Nuevas acusaciones de que el régimen comunista chino intentó instalar un agente dentro del Parlamento federal de Australia son «profundamente inquietantes y preocupantes», dijo el primer ministro de Australia el 25 de noviembre mientras su agencia de espionaje nacional investiga el complot.
La investigación ya había sido iniciada por la Organización Australiana de Inteligencia de Seguridad (ASIO) antes de que fuera reportada por primera vez por el programa australiano «60 Minutes» y los periódicos afiliados el 24 de noviembre, según Mike Burgess, director general de seguridad de ASIO.
Los informes sobre la supuesta intromisión de China en los asuntos internos de Australia detallaron cómo un presunto anillo de espionaje chino había ofrecido «una suma de siete cifras» al concesionario de automóviles de lujo de Melbourne, Bo «Nick» Zhao, para postularse a un escaño en el Parlamento federal de Australia. Zhao fue encontrado muerto en marzo en una habitación de un motel de Melbourne y la policía no pudo concluir cómo murió.
«Las acusaciones me parecen profundamente inquietantes y preocupantes», dijo el primer ministro Scott Morrison a los periodistas en Canberra, y agregó que el gobierno había reforzado las leyes y agencias de seguridad de Australia para contrarrestar la interferencia extranjera.
«Australia no es ingenua a las amenazas que enfrenta de manera más amplia», agregó.
Las acusaciones se produjeron justo un día después de que un hombre que afirmaba ser un agente de inteligencia militar chino desertó a Australia y presentó tesoros de material a ASIO. En una entrevista anterior con The Epoch Times, Wang Liqiang , de 27 años, describió cómo se había desilusionado con la agenda totalitaria del Partido Comunista Chino (PCCh), lo que condujo a su deserción.
En una conferencia de prensa en Beijing el 25 de noviembre, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang, negó los informes de intromisión en Australia y dijo que el gobierno chino no interferirá en los asuntos internos de otros países. Llamó a las acusaciones de los medios de comunicación como una mentira.
El escrutinio del PCCh y su influencia en Australia ha ido en aumento. Australia aprobó leyes en 2018 para combatir la interferencia extranjera, que se introdujo a raíz de lo que el entonces primer ministro Malcolm Turnbull describió como «informes inquietantes de influencia china».
Jeff Nyquist, autor e investigador de la estrategia china y rusa, dijo a The Epoch Times que los informes sobre los supuestos intentos de China de entrometerse en la política australiana no deberían sorprender.
«Poder entrar en el sistema político de sus enemigos, de los países que quiere subvertir, es una táctica clave en la bolsa de trucos del PCCh», dijo. «Las amenazas que China ha hecho, por ejemplo, a Australia de que es mejor que estén del lado de China y no del lado de los Estados Unidos en futuros desacuerdos, deben tomarse en serio».
Un artículo publicado en los medios estatales chinos amenazó a Australia por su relación con los Estados Unidos.
“Esta alianza Australia-Estados Unidos no traerá los beneficios que Australia espera. Esto traerá una confrontación militar y política a largo plazo entre Australia y los países asiáticos”, escribió el académico Yu Lei en un artículo de opinión en el Global Times de China.
«Australia no obtendrá los 100 años de amistad, sino 100 años de soledad», dijo Yu Lei, según el Australian Financial Review.
Nyquist dijo que China tiene la intención de que Australia sea «parte de su esfera de influencia».
«Obviamente, si [China] tuviera un político en Washington, ese político no sería libre de convertir a Estados Unidos contra sí mismo de manera abierta», dijo. «Pero un agente chino en el gobierno australiano podría separar a Australia de la alianza estadounidense si tuviera suficientes personas para colaborar con él».
“Beijing obviamente quiere que Australia cambie de bando en términos de con quién está aliado. Suena como un plan loco, pero mira lo que han hecho: China ha amenazado a Australia abiertamente”, dijo. “¿Para qué crees que están tratando de conseguir un político allí? Quieren cambiar la orientación de Australia».
Otra preocupación son los Institutos Confucio (CI) de China que operan en muchas de las instituciones educativas de Australia.
Si bien China afirma que los IC son puramente para fortalecer el aprendizaje del idioma chino, se han enfrentado a un escrutinio global por riesgos que van desde violaciones de los derechos humanos y pérdida de integridad académica y libertad hasta posibles violaciones de la seguridad nacional.
«Creo que [los IC] deberían cerrarse tanto en las escuelas como en las universidades», dijo Daniel Wild, director de investigación del Instituto de Asuntos Públicos, un grupo de expertos australiano, en una entrevista previa con The Epoch Times.
«Eso no significa que la historia y la cultura china no se puedan enseñar en Australia», dijo. «Pero la preocupación es realmente de dónde viene el dinero y cómo influye eso en el contenido de su enseñanza».
En una declaración del 24 de noviembre , el jefe de ASIO dijo que la agencia toma en serio las acusaciones relacionadas con la plantación de un agente y que están «comprometidos a proteger la democracia y la soberanía de Australia». Declinó hacer comentarios sobre individuos específicos o asuntos operativos, citando prácticas de larga data y la necesidad de evitar prejuicios en la investigación.
«Los australianos pueden estar seguros de que ASIO estaba al tanto de los asuntos que se han informado hoy y los ha estado investigando activamente», dijo el 24 de noviembre. «La actividad hostil de inteligencia extranjera continúa representando una amenaza real para nuestra nación y su seguridad».
Zhao, el concesionario de automóviles, le contó a ASIO sobre el supuesto enfoque de otro empresario de Melbourne hace aproximadamente un año, informó el periódico Sydney Morning Herald en el informe conjunto con «60 Minutes» y el periódico The Age, citando a los asociados de Zhao y las fuentes de seguridad occidentales.
Wang, quien dijo que desertó a Australia, fue el primer espía chino en hacer pública su identidad. En abril, Wang salió de Hong Kong a Sydney, donde viven su esposa y su hijo, y presentó su material a ASIO. Ahora se queda en un lugar secreto mientras coopera con la agencia.
«Personalmente me involucré y participé en una serie de actividades de espionaje», dijo Wang a ASIO bajo juramento en octubre.
Wang reveló un tesoro de información «sin precedentes» sobre cómo el régimen chino financia y dirige las operaciones para sabotear el movimiento democrático en Hong Kong, entrometerse en las elecciones taiwanesas e infiltrarse en los círculos políticos australianos, según informes publicados el 22 de noviembre por los periódicos Nine Network, un grupo de medios australiano.
En comentarios a Nine Network, Wang entró en detalles sobre cómo él y otros agentes se infiltraron en «todas las universidades, incluidas las asociaciones de estudiantes y los grupos y cuerpos de otros estudiantes».
El reportero de La Gran Época Leo Timm y Reuters contribuyeron a este informe.
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