El Primer Ministro, Rishi Sunak, anunció que el país acudirá a las urnas el 4 de julio, y el Sr. Sunak se enfrentará al líder laborista Sir Keir Starmer.
Se anunció una reunión de gabinete para las 4:15 p.m. del miércoles, lo que dio lugar a una tarde de intensas especulaciones sobre el anuncio de las elecciones generales.
Dirigiéndose a los periodistas bajo una lluvia torrencial frente al número 10 de Downing Street a las 17:15 horas, Sunak dijo que había llegado al cargo para «restaurar la estabilidad económica», y afirmó que sus políticas van por buen camino para conseguirlo.
Confirmó que había hablado con el rey Carlos para disolver el Parlamento, con lo que la campaña electoral comenzará en serio en lo que muchos analistas consideran una apuesta arriesgada.
«El 5 de julio, Keir Starmer o yo seremos primer ministro», dijo, afirmando que el líder laborista no tiene ningún plan y «carece de convicción».
«Estas elecciones tendrán lugar en un momento en el que el mundo es más peligroso de lo que lo ha sido desde el final de la Guerra Fría».
Los «tiempos inciertos» exigen un «plan claro», dijo, afirmando que la inmigración ha «comenzado a bajar».
Anteriormente, el Sr. Sunak había descartado unas elecciones en el verano durante las Preguntas al Primer Ministro —un acto en la Cámara de los Comunes de entrada gratuita para los residentes del Reino Unido con solicitud previa a su parlamentario local — diciendo sólo que tendrían lugar «en la segunda mitad del año».
Escándalos y deserciones
Tras una derrota sufrida en las elecciones locales del mes pasado, los conservadores se encuentran por detrás de los laboristas por un promedio de 20 puntos en las encuestas, y Sunak podría haber retrasado la convocatoria de elecciones hasta el próximo año, con la esperanza de un cambio de suerte.
El gobierno se ha visto afectado por una serie de escándalos recientes, incluida la investigación sobre sangre infectada y las revelaciones sobre la oficina de correos, y las consecuencias de los cierres y las políticas en torno al COVID-19 han causado perjuicios económicos y sociales prolongados.
Dos parlamentarios conservadores se cambiaron al Partido Laborista en las últimas semanas, y el expresidente del partido, Lee Anderson, abandonó el barco para unirse a Reform UK en marzo. Decenas de parlamentarios del partido anunciaron que dimitirán en las elecciones.
Sin embargo, las cifras de esta semana mostraron que la inflación se desaceleró al 2.3 por ciento en abril, el nivel más bajo desde julio de 2021, lo que pudo haber influido en la decisión de Sunak de convocar a elecciones, y lo declaró un «hito importante» para el país.
Se convirtió en primer ministro no electo en octubre de 2022, tras la dimisión de la exprimera ministra Liz Truss, que estuvo en el número 10 durante sólo 49 días después de ganar la batalla para convertirse en líder del Partido Conservador sobre Sunak.
Los ministros del gabinete fueron convocados a Downing Street para una reunión posterior el miércoles, después de que la cita habitual del martes se retrasara por el viaje del primer ministro a Austria.
La jornada electoral tiene una duración de 25 días laborables tras la disolución del Parlamento, sin contar los días festivos, y por convención se celebra un jueves.
En el momento de la disolución, todos los escaños de la Cámara de los Comunes quedan vacantes y el gobierno entraría en un período preelectoral durante el cual su actividad estaría restringida, y toda la legislación que pasa por el Parlamento quedaría en suspenso.
Sir Keir anunció las seis promesas clave del Partido Laborista que, según dijo, implementaría si se convierte en primer ministro, y que probablemente formarán la base del manifiesto de su partido.
El Partido Laborista no ha ganado una elección desde el 2005, cuando Sir Tony Blair consiguió un tercer mandato consecutivo, derrotando al entonces líder conservador Michael Howard con una cómoda mayoría.
Mientras aumentaban las especulaciones y los periodistas políticos empezaban a anunciar la fecha de las elecciones antes de que se anunciara oficialmente, los laboristas habían instado al primer ministro a «ponerse manos a la obra» y convocar las elecciones que, según decían, los británicos «piden a gritos».
Un portavoz de Sir Keir dijo: «Estamos completamente preparados para actuar cuando el primer ministro convoque a las elecciones. Tenemos una campaña totalmente organizada y operativa lista para comenzar y creemos que el país está pidiendo a gritos elecciones generales, por lo que instamos al primer ministro a seguir adelante».
«Hemos visto que el primer ministro nos ha hecho subir esta colina repetidamente y luego se ha atascado en el último minuto a la hora de convocar elecciones, pero cuando llegue el momento, por mucho que siga retrasándolas, no podrá evitar el veredicto de la opinión pública británica, que reconoce que éste es un gobierno que ha fracasado en los últimos 14 años y cree que es hora de un cambio», dijo.
PA Media contribuyó a este artículo, con información de Alicia Márquez.
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