Un hombre que supuestamente entró en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021 ahora fue acusado de conspirar para matar a agentes del FBI.
Edward Kelley, de 33 años, fue acusado de conspiración, incitación a cometer un delito de violencia y otros cargos, según una querella criminal revelada el 16 de diciembre.
El acusado, de Tennessee, había quedado en libertad bajo fianza tras ser detenido y ser imputado en mayo por delitos relacionados con la irrupción al Capitolio, entre ellos agresión, destrucción de bienes públicos y alteración del orden público.
Según la nueva denuncia, Kelley identificó a decenas de miembros de las fuerzas del orden implicados en la investigación sobre él. Un testigo que posteriormente se puso en contacto con las autoridades de Maryville, dijo que participó el 3 de diciembre en una reunión con Kelley y Austin Carter, otro hombre de Tennessee y en este encuentro Kelley declaró que iban a «realizar principalmente misiones de reconocimiento y misiones de asesinato».
Kelley pidió presuntamente a Carter, de 26 años, y al testigo que recabaran información sobre el personal de la lista. Al parecer, habría pedido al testigo que «se pusiera en contacto con sus amigos policías» para obtener la información. Kelley supuestamente preguntó al testigo si tenía armas y cuando él respondió afirmativamente, le dijo al testigo que sería bueno que quisiera conseguirse una lupa, ya que el grupo haría «más a larga distancia».
El testigo «entendió que las declaraciones de Kelley se referían a asesinatos», según la denuncia.
Diez días más tarde, Carter y el testigo estaban trabajando juntos en un lugar de trabajo no identificado cuando Carter le dio un sobre al testigo, afirma el documento. Carter le dijo que lo abriera más tarde y que lo quemara cuando terminara. Carter dijo que recibió el sobre de Kelley.
Cuando el testigo se marchó y abrió el sobre, encontró la lista y una memoria USB, según la denuncia. A las pocas horas, el testigo se puso en contacto con las fuerzas del orden.
El testigo, que no fue identificado, accedió entonces a grabar sus conversaciones con Kelley y Carter. Durante una de las llamadas, Kelley supuestamente dijo que si le detenían, que «empezara», y añadió: «Ustedes, chicos, se los cargan en sus oficinas».
«Si lo mismo le pasa a alguno de ustedes, chicos, yo haré lo mismo, ¿de acuerdo?», dijo Kelley, de acuerdo a una cita. Más tarde respondió afirmativamente cuando el testigo le preguntó si se refería a la oficina de Knoxville.
Un abogado que representa a Kelley no devolvió una solicitud de comentarios.
«El Sr. Carter mantiene su inocencia y esperamos defenderle celosamente contra estas acusaciones», dijo a Reuters Joshua Hedrick, abogado de Carter.
Tanto Kelley como Carter han sido puestos bajo custodia, según el sumario judicial.
«Las acusaciones de hoy de que unos individuos pretendían atacar y herir o matar a personal del FBI son repugnantes. Los empleados del FBI desempeñan honorablemente sus funciones protegiendo al público estadounidense y defendiendo la Constitución, y ellos deberían poder ejecutar estas funciones sin amenazas de violencia», dijo el director del FBI, Christopher Wray, en una declaración.
Cargos imputados por el 6 de enero
Kelley dijo que asistió al mitin de Trump del 6 de enero de 2021 en Washington y que viajó a Washington desde Tennessee con otro individuo.
Él habló dos veces con agentes del FBI en junio de 2021 respecto al viaje, según los documentos judiciales. El acusado dijo que caminó alrededor del exterior del Capitolio, pero no entró en el edificio.
Pero las fotografías y el vídeo de vigilancia mostraron que Kelley sí entró en el edificio, según un agente del FBI.
Kelley, quien vestía una polera negra con capucha, una mochila de color canela oscuro, una máscara antigás y un casco táctico verde, se alejó del Monumento a la Paz y ayudó a otras personas a arrojar al suelo a un agente de la Policía del Capitolio de Estados Unidos, de acuerdo a las imágenes. Al parecer, rompió una ventana del Capitolio y entró en el edificio a través de la ventana rota.
El acusado formaba parte del grupo que preguntó al agente Eugene Goodman dónde estaban los legisladores contando los votos electorales. Goodman los alejó de la sala del Senado, y Kelley y los demás acabaron entrando a la tribuna de la cámara alta.
Más tarde, Kelley fue visto en la rotonda del Capitolio antes de salir del edificio. Estuvo dentro unos 40 minutos, según declaró un agente en una denuncia anterior.
Kelley recibió cargos de agresión, entrada ilegal, obstrucción a las fuerzas del orden durante desórdenes civiles y otras acusaciones.
El acusado se declaró inocente.
En la orden por la que se establecen las condiciones para su puesta en libertad mientras dure el caso, se ordena a Kelley que no infrinja la legislación federal, estatal o local.
El viernes, Marina Medvin, que había estado representando a Kelley en el caso del 6 de enero, presentó una moción para retirarse. En la breve moción, Medvin dijo que ella y Kelley estaban buscando conjuntamente la separación.
«Este es un asunto de delito grave que actualmente aún está asignado a un juez de primera instancia (aunque se espera que una acusación sea archivada la próxima semana), no hay fecha de juicio, el caso del acusado no se retrasará y no se espera que el retiro tenga un efecto material adverso sobre los intereses del cliente o su caso», escribió Medvin. «El Sr. Kelley buscará que esta corte le designe un abogado para todos los procedimientos futuros».
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