El partido gobernante Sueño Georgiano se alzó el domingo con la victoria en las elecciones parlamentarias de Georgia con casi el 54 por ciento de los votos, lo que llevó a la presidenta, Salome Zourabichvili, a convocar protestas públicas en medio de las denuncias de la oposición que dicen que el resultado favorece a Rusia.
El Sueño Georgiano se encamina a un cuarto mandato y obtendrá 89 escaños en el Parlamento, lo que determinará la trayectoria geopolítica del país. Cuatro partidos de la oposición prooccidentales obtuvieron 61 escaños en total.
El multimillonario fundador del partido, Bidzina Ivanishvili, caracterizó las elecciones del 26 de octubre como una forma de evitar que Occidente arrastre a Georgia a un conflicto con Rusia.
“Es un caso raro en el mundo que un mismo partido logre tal éxito en una situación tan difícil: es un buen indicador del talento del pueblo georgiano”, dijo Ivanishvili a sus partidarios el domingo.
Los partidos de la oposición impugnaron los resultados electorales.
El domingo, la presidenta de Georgia, Salome Zourabichvili, opositora del partido Sueño Georgiano, pidió a los ciudadanos que salieran a la calle a protestar, refiriéndose al resultado como una “operación especial rusa”.
“Insto a nuestros socios internacionales a que protejan a Georgia apoyando al pueblo, no a un gobierno ilegítimo”, afirmó.
“Al igual que se opusieron a la ley rusa, les pedimos que vuelvan a estar con nosotros. Estas elecciones son ilegítimas, y nada puede cambiar eso”.
En una conferencia el lunes, dijo: “Como última institución independiente, no puedo reconocer estas elecciones: legitimaría la toma de Georgia por Rusia”.
La líder del partido de la oposición Coalición por el Cambio, Nika Gvaramia, calificó la votación como un “golpe constitucional” y una “usurpación al poder”.
La líder del partido opositor Movimiento Nacional Unido, Tina Bokuchava, afirmó que las elecciones habían sido robadas.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, negó cualquier interferencia rusa en la votación. Moscú se ha opuesto históricamente a la expansión de la UE en sus regiones vecinas.
Afirmó que había habido intentos por parte de actores europeos de interferir en las elecciones.
“Rechazamos enérgicamente tales acusaciones; como saben, se han convertido en norma para muchos países”, dijo Peskov. “A la menor cosa, acusan inmediatamente a Rusia de injerencia. No, eso no es cierto. No hubo injerencia y las acusaciones son absolutamente infundadas”.
La Unión Europea dijo que sus observadores electorales informaron sobre “un terreno de juego desigual, una campaña divisiva en un ambiente polarizado y preocupaciones significativas sobre el impacto de las recientes enmiendas legislativas en este proceso electoral”.
La situación puede dificultar aún más el avance de Georgia hacia la adhesión a la UE, según un análisis del 27 de octubre del think tank estadounidense Institute for the Study of War.
En un post publicado el 27 de octubre en la plataforma de redes sociales X, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, pidió a la comisión electoral de Georgia que investigara a fondo las violaciones denunciadas.
“Reiteramos el llamamiento de la UE a los dirigentes georgianos para que demuestren su firme compromiso con el camino del país hacia la UE”, afirmó.
“Seguimos expresando nuestra profunda preocupación por el retroceso democrático en Georgia. El desarrollo de las elecciones de ayer es, desgraciadamente, una prueba de ello”, declaró en un comunicado Antonio López-Istúriz White, Jefe de la Delegación del Parlamento Europeo ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.
“Seguiremos de cerca la situación en Georgia para ver si el próximo gobierno opta por realinearse con los valores y normas de la UE e invertir las tendencias negativas de los últimos meses”.
Adam Morrow contribuyó a este artículo
Con información de Reuters
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