La representante Elise Stefanik (R-N.Y.) presentó una queja contra el juez que supervisa el proceso penal del expresidente Donald Trump en Nueva York, alegando que su selección en el caso del expresidente no fue aleatoria.
La posible mala conducta se refiere a la repetida asignación del juez en funciones Juan Merchan, donante del Partido Demócrata, a casos penales relacionados con el presidente Donald J. Trump y sus aliados, escribió el martes en una carta la Sra. Stefanik, que al parecer aspira a convertirse en la candidata a la vicepresidencia del expresidente.
Añadió que el juez Merchan «también presidió el juicio penal contra la Organización Trump y presidirá el juicio penal contra Steve Bannon», que fue asesor principal del expresidente cuando éste estaba en la Casa Blanca.
La Sra. Stefanik señaló en su carta que hay unas tres docenas de jueces elegibles para supervisar los casos relacionados con Trump, pero el juez Merchan, que es juez en funciones, fue seleccionado para tres de los casos relacionados con el expresidente y presunto candidato republicano a la Casa Blanca en 2024.
«Si realmente se asignaran jueces al azar en el Periodo Penal, la probabilidad de que se asignen dos casos penales concretos al mismo juez es bastante baja, y la probabilidad de que se asignen tres casos penales concretos al mismo juez es infinitesimalmente pequeña. Y, sin embargo, vemos al juez en funciones Merchan en los tres casos», escribió.
Su carta hacía referencia a las donaciones del juez Merchan al Partido Demócrata y al presidente Joe Biden, al mismo tiempo que añadía que su hija está a cargo de una empresa de consultoría que trabaja con funcionarios demócratas.
«Uno no puede evitar sospechar que la ‘selección aleatoria’ que se está llevando a cabo en la asignación del juez en funciones Merchan, donante del Partido Demócrata, a estos casos en los que están implicados destacados republicanos, en realidad no es aleatoria en absoluto», añadió la legisladora en su carta.
The Epoch Times se puso en contacto con la Corte Suprema del Estado de Nueva York y con la Oficina de Administración Judicial del Estado de Nueva York para pedirles comentarios.
En una declaración a los medios de comunicación, la Oficina de Administración Judicial del Estado de Nueva York afirmó que la asignación del juez al caso penal de Trump siguió el protocolo habitual.
«Como hemos dicho en repetidas ocasiones, incluso en abril de 2023, el juez Merchan fue asignado para supervisar los grandes jurados especiales que investigaron a la Organización Trump y a Allen Weisselberg, así como a Donald Trump», decía el comunicado. «A su vez, se le asignaron las acusaciones que surgieron de esas investigaciones, lo cual es una práctica habitual, ya que el juez que supervisa la investigación del gran jurado ya tiene cierta familiaridad con estos casos, a menudo complejos, y puede gestionarlos con mayor eficacia».
En respuesta a las alegaciones de los abogados del expresidente Trump sobre la existencia de un conflicto de intereses, a mediados de abril el juez Merchan no quiso recusarse del caso y denegó su solicitud. Una denuncia presentada por sus abogados afirmaba que el juez tiene un conflicto de intereses debido al trabajo de consultoría de su hija.
Pero el juez Merchan dijo el día de la apertura del juicio penal que sus abogados «no han aportado» pruebas que demuestren que tiene un conflicto de intereses en el caso, y añadió que las afirmaciones se basaban en una «serie de inferencias» e «insinuaciones». El juez también declaró que «aquí no hay agenda», y añadió que «queremos seguir la ley».
A principios de este año, el juez Merchan dictó una orden de silencio contra el expresidente Trump, argumentando que sus comentarios en las redes sociales y en público ejercerían una presión indebida sobre posibles testigos, miembros del jurado y otras personas relacionadas con el juicio. Según la orden, el expresidente Trump puede criticar al juez y al fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, que llevó el caso.
El año pasado, el expresidente Trump fue acusado de 34 cargos de falsificación de registros comerciales en relación con pagos a un exsocio y exabogado, Michael Cohen, para presuntamente comprar el silencio de mujeres que hicieron afirmaciones sobre amoríos con el expresidente, que éste ha negado. Los fiscales afirman que el plan era un intento de interferir en las elecciones de 2016.
El expresidente se ha declarado inocente, afirmando que el juicio es un intento de mantenerlo alejado de la campaña para las elecciones presidenciales de 2024 y diseñado para perjudicar sus posibilidades de reelección.
El miércoles, está previsto que el jurado comience sus deliberaciones después de que tanto los fiscales como la defensa presenten sus alegatos finales sobre el caso.
El juez dijo a los miembros del jurado el miércoles: «No es responsabilidad mía juzgar las pruebas aquí. Es la suya».
Mientras tanto, el expresidente Trump no ha señalado públicamente a quién podría elegir como su compañera de fórmula para 2024, pero los medios de comunicación han especulado con que ella podría estar compitiendo por el puesto. Anteriormente dijo que se sentiría «honrada» de servir en una Administración Trump «en cualquier capacidad».
El expresidente ha dicho que no elegirá a su compañero de fórmula antes de la Convención Nacional Republicana de julio.
Con información de Associated Press.
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