Los meteorólogos de una importante universidad pronosticaron el jueves que la temporada de huracanes de 2024 en el Atlántico será «extremadamente activa».
Los investigadores de la Universidad Estatal de Colorado (CSU) publicaron su previsión anual de la temporada de huracanes en el Atlántico, que prevé 23 tormentas con nombre, 12 de ellas tropicales y 11 huracanes. De los huracanes, se prevé que cinco sean de categoría 3 o superior en la escala Saffir-Simpson.
«Es probable que las actuales condiciones de El Niño hagan la transición a condiciones de La Niña este verano/otoño, dando lugar a condiciones de cizalladura del viento favorables a los huracanes», dijo el informe de la CSU, añadiendo que las temperaturas del Océano Atlántico «más cálidas de lo normal» proporcionarán un «entorno dinámico y termodinámico más propicio para la formación e intensificación de huracanes».
Y añadieron: «Como en todas las temporadas de huracanes, se recuerda a los residentes costeros que solo hace falta que un huracán toque tierra para que sea una temporada activa. Deben hacerse preparativos minuciosos cada temporada, independientemente de la actividad prevista».
La temporada media de huracanes tiene unas 14 tormentas con nombre, siete huracanes y tres huracanes de gran intensidad.
Un meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional (NWS), Robbie Berg, dijo que debido a las «señales de que nos dirigimos hacia La Niña», el pronóstico «tendería a apoyar más tormentas» en la cuenca atlántica.
La temporada de 2024 podría ser bastante activa «pero eso no nos dice nada sobre hacia dónde pueden moverse esas tormentas», dijo a USA Today. «Tal vez tengamos suerte y se queden en el Atlántico. Pero eso no lo sabemos y por eso todos los años tenemos que seguir estando preparados, porque ya sean 10 tormentas o 20, dónde se formen y hacia dónde se muevan es lo que tiene una importancia crítica».
El Dr. Phil Klotzbach, un científico investigador senior de CSU, dijo a Fox News que debido a la transición de La Niña, crea «agua más fría en el Pacífico tropical oriental y central, por lo general en los patrones de viento de nivel superior más favorables a los huracanes en el Atlántico».
La temporada de huracanes de 2024 en el Atlántico va del 1 de junio al 30 de noviembre. El pico de actividad suele producirse a principios de septiembre.
«Todavía faltan dos meses para que empiece la temporada y unos cuatro meses para que se recrudezca. Por tanto, todavía hay cosas que podrían cambiar», declaró Klotzbach al citado medio. «En 2022 no tuvimos tormentas en agosto, pero la temporada terminó con ocho huracanes. Hubo mucha actividad al final. Parte de eso puede haberse debido a que el Atlántico subtropical estaba un poco más frío, por lo que tuvimos una gran cantidad de frentes de latitud media y una gran cantidad de aire seco que entró y realmente aplastó cosas en agosto».
Mientras CSU señaló el jueves que hizo su «predicción más alta» para los huracanes para 2024, el equipo de investigación dice que «subraya que la perspectiva de abril históricamente tiene el nivel más bajo de habilidad de los pronósticos operacionales estacionales de huracanes de CSU, dados los cambios considerables que pueden ocurrir en la atmósfera-océano entre abril y el pico de la temporada de huracanes del Atlántico de agosto-octubre».
Mensajes alarmistas
Aunque en los últimos años se ha difundido el mensaje alarmista de que el clima es responsable de un aumento de los huracanes, algunos científicos han afirmado que «no se ha producido ningún aumento» en el número de tormentas con nombre.
«Si te rodeas de gente que habla constantemente de cosas negativas y de lo malo que es el clima, ¿adivinas lo que te vas a creer? Si yo quisiera defender el argumento del CO2 [dióxido de carbono], haría exactamente lo mismo que ellos», declaró el mes pasado Joe Bastardi, pronosticador jefe de WeatherBELL, a The Epoch Times. Señaló que esta temporada será la «temporada de huracanes del infierno».
«El tamaño de las tormentas es cada vez menor. Esa es la otra cuestión: los huracanes son más pequeños y compactos», afirmó.
El oceanógrafo Bob Cohen estuvo de acuerdo, diciendo a The Epoch Times que la transición entre El Niño y La Niña está «correlacionada con una actividad de huracanes más alta de lo normal».
«Ahora mismo, las temperaturas subsuperficiales son mucho más frías que durante El Niño», añadió. «Las temperaturas cercanas a la superficie siguen siendo más cálidas, pero la reserva de agua subsuperficial y la reserva de agua cálida se han disipado, por lo que una vez que sale a la superficie, se convierte en La Niña», dijo el Sr. Cohen.
Y añadió que espera que «oigamos muchos más mensajes alarmistas» debido a las recientes previsiones para 2024.
Funcionarios federales dijeron recientemente que, si bien El Niño ha estado en control de los patrones climáticos mundiales desde el verano de 2023, los modelos han demostrado que hará la transición a La Niña antes entre julio y septiembre de 2024. A partir de abril, los Estados Unidos todavía están bajo una «advertencia de El Niño», dicen los funcionarios.
«Las anomalías a través de la principal región de monitoreo de El Niño no han sido tan frías desde junio pasado. Nos dirigimos hacia condiciones neutras esta primavera y hacia una posible llegada de La Niña en verano», escribió Michael Lowry, meteorólogo de WPLG-TV, en las redes sociales la semana pasada.
Otro meteorólogo, Ben Noll, señaló que actualmente, la región está mostrando el «valor más inusualmente fresco desde enero de 2023 [y] marca un paso importante en la progresión de regreso hacia La Niña».
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