Presentan proyecto para detener subvenciones destinadas a investigar la ganancia de función viral

Por Katabella Roberts
20 de octubre de 2021 11:44 AM Actualizado: 20 de octubre de 2021 11:44 AM

El senador Roger Marshall (R-Kan.) ha propuesto junto a un grupo de republicanos una nueva legislación que detendría temporalmente las subvenciones federales para la investigación destinadas a las universidades y otras organizaciones que realicen «investigaciones arriesgadas sobre potenciales patógenos pandémicos».

En un comunicado de prensa fechado el 19 de octubre en el que se anunciaba la nueva legislación, Marshall dijo que el proyecto de ley, conocido como Ley de Moratoria de la Investigación sobre la Ganancia de Función Viral, se presentaba en respuesta a los resultados de las investigaciones del Congreso y de los medios de comunicación sobre dicha investigación.

Marshall dijo que tales investigaciones habían revelado problemas de seguridad nacional, incluyendo el hecho de que las agencias federales autorizaron «investigaciones peligrosas» con ciertos países que «pueden haber contribuido a la pandemia de COVID-19».

«Es indignante que todavía no se haya llevado a cabo una investigación global completa sobre los orígenes de la COVID-19, y con las crecientes pruebas que apuntan hacia los laboratorios de Wuhan, deben establecerse barreras de seguridad adicionales sobre la investigación de ganancia de función para asegurarse de que nada como esto vuelva a suceder», dijo Marshall.

«Durante la última década, el Dr. Fauci ha financiado la investigación sobre la ganancia de función de los virus del SARS, y hasta que no lleguemos al fondo de los orígenes de la COVID-19, el gobierno federal no debe proporcionar ni un centavo más de financiación para la investigación sobre la ganancia de función viral en nombre de la salud mundial», continuó.

Marshall señaló específicamente a los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE. UU., que, según dijo, han practicado históricamente una «definición amplia e inconsistente de la investigación de ganancia de función (GF)», la controvertida práctica de modificar o alterar genéticamente un virus u organismo y hacer que gane una nueva función en su transmisibilidad o patogenicidad.

Esta práctica fue prohibida durante el mandato del presidente Barack Obama en 2014, pero dicha decisión fue revocada por los NIH, dirigidos por el doctor Anthony Fauci, tres años después.

Marshall dijo que la mayor parte de la investigación financiada en cuestión implica a EcoHealth Alliance, en cuyos proyectos participaron investigadores del Instituto de Virología de Wuhan, de la Universidad de Wuhan y del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de la provincia de Guangdong, en China.

El senador también señaló al Departamento de Defensa (DoD), que, según él, no solo está implicado en este «tipo de investigación arriesgada», sino que ha proporcionado más de 40 millones de dólares de financiación a EcoHealth Alliance para llevar a cabo este tipo de investigación en el Instituto de Virología de Wuhan, en China, sin «ninguna transparencia y sin rendir cuentas».

Un sanitario recoge una muestra para analizar el virus del PCCh en Harbin, en la provincia nororiental china de Heilongjiang, el 22 de septiembre de 2021. (STR/AFP vía Getty Images)
Unos técnicos de laboratorio con equipo de protección personal (EPI) trabajan con muestras que se someterán a pruebas de COVID-19 en el laboratorio Fire Eye, una instalación de pruebas de COVID-19, en Wuhan, en la provincia central china de Hubei, el 4 de agosto de 2021. (STR/AFP vía Getty Images)

Los documentos publicados en septiembre detallan la investigación financiada por EE. UU. sobre varios tipos de coronavirus en el Instituto de Virología de Wuhan (WIV), donde se produjo el primer brote del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).

Las más de 900 páginas de material detallan el trabajo de la EcoHealth Alliance. Incluyen dos propuestas de subvención inéditas financiadas por los NIH, así como actualizaciones de proyectos relacionados con la investigación de la EcoHealth Alliance.

Una de las subvenciones concedidas por los NIH a la EcoHealth Alliance, «Comprender el riesgo de aparición del coronavirus del murciélago«, asciende a 666,422 dólares.

La propuesta de subvención esboza un ambicioso plan, dirigido por el presidente de la EcoHealth Alliance, Peter Daszak, para «investigar la ecología, la biología evolutiva y la dinámica de transmisión de los coronavirus de los murciélagos en la interfaz entre el hombre y la fauna».

«En concreto, realizaremos estudios de campo en China para obtener muestras de alta calidad de murciélagos, e identificaremos, caracterizaremos y aislaremos coronavirus conocidos y nuevos», reza la propuesta de subvención. «Analizaremos los patrones de transmisión del coronavirus entre los murciélagos y otros animales salvajes, y el riesgo de contagio a los humanos».

La investigación de Daszak también incluye el examen de las personas que trabajan con animales vivos.

La propuesta de subvención también reconoce los peligros potenciales del estudio, incluso durante el trabajo de campo, afirmando que «implica el mayor riesgo de exposición al SARS u otros CoV, mientras se trabaja en cuevas con una alta densidad de murciélagos sobre la cabeza y con la posibilidad de inhalar polvo fecal».

«También existe cierto riesgo de exposición a patógenos o de lesiones físicas al manipular murciélagos, civetas, roedores u otros animales, sus muestras de sangre o sus excrementos», se lee en el documento. «El aislamiento del virus puede ser un reto».

La subvención para el coronavirus de los murciélagos proporcionó a la EcoHealth Alliance un total de 3.1 millones de dólares, incluidos 599,000 dólares que el Instituto de Virología de Wuhan utilizó en parte para identificar y alterar los coronavirus de los murciélagos susceptibles de infectar a los humanos, según The Intercept.

La subvención se concedió inicialmente por un periodo de cinco años, de 2014 a 2019. La financiación se renovó en 2019, pero fue suspendida por la Administración Trump en abril de 2020.

Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado a China a compartir los datos brutos de los primeros casos de COVID-19, afirmando que es «de vital importancia saber cómo comenzó la pandemia de COVID-19» y dar ejemplo para establecer los orígenes de todos los futuros eventos de contagio entre animales y humanos.

El proyecto de ley de Marshall está firmado por los senadores Rand Paul (R-Ky.), Joni Ernst (R-Iowa), Tommy Tuberville (R-Ala.), Marsha Blackburn (R-Tenn.), Bill Hagerty (R-Tenn.), Mike Braun (R-Ind.), James Lankford (R-Okla.), Marco Rubio (R-Fla.) y Tom Cotton (R-Ark.).


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