La alcaldesa de Rochester, Nueva York, y el presidente del sindicato de la policía de la ciudad, se instaron mutuamente a renunciar debido al manejo de la muerte de Daniel Prude en marzo.
Durante una rueda de prensa el miércoles, el presidente del Rochester Police Locust Club, Mike Mazzeo, instó a la alcaldesa Lovely Warren a que renuncie, diciendo que hay una «necesidad de cambio».
«Cuando tenemos personal de mando saliendo por la puerta, algo va mal», dijo a la prensa. «Creo que hay demasiada gente involucrada en esto que sabe la verdad, y espero que los demás se enteren pronto».
Mazzeo, en su declaración, se refirió a las renuncias de los principales líderes de la policía de la ciudad a principios de esta semana. Se retiraron el jefe de policía La’Ron Singletary, el subjefe Joseph M. Morabito y un comandante, mientras que dos líderes más renunciaron a sus puestos de mando el martes.
Sus renuncias se produjeron días después que Warren anunciará que el departamento de policía de la ciudad se sometería a una serie de reformas, comenzando con el traslado de la intervención de crisis fuera del departamento, y el traslado de su presupuesto y equipo al departamento de servicios de juventud y recreación de Rochester.
La semana pasada Warren también suspendió a los siete policías de Rochester involucrados en el arresto del 23 de marzo de Prude, de 41 años, un hombre negro quien según un funcionario de salud dijo que estaba bajo la influencia del PCP (fenciclidina).
La alcaldesa respondió poco después a la petición de Mazzeo para que renunciara, llamando «arcaicos» sus métodos de vigilancia.
«Durante 30 años, el problema de la policía en Rochester son los policías como Mike Mazzeo que ven el vídeo de la muerte de Daniel Prude y no ven nada malo», dijo Warren en un comunicado.
«Que creen que no hay nada malo en inmovilizar la cabeza del Sr. Prude en la calle. Que creen que no hay nada malo en que otros policías se queden parados, bromeando y no intervengan mientras el Sr. Prude está muriendo. Que creen que está bien ignorarlo casualmente cuando toma su último aliento, y luego informar cruel y falsamente a su hermano quien les rogó que no le hicieran daño», continuó.
«Mike Mazzeo y los de su calaña solo existen para protegerse y servirse a sí mismos, y ciertamente no a la gente de la ciudad de Rochester».
La alcaldesa concluyó su declaración pidiendo a Mazzeo que renuncie a su cargo, porque sus «formas de vigilancia ya no son requeridas en la ciudad de Rochester».
Prude, de Chicago, murió una semana después de un encuentro con oficiales del Departamento de Policía de Rochester. El video del incidente se publicó el mes pasado durante los disturbios y motines en todo el país.
Los familiares de Prude habían pedido ayuda a la policía cuando él estaba sufriendo una crisis mental. Los policías lo encontraron corriendo desnudo en la calle. Inicialmente obedeció cuando los policías le pidieron que pusiera sus manos en la espalda para ser esposado. Más tarde, Prude se sentó y empezó a escupir a los policías mientras decía que había contraído el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), también conocido como nuevo coronavirus.
Los policías le pusieron un protector de escupitajos a Prude y lo inmovilizaron en el suelo boca abajo durante unos 2 minutos para sujetarlo, después de lo cual dejó de respirar. Prude recibió RCP en la escena y fue llevado al hospital. Murió 7 días después, el 30 de marzo, luego que le quitaran el soporte vital.
Un médico forense concluyó que la muerte de Prude fue un homicidio causado por «complicaciones de asfixia en el entorno de la restricción física». El informe enumeraba el delirio excitado y la intoxicación aguda por la droga recreativa fenciclidina, o PCP, como factores que contribuyeron a su muerte.
La Oficina del Fiscal General de Nueva York está investigando el incidente.
«Los concejales de la ciudad están llamando a nuestra gente asesinos», dijo Mazzeo el miércoles. «No tienen conocimiento ni experiencia. No recuerdo que ningún concejal se me acerque para decirme, ‘¿qué podemos hacer para ayudar?'».
«Lo que han hecho es cerrarnos la puerta en la cara, negarse a escuchar nuestras preocupaciones, o escuchar a la gente que hace el trabajo. ¿Cómo llegar a un lugar mejor? Están en otra agenda, no para servir a la ciudad o a la gente que los eligió”.
«Hay mucha conversación en este momento sobre trabajar juntos, cambiar la policía, llegar a un lugar mejor. Bien, estamos listos. Dinos qué quieres que hagamos, lo haremos. Ese es nuestro trabajo. La policía no determina lo que es el trabajo policial, las comunidades lo hacen», añadió.
La alcaldesa y el jefe de policía Singletary tendrán una reunión pública con el ayuntamiento el jueves.
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