El Departamento de Correcciones (DOC) de Connecticut confirmó la muerte de un recluso en una prisión del estado esta semana, luego de que lo encontraran con una mascarilla de tela, para evitar la propagación del COVID-19, atada a su cuello.
La muerte del recluso fue considerada como un suicidio, dijo la Oficina del Jefe de Forenses a CNN.
Daniel Ocasio, de 32 años, fue encontrado con una atadura alrededor de su cuello poco después de las 5 a.m. del miércoles en el Centro Correccional Corrigan-Radgowski en Montville, Connecticut, según un comunicado enviado por el portavoz del DOC, Andrius Banevicius, a CNN.
«La atadura se hizo de la mascarilla de tela que se le entregó a la población reclusa para prevenir la propagación del nuevo coronavirus», decía el comunicado. El personal intentó proporcionar ayuda médica y llamó al 911, dijo el DOC. Ocasio fue llevado a un hospital local donde fue declarado muerto.
Su muerte está siendo investigada por la División de Seguridad del DOC y la Policía Estatal de Connecticut, dijo Banevicius.
De acuerdo con el DOC, Ocasio, originario de Windsor, Connecticut, estaba en las instalaciones de la zona de Uncasville en Montville desde el 5 de agosto por robo en tercer grado, y estaba detenido bajo una fianza de USD 10,000.
La muerte de Ocasio se produce en un momento en el que los defensores de la reforma penitenciaria están alertando sobre los riesgos que enfrentan los reclusos durante la pandemia del coronavirus. Las prisiones y cárceles se han convertido en semilleros del virus y se ha informado de cúmulos de infecciones en los centros penitenciarios de todo el país.
De acuerdo con un análisis publicado en julio por investigadores de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, la tasa de infección entre los presos y reclusos era unas 5.5 veces mayor que en la población general de Estados Unidos. Los investigadores dijeron que la tasa de infección en los presos era de 3251 casos por cada 100,000 residentes, comparado con los 587 casos por cada 100,000 en la población general.
La tasa de mortalidad de los presos de Estados Unidos fue tres veces mayor que la de la población general, luego de ajustar las diferencias de edad y género. El análisis descubrió 39 muertes por cada 100,000 presos en comparación con las 29 muertes por cada 100,000 en la población general.
Más de 1300 reclusos de las prisiones de Connecticut dieron positivo al COVID-19, de acuerdo con el DOC. Al menos siete han muerto.
En respuesta a la muerte de Ocasio, la Unión Americana de Libertades Civiles de Connecticut pidió al DOC que completara una «investigación exhaustiva», diciendo que es «responsabilidad constitucional y moral» del departamento el mantener a los reclusos a salvo.
«Daniel Ocasio debería seguir vivo hoy, y el DOC tenía el deber de evitar su muerte», dijo, el director ejecutivo de la ACLU de Connecticut, David McGuire, en un comunicado el viernes.
CNN se ha puesto en contacto con el DOC para obtener una respuesta al comunicado de la ACLU.
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