La presencia continua hasta marzo de al menos 5000 miembros de la Guardia Nacional, en Washington, es inusual, sin precedentes, innecesaria y tiene el riesgo de convertirse en una «fuerza de ocupación», dijo el lunes un exoficial de inteligencia militar.
El teniente retirado, Steven Rogers, exmiembro de la Fuerza de Tarea Conjunta contra el Terrorismo del FBI, sugirió que la presencia planificada de miles de miembros de la Guardia, incluso después de la toma de posesión del presidente Joe Biden, en la que hubo cerca de 26,000 tropas en servicio, es motivo de preocupación.
Hasta el 25 de enero, alrededor de 13,000 miembros de la Guardia permanecían en Washington, según el general del ejército estadounidense, Daniel Hokanson, jefe de la Oficina de la Guardia Nacional. Un portavoz de la agencia le confirmó a The Epoch Times, la semana pasada, que reducirá los miembros de la Guardia a 5000 unidades hasta mediados de marzo.
“El propósito de la Guardia Nacional es complementar a las agencias de aplicación de la ley, ayudarlas con el control de multitudes, ayudarlas a hacer cumplir las leyes, solo para complementar su mano de obra. Ese trabajo estaba hecho”, le dijo Rogers a NTD. El exoficial es el presidente de “Campaign 4 America”, una nueva organización que tiene como objetivo unir al país y promover una agenda conservadora.
«Lamentablemente, el mensaje que está recibiendo el pueblo estadounidense es que esto se está convirtiendo lentamente en una fuerza de ocupación, la cual es absolutamente innecesaria», dijo.
Miles de efectivos de la Guardia Nacional acudieron a la capital a custodiar la inauguración presidencial después de que un grupo irrumpiera en el edificio del Capitolio, una semana antes, durante la Sesión Conjunta del Congreso. Ningún miembro tuvo que lidiar con ningún problema de seguridad el día de la inauguración, dijo el portavoz de la guardia, Matt Murphy, a The Epoch Times el 21 de enero.
El secretario interino del ejército, John Whitley, dijo durante una sesión informativa el 25 de enero que había habido advertencias del FBI sobre posibles disturbios en las próximas semanas, que requieren que las tropas de la Guardia permanezcan en Washington hasta marzo.
Rogers, sin embargo, dijo que cree que la presencia continua del personal de la Guardia es «política», dado que la Guardia Nacional no ha sido desplegada para hacer frente a los incesantes disturbios y actos de violencia que ha llevado a cabo recientemente, en todo el país, el grupo de extrema izquierda Antifa.
«Lo que es más desconcertante es el hecho de que mientras nuestras tropas están en Washington D.C., hay ciudades en la costa oeste que se están quemando», dijo Rogers. «Hemos tenido una situación en la que Antifa está atacando los ayuntamientos, se están apoderando de los vecindarios, están quemando edificios, están agrediendo a los agentes de policía».
La semana pasada, miembros de Antifa rompieron ventanas y destrozaron las oficinas del Partido Demócrata en Portland durante los disturbios que tuvieron lugar pocas horas después de la toma de posesión de Biden, mientras que otros derribaron botes de basura y prendieron fuego. Una multitud vestida principalmente con el característico color negro de Antifa marchó con pancartas con numerosos símbolos de anarquía que decían: “No queremos a Biden. Queremos venganza por los asesinatos policiales, las guerras imperialistas y las masacres fascistas” y “No somos gobernables”.
La secretaria de prensa de la administración Biden, Jen Psaki, le dijo a la prensa el lunes que Biden «cualquier violencia en los términos más enérgicos».
“En este momento, solo puedo decir que esto es político, el tipo de mensaje que se está enviando, no es un buen mensaje para nuestros líderes mundiales. No es un buen mensaje para el pueblo estadounidense”, continuó Rogers.
“Hay un problema subyacente, y ese problema es la influencia del comunismo, del socialismo, en este país, y la óptica de las tropas en nuestra capital no encaja bien con el pueblo estadounidense cuando existe una preocupación por la imposición de una agenda socialista comunista en este país. Y la única conclusión que puedo sacar ahora es que simplemente no es saludable para Estados Unidos. No es un buen panorama para nadie”.
«Es hora de que estas tropas regresen a casa», agregó Rogers. “No son policías, tienen que estar preparados para el combate. Tienen que estar preparados para librar guerras y, debo añadir, tienen que estar preparados para ir a zonas del país cuando se les pida que ayuden a las fuerzas del orden».
Con informes de Grace Coulter, reportera de NTD.
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