La Fiscalía General de Nueva York informó este jueves de 12 individuos arrestados de una red que traficaba cocaína desde Puerto Rico para ser vendida en Nueva York, tras lo cual el dinero era enviado a la isla.
Como parte de ese operativo se confiscaron 7.5 kilogramos de la droga, valorada en más de medio millón de dólares, y más de 123,000 dólares en efectivo, según un comunicado de prensa de la Fiscalía.
A los arrestados se les presentaron 155 cargos, que incluyen operar como un gran traficante, posesión y venta criminal de una sustancia controlada, según el documento legal, que indica además que la droga era vendida en cantidades de dos onzas o más en los condados en cualquier parte del estado o la ciudad de Nueva York.
Los acusados fueron identificados como Joel Calderón, Félix De León Ortiz, Daniel Dublino, Rafael Martínez, Edwin Rivera, Kevin Sánchez Bayala, José Torres, Shawn Armstrong, Corey Floyd, Christopher Hanaka, Gregory Pryor y Marshone Spigner, quienes fueron arrestados tras un año de investigación que las autoridades denominaron «Operación Catarata».
«Estas personas supuestamente traficaron más de 500,000 dólares en cocaína desde Puerto Rico y otras áreas hacia las calles de Nueva York, a expensas de la seguridad pública. Mi oficina seguirá responsabilizando a cualquiera que viole la ley», indicó la fiscal general Letitia James.
Los investigadores descubrieron que se estaba enviando cocaína desde Puerto Rico a miembros de esta red en varios lugares de Nueva York. También que la cocaína se entregaba a otros para que la procesaran y vendieran, y las ganancias se enviaban a Puerto Rico.
Como se alega en la acusación, el personaje central de la red de tráfico, Joel Calderón, de 32 años, compraba y vendía cocaína a numerosas personas de la región. Calderón compró principalmente cocaína a Rafael Martínez, de 34 años, pero cuando este no tenía suministros también le compró a José Torres, de 31, agrega el comunicado.
Calderón vendió luego la cocaína a Armstrong y muchos otros revendedores.
La Fiscalía explicó además que en este operativo las escuchas telefónicas capturaron numerosas conversaciones entre Armstrong, Martínez, Calderón, Torres y otros mientras ordenaban la cocaína y organizaban la entrega para su reventa.
Calderón, Martínez y Torres están acusados de operar como un gran traficante, lo que conlleva una sentencia máxima de cadena perpetua si se les declara culpables.
«Al arrestar al director de esta organización, hemos obstruido efectivamente una arteria importante que abastece al norte del estado de Nueva York con drogas ilegales», indicó el director de la Administración para el Control de Drogas (DEA) en Nueva York, Ray Donovan.
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