos del Servicio de Aduanas de Corea del Sur indican que, desde 2017, los productos de fabricación china constituyeron constantemente alrededor del 40 por ciento de las importaciones de equipos de telecomunicaciones de Corea del Sur.
En particular, LG U+, el tercer mayor proveedor de telecomunicaciones del país, confía en los equipos de Huawei para sus redes 4G (LTE) y 5G en áreas seleccionadas dentro de Seúl y Gyeonggi-do. Sigue siendo la única empresa de telecomunicaciones de Corea del Sur que utiliza productos Huawei en sus redes inalámbricas.
En un oportuno movimiento legislativo, Kim Yeung-shik, legislador del gobernante Partido del Poder Popular (PPP), introdujo enmiendas a la Ley de Redes de Información y Comunicación antes de su visita a Estados Unidos a finales de abril.
La enmienda propuesta pretende tipificar como delito el establecimiento o la difusión de puertas traseras en las redes de información y comunicación. Las infracciones podrían acarrear hasta cinco años de cárcel o una multa máxima de 50 millones de wones coreanos (unos 38,000 dólares).
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